Absueltos dos acusados de inducir a dos menores a violar a una chica de 15 años

El Ministerio Fiscal y la acusación particular atribuyeron a los dos jóvenes mayores de edad, en sus conclusiones definitivas, un delito de abuso sexual «en calidad de inductores», pero el tribunal considera que el «impacto psicológico de los procesados no influyó en la voluntad delictiva» de los menores que cometieron la agresión sexual, tal y como sostenían los abogados Mariano Lorente y César Olmos en sus escritos de defensa.

En el juicio celebrado en mayo de este año, los mayores de edad negaron que hubiesen animado o jaleado a los autores de la violación. La acusación particular solicitó 22 años de prisión para cada uno de los jóvenes absueltos, mientras que los menores fueron condenados en otro juicio a dos años de internamiento y otros tres de libertad vigilada por un delito de agresión sexual.

Pero los adolescentes, que tenían 17 años cuando sucedieron los hechos, no llegaron a ingresar en ningún centro de menores, ya que el juez conmutó la condena de dos años de internamiento por el mismo período de libertad vigilada, una situación penal que se prolongará hasta el año 2025.

Durante este tiempo, los menores no deben delinquir y también tienen que cumplir la orden de alejamiento con respecto a la chica que violaron, una medida cautelar que dictó el juzgado para proteger a la víctima, que ya es mayor de edad.

Los hechos sucedieron en la madrugada del 9 de julio de 2020. La chica de 15 años acudió a una cita acordada la tarde anterior, con un joven de 17 años, en la zona de aparcamiento de una urbanización, donde estuvieron besándose y acariciándose hasta que la menor comenzó a sentirse mal y a marearse por el alcohol que había tomado en un botellón.

Debido al estado de embriaguez de la víctima, el joven decidió llevarla hasta la urbanización vecina, donde se encontraban sus tres amigos: el otro menor condenado y los dos jóvenes absueltos de 22 y 21 años. Con la finalidad de espabilar a la menor, le echaron agua a la cara y mantuvieron una conversación que derivó a temas sexuales.

Poco después, el menor que había quedado con la chica la cogió de la mano y subió con ella a la azotea, que estaba oscura, llevándola a un rincón, donde la forzó tras aprovecharse de su estado de embriaguez. Unos 15 minutos después llegaron los tres amigos, y el otro menor también agredió sexualmente a la chica en un rincón. Luego bajaron a la calle y dejaron a la víctima en las inmediaciones de su casa.

La chica acudió esa misma tarde al hospital, en compañía de su madre, y presentó una denuncia al día siguiente en el cuartel de la Guardia Civil. La menor sufrió lesiones en sus genitales externos y secuelas psíquicas consistentes en un trastorno de estrés postraumático que requirió tratamiento psiquiátrico.

Tras considerar estos hechos probados, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia asevera en la sentencia que no consta que los menores hubiesen tomado la decisión de mantener relaciones sexuales con la víctima por la influencia de los acusados mayores de edad.