Los celadores del Hospital de Xàtiva se reivindican como personal «esencial» y exigen «dignidad»

La situación de los celadores del Hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva es «insostenible» y este martes se han concentrado a las puertas del centro hospitalario para hacer público un comunicado firmado por 103 profesionales para alzar la voz y denunciar que están al límite desde hace años. En esta protesta, se han reivindicado como personal «esencial» y han exigido «dignidad».

Con esta acción, respaldada por el grupo firmante, el colectivo no sólo busca no solo visibilizar las condiciones laborales en las que desarrollan su trabajo, sino también hacer un llamamiento urgente a la dirección del hospital, a la Conselleria de Sanidad y a la sociedad «para que tomen conciencia de una realidad que compromete la salud de los trabajadores, la dignidad profesional y la calidad de la atención sanitaria que recibe la ciudadanía».

Según han denunciado, se trata de una situación cronificada y silenciada que arrastran desde hace años. La falta de respuesta institucional a sus reivindicaciones y la «continua carga de tareas mal definidas han llevado al colectivo a un punto de agotamiento físico, emocional y organizativo». Han insistido en que los problemas son cada vez más graves. Van desde la falta de definición de funciones a la ausencia de protocolos claros por servicio y a ejecutar tareas impropias de su categoría. Todo ello, unido a una plantilla insuficiente y falta de medios ha provocado un «desgaste progresivo».

El manifiesto que han leído ha hecho hincapié en los celadores como «una figura clave, pero invisible». Su labor, según han remarcado, pocas veces se reconoce, a pesar de que se encargan de tareas logísticas y de apoyo asistencial que son imprescindibles para el buen funcionamiento de cualquier hospital, como el traslado de pacientes, el apoyo en quirófano y la movilización en planta, entre otras. «Somos esenciales para el sistema, pero seguimos sin existir en la normativa interna», han reiterado.

Uno de los puntos más delicados del manifiesto tiene que ver con la atribución de funciones sanitarias a las personas de este colectivo que, por formación, contrato y categoría profesional, no son personal sanitario. Eso, «además de ser injusto, supone un riesgo real para pacientes y trabajadores». En su opinión, nadie se beneficiará de que les utilicen como «parche de las carencias del sistema».

Con este documento, los celadores han reivindicado protocolos claros y oficiales en los que se dejen claros los límites para evitar la atribución de funciones sanitarias. También han reclamado acceso real a formación en movilización de pacientes, bioseguridad, gestión de riesgos, emergencias internas, trato con usuarios y soporte básico vital.

Asimismo, han pedido la integración del colectivo en grupos de trabajo internos, comisiones y decisiones que afecten directamente a sus funciones. Además, quieren que se dote al hospital de plantilla suficiente para cubrir con garantías todos los turnos y que se renueve y adecue el material de trabajo.

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