La elección de portavoz, prueba de fuego en la etapa post Cantó de Cs en Les Corts
Ruth Merino podría asumir esa función de forma interina, pero está por ver si Madrid acepta y las consecuencias de una eventual negativa
La marcha de Toni Cantó como diputado de Les Corts -ayer por la tarde aún no se había recibido en el registro la comunicación de su renuncia al escaño- dibuja un escenario lleno de incertidumbre en el grupo parlamentario de Cs en la Cámara autonómica. El ya exdirigente de la formación naranja no sólo era el portavoz parlamentario. También era el líder y referencia de una parte del grupo. Sobre esos diputados, los considerados leales al hasta ahora Síndic, es sobre los que recae ahora el foco respecto a cuál será su decisión más inmediata: continuar en el grupo parlamentario o seguir los pasos de Cantó -sea manteniendo o abandonando el escaño-.
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La primera decisión a tomar, quizá la que condiciones el futuro más inmediato, tiene que ver con la búsqueda de un nuevo Síndic del grupo de Cs en Les Corts. Con Cantó al frente, las funciones de número dos del grupo las asumía Ruth Merino, una de sus diputadas más fieles. Merino podría asumir de forma interina esa portavocía. Pero, formalmente, la propuesta le corresponde a la dirección nacional del partido. Y eso es un problema.
Lo es porque parece razonable pensar que el comité ejecutivo que encabeza Inés Arrimadas podría no ser partidario de dejar en manos de uno de los diputados más cercanos a Cantó el control del grupo. Si eso ocurre, es decir, si la dirección nacional prefiere y propone a otro portavoz, los fieles del ya exdirigente de Cs podrían optar por dar la espantada -si esa circunstancia no se produce incluso antes-.
En el seno del grupo de Cs -sobre la base de unas listas electorales aprobadas para las autonómicas de abril de 2019, conviven fieles a Cantó con diputados leales a la vieja dirección de Cs -sobre la que Emilio Argüeso guarda un indiscutible predicamento- y algunos otros parlamentarios que han tratado de mantenerse alejados de los debates orgánicos.
En teoría, la marcha de Cantó podría acelerar el salto de algunos de sus fieles, quizá los más dudosos, a la mayoría que pueda quedar afín a Arrimadas. Pero lo cierto es que cualquier movimiento en ese sentido es ahora mismo una incertidumbre. Tal y como ya informó este diario, Cantó mantuvo a finales de la semana pasada una reunión con alguno de los diputados de Cs en Les Corts en lo que fue interpretado como una toma de contacto para calibrar qué diputados le eran fieles y cuáles no. Su salida del partido, con destino probable en Madrid, no permite una iniciativa en la que puedan embarcarse otros diputados del partido. Pero eso no cierra la puerta a que puedan seguir funcionando como grupo cohesionado. ¿Sin Cantó? Está por ver que ese escenario pueda funcionar a partir de los próximos días.
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De hecho, algunos cuadros del partido especulaban ayer con que Cantó pudiera seguir manteniendo cierto control sobre ese grupo de diputados -al menos siete-. De hecho, se anunciaban reuniones para fijar nuevas decisiones y cómo hilvanarlas.
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