La madre de la bebé violada por su padre interrumpió su cambio de sexo para quedarse embarazada

Los investigadores de la Policía Nacional del caso del padre que presuntamente violó a su bebé en Madrid han aportado algunos detalles de cómo fue la detención, así como de la reacción tanto de Santi, el progenitor, como de la madre.

Uno de los mandos ha relatado que «la mujer parecía abatida por los abusos a la niña, pero hay pruebas de que sí que debería estar al tanto, al menos, de que su pareja distribuía pornografía infantil con su teléfono». La mujer, española de 23 años, había interrumpido su tratamiento de cambio de sexo para convertirse en hombre para quedarse embarazada.

La bebé nació en mayo de 2022 y vivió un calvario. Fue el hecho de enterarse la Policía que el bebé había nacido lo que aceleró la investigación policial. El piso donde se encontraban la madre, el padre y la menor estaba en pésimas condiciones, por lo que los agentes dieron parte a los Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, quienes retiraron la custodia a los padres unas semanas después. En la vivienda encontraron también restos de drogas y la niña tenía lesiones en la cara.

Poco después agentes del Grupo I de Protección Central de Investigación Tecnológica encontraron vídeos en los que el detenido había agredido sexualmente a su hija, además de múltiples conversaciones en las que ofrecía al bebé a terceros para tener sexo, incluso tríos.

Descubrieron que había imágenes del padre con los genitales dentro la boca de su bebé y contenidos más aberrantes de cuando la pequeña apenas tenía medio año de vida, según han indicado fuentes policiales.

La mujer vivía junto a Santi en el barrio de Aluche, al sur de la ciudad de Madrid, aunque también habían estado en en el barrio madrileño de Lucero y en el momento en el que fueron detenidos estaban viviendo en Pinto.

«¿Por qué volvéis? ¿Otra vez por lo mismo? ¿Por los vídeos viejos?», preguntó desafiante a principios de septiembre Santiago cuando los agentes fueron a detenerle, junto a su pareja, a su nuevo domicilio en Pinto, una localidad al sur de Madrid. «No. Volvemos porque has violado a tu hija», fue la respuesta del mando que dirigía el operativo. «¡Eso es mentira!», clamó Santiago, ante la mirada atónita de su pareja, acusada de haber distribuido, ella también, pornografía infantil, pero que desconocía los abusos del padre al bebé, según los investigadores.

Santi no volvió a hablar ni en el registro ni en comisaría, más allá de para tratar de exculpar a su pareja. Santi habría reconocido al juez que «estaba enfermo y no podía evitar lo que hacía».

La mujer quedó en libertad con cargos, después de que Santiago le diera una posible coartada, al asegurar que había sido él quien había usado el teléfono de su pareja para distribuir a través de su cuenta de Telegram pornografía infantil.

Sin embargo, la Policía, a diferencia de la autoridad judicial, no se cree esta coartada, ya que en los chats de Telegram en los que se distribuyeron las imágenes de abusos a menores luego hay comentarios escritos de la mujer, quien forzosamente debió haber visto esos vídeos que no fueron borrados de esos chats.

Pero ahí no acababa todo. En el móvil aparecieron conversaciones «en las que ofrecía al bebé a terceros para tener sexo», aunque no hay constancia de que se llevara a cabo ninguna acción. Incluso ofrecía a los interlocutores que participaran junto a él a y su mujer en la violación de la pequeña.

«Tenemos las pruebas. Tenemos los vídeos. La has violado dos veces», la respuesta del policía dejó mudo al monstruo, que

«No ha mostrado el más mínimo signo de arrepentimiento. Ni cuando fue detenido en 2021, ni en 2022 ni esta última vez. Creo que sabe que tiene un problema, pero ni quiere ni puede controlarlo», afirma el policía.

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