La dirección regional avisó ayer mismo a los concejales de que les enviaba la comunicación oficial
La calle Quart confiaba en que alguno de los ediles presentara su renuncia de inmediato, pero el grupo mantiene por ahora la unidad
J. C. F.
Martes, 22 de marzo 2016, 23:55
El vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo, anunció el lunes dimisiones inminentes «en horas o días» en el partido de Valencia. El dirigente nacional trataba así de presionar a los nueve concejales de su partido investigados en la trama de blanqueo, para que abandonaran el acta, o al menos se dieran de baja del partido. La presión, que como él mismo verbalizó transmitía cierta sensación de inmediatez, no dio resultado. Al menos por ahora. La dirección regional del PPCV que encabeza Isabel Bonig contactó ayer vía telefónica con los concejales investigados -el término que sustituye al de imputados tras la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal- para anunciarles que les enviaba la comunicación oficial por escrito de lo que ya les trasladó la pasada semana en reuniones uno a uno con siete de ellos -Alberto Mendoza y María Jesús Puchalt no llegaron a sentarse con la presidenta regional-: se llegó a un acuerdo hace un mes, el de que tendrían que dejar el acta si el juez les mantenía investigados por blanqueo, y puesto que esa situación se ha producido, ahora tienen que entregar su acta.
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Bonig detalló a los concejales el contenido de la carta que recibirán entre hoy y mañana: tienen diez días para entregar el acta. La alternativa, si no cumplen esa advertencia, es la puesta en marcha del proceso de expulsión. Con estos diez días, la presidenta regional vuelve a aplazar un poco más la adopción de medidas contundentes con sus concejales: cuando estalló el caso se mostró partidaria de apartarlos de inmediato; a mediados de febrero pactó con ellos darles plazo hasta que se levantara el secreto de sumario; la semana pasada les hizo un nuevo ultimátum; y ahora, por escrito, les da otros diez días para que tomen una decisión.
La dirección regional confiaba en que el paso de los días ablandaría la posición de alguno de los concejales. Las declaraciones de Maillo hicieron pensar que esa posibilidad era cierta e inminente. Pero de la conversación de ayer de Bonig con los concejales, con el anuncio de la carta certificada, no se extrajo ningún movimiento: los concejales permanecen unidos y, por ahora, siguen negándose a romper la posición de partida. Creen que el sumario del caso de blanqueo no tiene pruebas de peso como para sostener las acusaciones y se niegan a formalizar su renuncia -y mucho menos a entregar el acta-. Las fuentes del PPCV consultadas por este diario consideraron ayer que aunque algunos concejales (se llega a identificar a cuatro) podrían ser más proclives a presentar su renuncia, las voces que les hacen ver la conveniencia de mantenerse unidos se imponen. Entre esas voces se incluye también la de la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a la que desde la dirección regional se atribuyó ayer un papel determinante a la hora de que los nueve concejales se enroquen y no presenten su renuncia. Respecto a Barberá, el PP del Senado desconoce si la exalcaldesa d volverá a la Cámara Alta la semana que viene para participar en el segundo pleno de la legislatura y en el que se debatirá a propuesta del PSOE una moción contra el aforamiento.
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