Un aula española de la segunda etapa de educación infantil. J. M. RODRÍGUEZ

España tiene uno de los profesorados de infantil más cualificados del mundo

Nueve de cada diez docentes de esa etapa son mujeres, pero la cifra cae al 70% a la hora de ocupar puestos directivos, según un estudio de la OCDE

Martes, 2 de diciembre 2025, 11:05

España es uno de los países del mundo con el profesorado más cualificado en la segunda etapa de educación infantil, en la que se forma a los niños de 3 a 5 años como paso previo a su llegada a primaria. Así lo indica el informe Talis de Educación Infantil, la mayor encuesta internacional sobre el trabajo docente, que la OCDE ha realizado en 15 países y en la que han participado educadores y equipos directivos de 498 centros españoles de esta etapa.

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La segunda etapa de educación infantil aunque no es obligatoria en España tiene una cobertura casi universal ya que matricula de forma gratuita a aproximadamente al 98% de los niños de 3 a 5 años del país, sobre un millón de alumnos, lo que supone una de las mayores tasas de escolarización internacional en estos niveles, unos 13 puntos por encima de la media de la OCDE y ocho más que la media de sus socios de la UE. Las tres cuartas parte de los pequeños se forman en centros centros públicos.

El 99% de los maestros de la segunda etapa española de educación infantil cuenta con titulación universitaria, según las respuestas proporcionadas por los encuestados. Aunque el informe no proporciona medias para una comparativa internacional (solo da datos aislados de cada uno de los estados), la elevada cualificación en España es clara si se tiene en cuenta, por ejemplo, que los titulados universitarios en Dinamarca son el 69% y en Alemania, el 68%.

Falta personal, recursos y más formación en la atención a alumnos con necesidades especiales para mejorar la calidad del ciclo

España destaca igualmente por la alta participación del profesorado de infantil en actividades de desarrollo y formación profesional continuados, con un 87% de participación en cursos, seminarios y talleres, superando a la mayoría de los países europeos y latinoamericanos en esta categoría. No obstante, los docentes echan en falta una mayor y mejor capacitación de cara a la atención de los alumnos con necesidades especiales de apoyo educativo, en su mayoría pequeños con algún tipo de discapacidad o trastorno de conducta, comunicación o lenguaje.

El perfil del docente de español de infantil tiene rostro femenino. Son mujeres el 92% del profesorado de esta etapa, pero aún así se aprecia un claro sesgo de género cuando se mira a los puestos directivos. Estos cargos solo los ocupan mujeres en un 70%, veinte puntos por debajo de las plantillas.

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Los profesionales de infantil españoles tienen una valoración muy positiva del ejercicio de su profesión y un alto nivel de satisfacción laboral, entre los mayores de todos los participantes. Más el 96% se siente valorado por las familias y el 99% por los niños, con el único lunar, como es la falta de un reconocimiento social de su labor, que solo detecta un 45%. La práctica totalidad (97%) están satisfechos con su trabajo y la gran mayoría (90%) afirma que, si tuviese que hacerlo, volvería a elegir ejercer en esta etapa. El 96% disfruta trabajando en su centro, aunque un 17% manifiesta interés en cambiar a otro.

Baja tasa de abandono

La autonomía profesional también es alta, con un 95% satisfecho con el nivel de control sobre sus prácticas docentes. De hecho, el 91% de los directores afirma que los docentes tienen «amplias oportunidades de participar activamente en las decisiones del centro», lo que sitúa a España por encima del promedio internacional en colaboración y autonomía del profesorado.

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Como resultado lógico de lo anterior, España se sitúa entre los países en los que el profesorado de la segunda etapa de infantil tiene menor intención de dejar la profesión. Quienes desean un cambio de trabajo aspiran sobre todo a la movilidad profesional hacia niveles superiores (34%), como la educación primaria, algo que ocurre especialmente entre los más jóvenes, una opción muy superior a los que querrían trabajar fuera del sector (10%) o dejarlo para atender responsabilidades familiares (27%).

Pese a la abundancia de respuestas positivas a la mayoría de aspectos de la profesión, los docentes españoles de infantil también consideran que en los centros hay falta de personal y de recursos para poder garantizar una atención de mayor calidad, al tiempo que persiste una muy elevada tasa de temporalidad laboral y una excesiva carga administrativa, así como demasiados cambios en las regulaciones y leyes educativas.

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Buena práctica docente

Otro de los aspectos en los que Talis deja en buen lugar a la segunda etapa de educación infantil española es en lo referente a prácticas pedagógicas y desarrollo del lenguaje. Según las respuestas de los docentes, en alfabetización precoz el 55% del profesorado asegura que emplea la lectura de libros y entre el 73% y el 80% realiza en clase ejercicios de conciencia fonológica. El desarrollo de habilidades sociales es igualmente elevado, con el 91% del profesorado promoviendo compartir, el 92% la ayuda mutua, el 88% la inclusión en juegos y 90% el apoyo emocional. España tiene cifras altas y cercanas a los máximos internacionales en estas prácticas pedagógicas.

En lo que respecta al desarrollo del lenguaje, las prácticas diarias incluyen animar la conversación, ayudar a expresar ideas y usar vocabulario nuevo, alcanzando estas prácticas a entre el 74% y el 94% de los docentes y situándose también entre los máximos internacionales.

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