La detención de tres dirigentes del PP en Almería abre otro frente a Moreno
El presidente de la Junta, que aún trata de pasar página de la crisis de los cribados, enfrenta ahora el supuesto cobro de mordidas de uno de sus líderes provinciales
La última redada contra la corrupción de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en Almería, que se ha saldado con siete detenciones, ... entrte ellas las del presidente y el vicepresidente de la Diputación, Javier Aureliano García y Fernando Giménez, y el alcalde de Fines, Rodrigo Sánchez, los tres dirigentes del PP, ha abierto una nueva crisis a Juanma Moreno en el tiempo de descuento hacia las andaluzas, que tocarían como muy tarde en junio. «Desconozco exactamente cuál es la causa, la instrucción y qué ha motivado esa situación», afirmó este martes el presidente andaluz, quien, no obstante, aseguró que estaría «muy pendiente» para tener información «lo más exhaustiva posible».
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Los detenidos se encontraban investigados judicialmente en el caso que indaga presuntas comisiones ilegales en contratos de suministro de material sanitario adjudicados por la Diputación de Almería durante lo peor de la pandemia. La instructora del caso considera que hay «sospechas fundadas» de la existencia de unos hechos que podrían ser constitutivos de los delitos de cohecho, malversación de caudales públicos y blanqueo de capitales al haber cobrado supuestamente mordidas a las empresas que contrataron con la Diputación. Unos contratos que podrían superar los dos millones de euros y por los que el PP ha pedido que se vaya «hasta el final» para que «se resuelva cuanto antes» la causa que se está investigando.
La formación que lidera Moreno, que fue reelegido el pasado 9 de noviembre como presidente del PP andaluz con el 99,95% de los votos, ha suspendido de militancia a los cargos del PP de Almería detenidos este martes. Según informó en un comunicado, tras las últimas informaciones oficiales derivadas de la investigación iniciada por el Juzgado de instrucción 1 de Almería, el Comité de Derechos y Garantías ha incoado expediente informativo a fin de esclarecer los hechos por los que se ha arrestado a Javier Aureliano García, Fernando Giménez y Rodrigo Sánchez, al mismo tiempo que ha propuesto la suspensión cautelar de su militancia.
La suspensión de García afecta de lleno a la cúpula del partido en Almería ya es el líder del PP en la provincia y fue elegido vocal de la Junta Directiva Autonómica de los populares en el congreso que celebraron hacedos semanas en Sevilla y que contó con la presencia de Alberto Núñez Feijóo.
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Moreno afronta un nuevo revés a siete meses de que se abran las urnas y mientras intenta dar por superado la crisis de los fallos en los cribados del cáncer de mama en Andalucía, que afectó a 2.317 las pacientes que no fueron informadas del resultado no concluyente de la prueba y que debían volver a pasar por el mamógrafo o el ecógrafo. Una cadena de errores fatal que se llevó por delante a la entonces consejera de Salud, Rocío Hernández, y que dada su magnitud obligó al propio presidente de la Junta a asumir las riendas de la crisis. El barón del PP depuró responsabilidades, anunció la contratación de más de 4.000 profesionales entre finales de este año y 2026 e incluso avanzó la puesta en marcha de un proceso de remodelación del Sistema Andaluz de Salud para adaptar sus estructuras y gestión a la actual pirámide poblacional de la región, que cuenta con más de 8,6 millones de habitantes.
Revalidar la mayoría
Aunque el último CIS andaluz no medía el impacto de la crisis sanitaria sí reflejaba el desgaste de los casi siete años de gestión de Moreno y el auge de Vox, que recogen todos los sondeos. El propio presidente andaluz admitió el pasado 12 de octubre en los habituales corrillos del Palacio Real que la mayoría absoluta que obtuvo en junio de 2022 está ahora en riesgo. La tesis de Moreno es que los de Santiago Abascal se alimentan del cabreo ciudadano, de la «antipolítica» y la «bronca». Y que una crisis de gestión como la que ha sacudido a la Junta sólo mejora sus perspectivas.
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Para revalidar su mayoría, el barón del PP necesita mantener el trasvase de voto socialista que recibió hace tres años y medio, ese votante de izquierda que lo eligió convencido de que era lo más útil para frenar a la extrema derecha. En el PP andaluz entienden que ese voto ha dejado de ser prestado y que aquel respaldo a Moreno de parte del electorado progresista se ha consolidado. Pero el desafío sigue abierto.
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