El cortisol, la hormona del estrés
La nutricionista Lorena Reyes informa en la newsletter de LAS PROVINCIAS 'Come sano, vive bien' sobre la mejor manera de cuidar tu alimentación
Lorena Reyes
Martes, 9 de septiembre 2025, 00:49
Recién llegados de las vacaciones, del descanso, de la desconexión, volvemos a la cruda realidad donde la rutina, el trabajo y frecuentemente el estrés, de nuevo vuelve.
El estrés es, en muchas ocasiones , el causante de una retahíla de problemas de salud que, seguramente, podríamos evitar.
Son muchas las afecciones causadas por dicho estrés a nivel físico pero también sobre el estado de ánimo. Ansiedad, falta de motivación y concentración, pérdida de memoria, depresión y tristeza, malhumor e ira son algunos síntomas de la existencia de estrés crónico. Pero también problemas de sueño, dolor de cabeza o pecho, tensión o dolor muscular, fatiga, disminución del deseo sexual, molestias digestivas y debilidad en el sistema inmunitario.
Pero ¿Es siempre tan perjudicial el estrés? No rotundo. El estrés es fundamental para la vida , ya que es la respuesta que tiene nuestro cuerpo ante una situación desafiante física o mental, de manera que ante una amenaza de cualquier tipo el estrés nos prepara para afrontar y adaptar dicha situación.
Entonces, ¿Cuándo es un problema ? La amenaza para nuestra salud aparece cuando ese estrés no está regulado, no aparece de manera puntual, sino que se mantiene en el tiempo y se cronifica. No podemos estar siempre en situación de alerta, no es saludable ni sostenible en el tiempo sin que afecte, de alguna manera, a nuestro bienestar.
Noticia relacionada
LAS PROVINCIAS consolida su oferta de newsletters
Cuando hablamos de estrés debemos de hablar de cortisol, la hormona que lo desencadena. Es una hormona que es secretada por las glándulas adrenales , situadas justo arriba de los riñones. La glándula pituitaria en el cerebro es la encargada de dirigir su producción a través de un mecanismo de respuesta produciendo la hormona adrenocorticotrópica (ACTH) estimulando así a las glándulas adrenales para la síntesis de cortisol en situaciones de estrés.
El patrón normal de síntesis de cortisol es tener un pico rondando las 7-8H. de la mañana, un segundo pico a las 11-12H , posteriormente un declive y de nuevo otro pico más pequeño sobre las16H de la tarde , reduciéndose su producción conforme avanza el día hasta la noche. Por ello no es correcto hablar de un exceso de cortisol cuando existe estrés crónico sino una alteración en la regulación de su síntesis o su ritmo normal de secreción. Cuando se pierde esta regulación no existen estos pulsos de producción de cortisol tan marcados sino que es más lineal , manteniéndose niveles más elevados durante todo el día sin tener los picos altos puntuales pero tampoco las bajadas necesarias .
Cuando el cortisol no está regulado tiene una repercusión negativa sobre el peso corporal y la distribución de la grasa, acumulándose en zona abdominal y así ofrecer energía fácil a los órganos importantes, en vez de distribuirse en otras zonas menos patológicas. Además el hígado no metaboliza de igual forma de manera que contribuye a acumular grasa en forma de triglicérido en mayor cantidad en el tejido adiposo . Otro órgano que también se ve afectado con el exceso de cortisol son los riñones ya que promueve la producción de una hormona llamado aldosterona reteniendo sal y agua, por lo que hay una mayor tendencia a subir la tensión arterial.
La alteración del cortisol también va a generar mayor resistencia a la insulina, facilitando el acceso a la glucosa en sangre frente a esa situación estresante. Otra consecuencia es la fragilidad cutánea ya que afina los vasos sanguíneos y potencia la aparición de estrías y moretones.
A nivel cerebral afecta al estado de ánimo produciendo apatía y depresión debido al agotamiento que produce esos constantes niveles de cortisol.
Y ¿cómo se puede de nuevo regular la secreción de cortisol ?
• Realizar actividad física de forma regular ayuda notablemente a restaurar el patrón correcto de cortisol , sobretodo si se realiza por la mañana.
• Practicar disciplinas relajantes como yoga o Tai Chi disminuye el estrés.
• Una correcta alimentación también es importante para este fin , disminuyendo o eliminando los alimentos azucarados y ultraprocesados.
• Eliminar el alcohol, ya que se ha visto que eleva los niveles de cortisol, ya sea una ingesta de manera puntual como frecuentemente.
• Dormir e intentar descansar mejor.
• Reducir la cafeína parece que ayuda a disminuir los niveles de cortisol.
• Reservar y pasar tiempo en familia o amigos y dedicar momentos a aficiones es importante para reducir el estrés, e incluso las mascotas a veces tienen un efecto muy positivo para este fin.
• Acudir al terapeuta si fuese necesario para poner en práctica terapias que disminuyan el estrés y mejorar el estado de ánimo.
Si quieres seguir las entregas de 'Come sano, vive bien', suscríbete en este enlace o en el apartado 'Newsletters' de la web de LAS PROVINCIAS.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión