El joven niega que diera un puñetazo al anciano que murió tras una discusión de tráfico en Madrid
El juez envía a prisión al agresor, que se negó a dar el nombre de la mujer que le acompañaba, alegando que era una prostituta
EUROPA PRESS
Jueves, 25 de mayo 2017, 10:46
El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Torrejón de Ardoz acordó la prisión provisional comunicada y sin fianza del joven detenido el martes por haber matado de un puñetazo a un anciano de 81 años, tras mantener una discusión de tráfico. Sobre el arrestado pesa una imputación inicial de homicidio doloso.
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En su declaración, el hombre admitió que iba conduciendo «un poco deprisa» pero negó que pegara un puñetazo al fallecido, tal y como señalan los testigos. Según la versión del acusado, solamente le empujó. Además, continuó, lo hizo después de que el anciano le amenazara con pegarle con su bastón. El detenido se negó a dar el nombre de la mujer que le acompañaba, alegando que era una prostituta. El incidente se produjo cuando el fallecido se disponía a cruzar un paso de peatones. Ante la velocidad del agresor, éste habría golpeado el coche del acusado con su bastón, lo que provocó que saliera del coche y le agrediera.
Al parecer, el golpe que niega haber dado produjo que el anciano se quedara inconsciente y se golpeara contra el suelo, lo que provocó su muerte. Mientras el anciano agonizaba, el arrestado se dio a la fuga. Unas horas después se entregó a la Policía, que ya lo tenía identificado y lo buscaba.
Cuando el Servicio de Urgencia Médica de Madrid (Summa) llegó al lugar encontró a la víctima inconsciente y en parada cardiorrespiratoria, de la que trataron de reanimarle durante treinta minutos, sin éxito, precisaron a Efe Emergencias Comunidad de Madrid 112
Por su parte, el hijo del fallecido mostró ayer su «rabia» por lo ocurrido porque opina que su padre «se debería haber muerto de viejo, no así». En declaraciones a la cadena Cope, relató que tanto él como sus dos hermanos están «en shock, y aún no se creen lo que ha sucedido». «Esto ha sido un palo», dijo. Además, contó que su padre era un luchador, inmigrante y trabajador de la empresa Pegaso.
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Ramón manifestó que en estos momentos «está tan desorientado que no sabe lo que espera de la Justicia» y se preguntó si el presunto autor de los hechos, con 18 años, actúa de esa manera contra un anciano de 81 «qué será capaz de hacer».
El hijo del fallecido ha agradecido a la Fuerzas de Seguridad y al Samur la rapidez en su actuación y los esfuerzos que hicieron para reanimar a su padre, «pero no fue posible». Afirmó que su madre, enferma de alzheimer, «cuando tiene momentos de lucidez, que son pocos, pregunta por su padre y no saben qué hacer ni qué decirle».
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