No habrá PAC para los jubilados

El Consell alerta: la Comunitat podría perder 52 millones de euros al año en ayudas agrarias de la UE dejando a 28.000 agricultores, 24.000 de ellos ya retirados, sin apoyo económico

Jorge Alacid

Valencia

Domingo, 12 de octubre 2025, 00:58

Esos caballeros de pelo cano (en el mejor de los casos) y edad avanzada a quienes vemos trajinando por los bancales de sus huertos o ... agachando el riñón para recoger los frutos de sus sudores en este arrozal o aquel campo de naranjos forma parte de un colectivo formado por quienes pueden continuar ejerciendo la actividad agraria, de acuerdo con la legislación vigente, siempre que sus ingresos procedentes de esa dedicación no superen el salario mínimo. Son agricultores, sí, tal vez porque quienes se ejercitan en este oficio siempre lo son, incluso cuando tocaría pasar a disfrutar de los placeres de la vida retirada. Y están en efecto jubilados, aunque mantengan el vínculo con su antigua ocupación: integran un colectivo formado en la Comunitat por unas 24.000 personas, a quienes las conversaciones en curso para la reforma de la Política Agraria Común (PAC) reservan un preocupante novedad. La pérdida de los 52 millones que percibe el conjunto del sector valenciano es un riesgo evidente, a la vista de cómo avanza la negociación.

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De ahí que el conseller de Agricultura, Miguel Barrachina, reclame al Gobierno de España una posición clara y firme, porque está en juego el respaldo económico que perciben no sólo esos agricultores jubilados sino otros 4.000 más en toda la Comunitat. «Además», señala, « se pone en peligro el futuro de 300.000 hectáreas de cultivo, una superficie que representa el 60% del total actualmente trabajado». Barrachina, que exige al Gobierno «que lidere la defensa del campo español en Bruselas« también se moviliza en favor de »unas condiciones justas que permitan a los agricultores y ganaderos afrontar con garantías los retos del sector». Teme Barrachina que pese a sus reivindicaciones la estrategia ministerial se encamine por otros derroteros, porque observa que mientras el ministro del ramo, Luis Planas, «asegura públicamente que defiende los intereses del campo español frente a la nueva PAC«, también nota que »sus técnicos ya trabajan en el articulado de la nueva norma«. »No es el momento de eso, sino de posicionar en Europa un rechazo total a una propuesta que acabaría con gran parte de nuestra agricultura», señala.

El conseller recalca que la Generalitat «no aceptará que la reforma implique recortes en los fondos agrarios, un incremento de la burocracia ni la imposición de nuevas trabas que resten competitividad a los agricultores valencianos«. También rechaza la creación de un fondo único que suprima el papel de las regiones en la gestión de estas ayudas porque «la agricultura necesita certezas, estabilidad y apoyo, no incertidumbre» y recuerda que en el marco del diálogo social y de la interlocución agraria, la Generalitat articuló una postura común, respaldada tanto por el Consell como por AVA-ASAJA, ASAJA Alicante, CCPV-COAG, La Unió, UPA-PV y Cooperatives Agroalimentàries de la Comunitat Valenciana, con el objetivo de rechazar cualquier recorte o reforma de la PAC que perjudique los intereses de los agricultores valencianos.

La frase

«Si los agricultores jubilados deben cumplir las mismas normativas que el resto, lo justo es que accedan a ayudas en igualdad de condiciones»

Miguel Barrachina

Conseller de Agricultura

Sus preocupaciones más concretas se fijan en el inquietante horizonte que aguarda a esa enorme masa de agricultores jubilados que siguen cultivando sus tierras. «Esta medida resulta particularmente perjudicial para la Comunitat, donde la edad media de los agricultores supera los 65 años, situándonos como la región con el sector más envejecido de España y posiblemente de Europa», señala. Y añade: «Si los agricultores jubilados deben cumplir las mismas obligaciones normativas que el resto, lo justo es que también puedan acceder en igualdad de condiciones a las ayuda». Una tesis que enlaza con otra idea: «Tenemos que apostar por el relevo generacional, pero es fundamental tener en cuenta nuestra realidad demográfica para asegurar que quienes han dedicado toda su vida al campo mantengan el respaldo necesario, continúen aportando al desarrollo rural y al sector agroalimentario, y se evite el abandono de tierras».

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De ahí que el conseller insista en subrayar que los agricultores jubilados que continúan trabajando sus parcelas «apoyan de manera directa la producción agrícola y evitan el abandono de terrenos que, de otro modo, quedarían sin uso«. »Su esfuerzo refleja no solo un profundo vínculo con la tierra, sino también una contribución clave a la sostenibilidad del medio rural», afirma. Y concluye: «El campo no puede seguir siendo moneda de cambio en negociaciones políticas. Defendemos una PAC que ayude a producir, a modernizar y a mantener el empleo en el medio rural».

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