Urgente Los WhatsApp de Pradas muestran que Presidencia conoció que había un fallecido por la dana a las 16.28 horas
Los porotagonistas de 'La novia'. RC

'La novia': loca rica, loca pobre y serie fallida

La nueva apuesta de Prime Video podría haber sido una peli de tarde. Y la hubiéramos disfrutado sin tanta irritación.

Sábado, 4 de octubre 2025

La primera vez que me topé con Robin Wright fue en 'Santa Bárbara', un culebrón matinal que veía cuando no iba a la facultad. Obviamente, ... no fui la única en caer rendida ante la increíble fotogenia de Wright, de la que también se percataron tanto Sean Penn como Hollywood. Así, la actriz acabó convertida en una estrella, protagonizando películas como 'La princesa prometida', 'Forrest Gump' y 'Moll Flanders' e interpretando a Claire Underwood, la Lady Macbeth de 'House of Cards'. Y es por esa trayectoria por lo que aún no me explico qué hace una señora como ella en un sitio como este. En 'La novia', para ser exactos, aunque supongo que Wright no ha hecho nada que no hayan hecho antes Nicole Kidman en 'Nueve perfectos desconocidos' o Julianne Moore en 'Sirenas', que es dar una pátina de 'qualité' y de lujo a productos que carecen de ella. Pero contemplar a actrices extraordinarias y magníficamente vestidas interpretando a mujeres blancas, ricas y locas, ese nuevo género, no basta para justificar una serie.

Publicidad

En 'La novia' (Prime Video), Wright encarna a Laura, una galerista de arte adinerada, finísima y cultivada que mantiene una relación idílica en la forma, pero castradora en el fondo, con su hijo Daniel (Laurie Davidson). Cuando entra en escena Cherry (Olivia Cooke), una ambiciosa agente inmobiliaria de origen humilde por la que Daniel pierde la cabeza, la relación entre madre e hijo es puesta en peligro: ¿es Cherry tan buena chica como cree Daniel, o en realidad es una trepa chabacana capaz de hacer cualquier cosa por conseguir lo que quiere? ¿Es Laura una madre protectora, o solo una arpía egoísta y manipuladora? Pues depende de quién cuente la historia, de ahí que los hechos, que consisten en una progresiva escalada de perrerías de la una a la otra, se narren desde las perspectivas de ambas contendientes. Eso enriquece la trama, sí, pero también la alarga hasta el aburrimiento, algo inexcusable en una miniserie de seis capítulos que, además, se vende como entretenimiento: al igual que esa reunión podría haber sido un email, esta serie podría haber sido una peli de tarde. Y la hubiéramos disfrutado sin tanta irritación.

'La novia' también podría haber sido una interesante reflexión acerca de las relaciones familiares, el poder, la clase social, las apariencias y los límites de la locura. Porque sí, todo eso está en la serie, pero tratado de una forma superficial y efectista. Llegados a ese punto, hubiera sido más interesante y mucho más divertida una apuesta clara por el mamarrachismo, por el puro disparate, y olvidarse de la pretensión de emular a Hitchcock o a Fincher. Lo único que se le puede agradecer a 'La novia' es que, cuando parte de la acción se desarrolla en Málaga, las imágenes no se acompañen con la consabida guitarra flamenca. Por lo demás, ni siquiera ver a la exquisita Robin Wright, contratada para hacer pasar un anillo de bisutería barata por uno de Elsa Peretti (y para dirigir tres capítulos), es suficiente.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad