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El presidente de la Generalitat, Salvador Illa saluda al presidente de Junts per Catalunya, Carles Puigdemont AFP

Puigdemont, tras la reunión con Illa: «No vivimos en situación de normalidad democrática»

El presidente de Cataluña y el líder de Junts se reúnen en Bruselas sin banderas, con la mirada puesta en la amnistía y allanan un encuentro con Sánchez

Martes, 2 de septiembre 2025, 16:28

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el presidente de Junts, Carles Puigdemont, se han reunido este martes en Bruselas, en la sede de ... la delegación del Govern en Bruselas. El encuentro, inédito entre ambos, ha durado en torno a una hora y media. Al término, ninguno de los dos ha comparecido ante la prensa. Se han limitado a hacer una valoración, muy breve, en sus redes sociales. Puigdemont ha puesto el foco en la situación de falta de normalidad democrática que a su juicio se vive en Cataluña. «Le agradezco la amabilidad y la conversación. En situación de normalidad democrática, esta reunión habría tenido que producirse hace muchos meses y no en Bruselas sino en el Palau de la Generalitat, en la capital de Cataluña. Hoy volvió a quedar claro que no vivimos en situación de normalidad», ha afirmado el líder de Junts, replicando al mensaje que han trasladado los socialistas de que el encuentro supone un avance en el proceso de normalización política de Cataluña. Illa, por su parte, ha tratado de restarle relevancia al encuentro y lo ha enmarcado en la ronda de contactos que ya celebró con los expresidentes de la Generalitat. «Hoy me he encontrado con el president Carles Puigdemont, tal y como he hecho con el resto de expresidentes de la Generalitat. El diálogo es el motor de la democracia para que Cataluña siga avanzando. Hoy damos un buen ejemplo», ha relatado.

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La cordialidad ha marcado la cita, por las imágenes que han facilitado al inicio. Se han saludado de manera muy cordial a la entrada de la delegación y han estrechado sus manos en un tono relajado y sonriendo. Con el mismo tono, se han fotografiado poco después sentados en el despacho. En la imagen, en el despacho, donde ambos se han fotografiado entre risas, la escenografía elegida por el Govern ha sido la misma que con los expresidentes de la Generalitat con los que se reunió Illa hace más de un año. Sin banderas (para evitar la española), dos butacas, una mesa y una planta. El president hizo una ronda de reuniones con todos sus antecesores al poco de llegar al Palau de la Generalitat. Se citó con Pujol, Mas, Montilla, Torra y Aragonès. Con todos menos con Puigdemont, el único que se mantiene en primera línea, como líder de Junts.

La reunión es inédita. Cuando Puigdemont era presidente de la Generalitat, Illa era secretario de Organización del PSC y el líder del PSC era Miquel Iceta, que era quien interlocutaba con el Ejecutivo catalán. Puigdemont lleva casi ocho años huido en Bruselas y desde entonces no ha coincidido nunca con el actual jefe del Ejecutivo catalán. En todo este tiempo solo han tenido contactos telefónicos.

El encuentro supone un doble reconocimiento por ambas partes. Por la parte de Illa, supone el reconocimiento político de Puigdemont, a pesar de que aún pesa sobre él una orden de detención nacional para ser juzgado en España como responsable del 'procés'. Puigdemont lleva meses reclamando que se le aplique la amnistía política, a la espera de que se la aprueben judicialmente los jueces del Tribunal Supremo. Por la parte de Puigdemont, la visita a la sede del Govern implica el reconocimiento de Illa como legítimo presidente catalán, en dependencias autonómicas. La cita se ha celebrado un año después de la investidura de Illa, a la que optó, sin éxito, Puigdemont. Con su regreso fugaz a Barcelona, el expresident intentó dinamitar la elección del entonces candidato socialista.

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La cita es una doble victoria para Puigdemont. Se le restituye políticamente, como pedía, y además se le concede todo el protagonismo de la legislatura española. No es baladí que la reunión se haya celebrado el 2 de septiembre, el día que marca el inicio del curso político, cuando está en marcha la preparación de la negociación de los Presupuestos Generales del Estado, que si Pedro Sánchez consigue aprobar, supondrán la herramienta que necesita para agotar la legislatura. Aunque ayer avisó en TVE que su intención es apurar su mandato consiga o no aprobar las cuentas.

Antes del inicio de la reunión, Junts ha sido muy claro. Valora la reunión entre Illa y Puigdemont, aunque asegura que llega tarde y señala que debe ser la antesala de un futuro encuentro entre el presidente del Gobierno y el expresidente de la Generalitat. Junts mantiene la amenaza de romper con el Gobierno si no cumple los compromisos de investidura. Reclama una reunión con Sánchez, pero sobre todo exige cesiones con el catalán y la resolución del conflicto.

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La Moncloa ha confirmado este martes que esa cita se producirá y no ha descartado que sea en el extranjero, por lo que no rechaza que la reunión se celebre incluso antes de que el líder de Junts sea amnistiado. «El presidente del Gobierno dijo que esa reunión se producirá con absoluta normalidad y cuando llegue ese momento todos ustedes lo conocerán y lo sabrán», ha asegurado la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. Para el Gobierno central, la reunión de este martes debe servir para avanzar en las «confianza mutua entre las distintas formaciones políticas». «Yo creo que eso es bueno para la convivencia y es bueno para el diálogo», según Alegría. El Govern, que ha descartado que Illa haya recibido instrucciones de Sánchez, ha asegurado que el encuentro es un avance en el proceso de normalización política de Cataluña.

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