Un grupo de policías junto al cadáver del hombre abatido a tiros. José Luis Bort

Jupol afirma que los policías abatieron al hombre armado con un cuchillo ante «un ataque directo»

El sindicato defiende la intervención de los dos agentes de paisano en un edificio de Valencia y señala que «fue necesaria y legítima por el serio peligro que corrían sus vidas»

Javier Martínez / EFE

Valencia

Martes, 19 de agosto 2025

El sindicato Jupol, mayoritario en la Policía Nacional, ha mostrado su «total apoyo» a los dos agentes que «neutralizaron» y abatieron a un hombre armado con un cuchillo que arremetió contra ellos en el rellano de un edificio de Valencia. En un comunicado, el sindicato señala que los policías «hicieron uso de sus medios de dotación de manera proporcional y ajustada a derecho, siguiendo la regla de Tueller, que establece el riesgo extremo que supone la amenaza de un arma blanca en distancias cortas para la integridad de los policías».

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La intervención «fue, por tanto, necesaria y legítima ante un ataque directo que ponía en serio peligro sus vidas», indica Jupol, que añade que los agentes contarán con la cobertura de los servicios jurídicos del sindicato.

Como ya adelantó LAS PROVINCIAS, los hechos ocurrieron sobre las 16 horas del lunes en un edificio de cinco alturas en la calle Godofredo Ros cuando los dos policías nacionales, que vestían de paisano, acudieron con urgencia tras recibir el aviso de una violenta discusión entre dos vecinos.

Un hombre que reside en la finca llamó al 091 para pedir que acudiera la Policía, porque un vecino estaba golpeando la puerta de su vivienda y le había amenazado también con un cuchillo. Los primeros agentes que llegaron al edificio se entrevistaron con la persona que había pedido ayuda, y después acudieron al piso donde vive el individuo que acababa de protagonizar el incidente.

Este hombre, un ciudadano chino que regentaba un bar en una calle cercana, recibió a los policías con un cuchillo de grandes dimensiones y se abalanzó sobre ellos, por lo que se vieron obligados a disparar en defensa propia con sus armas reglamentarias.

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El enfrentamiento se produjo en un espacio reducido, junto a la puerta de la vivienda, lo que limitó los movimientos de los policías y también su capacidad de respuesta de una manera rápida y adecuada ante el intento de agresión. Los agentes se identificaron como policías y uno de ellos mostró incluso su placa, a través de la mirilla de la puerta, al hombre que poco después les atacó con un cuchillo.

Un vecino de la calle Godofredo Ros asegura que escuchó una decena de detonaciones en pocos segundos. «Fueron tan seguidos los tiros que parecía una traca», afirmó el hombre. Sin embargo, otro testigo manifestó que el número de disparos fue menor: «Cuatro o cinco». Según las primeras investigaciones, el ciudadano chino recibió cuatro impactos de bala y los dos policías habrían realizado siete disparos.

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El ataque con el cuchillo se produjo de forma sorpresiva en un rellano estrecho después de que los policías llamaran a la puerta del piso donde residía el ciudadano chino, que no abrió en un principio y luego salió de la vivienda y atacó a los agentes.

Tras recibir el aviso de un tiroteo en el barrio de Monteolivete, un equipo del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU) se desplazó con urgencia a la calle Godofredo Ros. También acudieron varias patrullas de la Policía Nacional en apoyo de los primeros agentes que intervinieron en el suceso.

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Mientras esperaban la llegada de la ambulancia, uno de los policías practicó técnicas de estabilización al hombre herido, así como maniobras de reanimación cardiopulmonar, que luego continuaron los sanitarios del SAMU, pero no pudieron recuperar sus constantes vitales, según informaron fuentes médicas.

El sindicato lamenta profundamente que, a pesar del grave suceso ocurrido en Valencia, «el Gobierno siga sin reconocer a todos los miembros de la Policía Nacional como profesión de riesgo». Esto es «algo que contrasta con la realidad diaria de nuestro trabajo: una labor en la que, como se ha comprobado una vez más, los policías nacionales nos jugamos la vida continuamente y debemos enfrentarnos a lo peor de la sociedad», añade Jupol.

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Asimismo, el sindicato reclama «medidas inmediatas» para la mejora de la seguridad y la formación de todos los policías nacionales, tras afirmar que la situación actual «refleja la precariedad» en que, asegura, se encuentran sus compañeros, «especialmente aquellos que desarrollan su labor en la calle, en contacto directo con la ciudadanía y con delincuentes».

Jupol afirma que los hechos ocurridos en Valencia «no son un caso aislado, sino un ejemplo más de los riesgos constantes y de las condiciones inaceptables que afrontan los agentes, quedando en muchas ocasiones en grave peligro personal».

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«Estamos cansados de que no se nos respete y de que el principio de autoridad se vea cada vez más mermado, lo que supone una ventaja más para los delincuentes, que actúan contra los agentes sin miedo a una condena o sanción contundente«, afirma la portavoz de Jupol, Laura García. A su juicio, «como miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado nos sentimos indefensos y abandonados por la Administración».

El sindicato reclama de forma urgente una revisión del Plan Nacional de Tiro de la Policía Nacional, que lleva años sin actualizarse, así como de los Principios Básicos de Actuación, vigentes desde 1986, «a pesar de que la sociedad y la delincuencia han evolucionado exponencialmente desde entonces».

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También considera necesario reforzar la formación de los agentes, aumentando tanto la cantidad como la calidad de los cursos de preparación, y mejorar la dotación de medios humanos y materiales, y denuncia que a día de hoy aún existen policías que carecen de chalecos antibalas, y continúa pendiente la regulación del uso de pistolas eléctricas en la Policía Nacional.

Los agentes que realizaron los disparos llevan pocos años en el cuerpo, pero tienen experiencia en servicios de seguridad ciudadana, ya que pertenecen al Grupo Operativo de Respuesta (GOR) de la comisaría de Ruzafa, una unidad creada para intervenir en incidentes que requieren una actuación inmediata. Los dos policías han prestado servicio en numerosos sucesos ocurridos en los últimos años en las calles de Valencia.

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El hombre que pidió auxilio a la Policía dijo que su vecino estaba muy exaltado y que llevaba un cuchillo en la mano, por lo que los agentes tomaron precauciones y se alejaron un poco de la puerta, pero el agresor salió del piso de forma repentina y los atacó.

Según los vecinos, la víctima no era una persona violenta, aunque bebía mucho alcohol desde que se separó de su mujer y había protagonizado algunos incidentes en la finca. El ciudadano chino utilizaba una muleta para andar en algunas ocasiones debido a los dolores del nervio ciático que sufría.

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Sus amigos le llamaban Luis y recuerdan que en 2010 resultó herido de arma blanca en Beniferri cuando defendió a una mujer. El ciudadano chino fue hospitalizado en La Fe tras recibir tres cuchilladas en el tórax, el abdomen y un hombro. La Policía detuvo al agresor por un delito de tentativa de homicidio.

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