El Gobierno no tira la toalla pese al aviso de Junts: «Tumbaremos votaciones en barrena»
Moncloa mantiene la consigna de «mano tendida» hacia los de Puigdemont, que creen que su decisión «se notará pronto»
El Gobierno continúa con su día a día como su Carles Puigdemont no hubiera consumado el lunes el divorcio con el PSOE en el ... Congreso de los Diputados. Con una minoría acentuada por la marcha de dos socios del bloque que propició la investidura de Pedro Sánchez -primero Podemos y ahora Junts-, faltan votos para cualquier iniciativa parlamentaria. Y también sobra cierto optimismo. Moncloa, que lleva toda la legislatura negociando ley por ley con los que son sus socios, mantiene su agenda legislativa, impasible a la tozuda aritmética parlamentaria. En ese contexto, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, presentó ayer una nueva ley de enjuiciamiento criminal, que calificó como «histórica» y confía en sacar adelante.
Publicidad
De obtener la luz verde de Las Cortes, sustituirá a la anterior, en vigor desde 1.882 tras sufrir algunas modificaciones. «Han tenido que pasar doce Papas, cuatro reyes, dos presidentes de la República, dos dictadores, 44 presidentes del Gobierno y 106 ministros de Justicia», presumió el también titular de Presidencia. Pero es posible que estas cifras continúen creciendo, porque las cuentas no salen, más aún después de que Sumar haya mostrado su rechazo a la limitación de la acusación popular que contiene el proyecto.
Moncloa mantiene la consigna de «mano tendida» y «diálogo» hacia Junts, pero estos, que en no veían mal esta modificación legal, ya amenazaron ayer con «tumbar leyes en barrena». La principal, los Presupuestos Generales del Estado de 2026,. El Gobierno tiene «muy avanzada» la elaboración del proyecto y mantiene la intención de llevarlo al Congreso, aunque ya todos los actores políticos -excepto los dos partidos que forman parte del Gobierno- empiezan a dar por hecho que la legislatura acabará con las cuentas públicas prorrogadas desde 2023. «Son buenos Presupuestos, los aprobó este Gobierno y han permitido muchos avances sociales», reconoció la ministra portavoz, Pilar Alegría, que defendió, sin embargo, que el Ejecutivo «va a seguir sudando la camiseta».
Fuente gubernamentales mantienen la idea de que han cumplido con los de Puigdemont y que los incumplimientos del acuerdo de investidura que denuncia Junts «dependen de terceros». Por ello confían aún en un giro de guion si logran convencer a Alemania de apoyar la coficialidad del catalán en la UE y se acaba aplicando la ley de amnistía en su totalidad. Dos de las pretensiones de los posconvergentes. «No hacemos como si no pasara nada», se defienden.
Publicidad
Bolaños -interlocutor del Gobierno con Junts en el Congreso-, insistió en que va a seguir «llamando a la puerta» de los posconvergentes, pero estos recuerdan al ministro que su decisión es irreversible y que no tiene vuelta atrás. Los herederos de CiU pasan formalmente a la oposición y retiran el apoyo a los socialistas en el Congreso. El consejo nacional del partido celebró una reunión extraordinaria para ratificar la decisión de la ejecutiva y aprobar la pregunta que someterá a consulta de la militancia: «¿Estás de acuerdo con la propuesta de la dirección de dar por finalizado el acuerdo de investidura ante los reiterados incumplimientos?». Los más de 6.000 asociados de la formación tienen entre el miércoles y el jueves para dar su opinión. No se esperan sorpresas.
Legislatura inestable
Junts tendrá que negociar cuestiones que afecten a Cataluña y no descartan apoyar las que «beneficien» al territorio. Pero el secretario general juntero, Jordi Turull, advirtió al Gobierno de que notará «pronto» que la ruptura cambia la estabilidad de la legislatura. «Verán que no tienen la mayoría», señaló.
Publicidad
El president de la Generalitat, Salvador Illa, pidió, por su parte, al Gobierno acabar la legislatura pese a las advertencias de los de Puigdemont. El dirigente socialista catalán trató de rebajar la tensión política, tras el anuncio de Junts. «No estamos preocupados», señalaron en la administración autonómica catalana. El Govern cree que es «deseable» tener presupuestos, pero «no se acaba el mundo», tal y como afirmó días atrás la consejera de Economía, Alicia Romero.
Pero otros socios, como el PNV, evitan poner paños calientes y cree que si el Gobierno no saca adelante los Presupuestos, lo que resta de legislatura «será una agonía». Así lo señaló la portavoz del PNV en el Congreso, Maribel Vaquero, antes de recordar a Sánchez que le corresponde lograr que la actual mayoría negativa se convierta en positiva.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión