'La joven George Sand': la mujer que luchó contra su siglo
La superficialidad de la ficción, protagonizada por Nine d'Urso, se compensa con una producción exquisita y una extraordinaria ambientación que atrapa la atmósfera del París burgués hasta hacerla casi palpable
En la primera escena de 'La joven George Sand' (Filmin) asistimos a una violación dentro del matrimonio. No es, ni mucho menos, la primera: la ... baronesa de Dudevant, Aurore Dupin, arrastra un historial de humillaciones, maltratos y abusos por parte su marido que solo es capaz de soportar refugiándose en la literatura, el único lugar donde puede ser libre.
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Lo que se esperaba de Aurore Dupin era lo que se esperaba del resto de las mujeres de la época (y que hoy, algunos, siguen esperando de nosotras): que mantuviera una actitud pasiva y sumisa, que soportara con entereza todas sus desgracias. Pero la baronesa se niega a ser una víctima durante más tiempo y pone en práctica una rebeldía que, hasta ese momento, se había limitado a plasmar por escrito. Así, Aurore abandona al barón y huye con su amante a París dispuesta a convertirse en escritora. Lo conseguirá, pero a costa de travestirse de hombre y de adoptar el seudónimo de George Sand tras recibir la respuesta de un editor: «Las mujeres no están hechas para escribir libros, sino para tener hijos».
Su conducta era escandalosa para la sociedad del siglo XIX: llevaba levita y pantalones, fumaba en público y mantenía relaciones con quien le apetecía, como Alfred de Musset, Chopin y Marie Dorval. El crimen de George Sand fue vivir con la misma libertad que un hombre y manifestar el derecho de todas las mujeres a hacerlo, algo que la convirtió en una amenaza para el orden establecido. Pero no todo París estaba en su contra: su talento indiscutible como escritora le abrió las puertas del Parnaso literario francés y le permitió contar con el apoyo de Victor Hugo, Balzac, Flaubert o Proust. A pesar de ello, convertirse en una figura de las letras no impidió que su marido siguiera haciéndole la vida imposible. Desesperada por recuperar su patrimonio y por volver a tener a sus dos hijos junto a ella, llevó a juicio al barón y consiguió la separación legal y la custodia de los niños en un proceso tan mediático que hoy hubiera sido transmitido por 'streaming'.
Si al indudable atractivo del personaje no han podido resistirse actrices de la talla de Judi Dench o Juliette Binoche, ahora es Nine d'Urso quien se ha visto seducida por George Sand. La interpreta con una energía libre y elegante heredada de su madre, Inès de la Fressange, legendaria modelo francesa que fue rostro de Marianne, el símbolo de la República, en 1989. Tan atractiva y 'chic' envuelta en faldas enormes y cabellos larguísimos como transmutada en un caballero de pelo corto, d'Urso da credibilidad a esa George Sand joven e indomable. Se echa en falta, en cambio, una mirada más profunda y compleja sobre el papel principal: en lugar de abordar las múltiples contradicciones de una mujer que era, a su vez, fuerte e insegura, Sand parece de una solidez casi marmórea. Algo similar sucede con el resto de la serie: los sucesos se desarrollan de una forma esquemática, yendo a lo más epatante. A cambio, esa superficialidad se compensa con una producción exquisita y una extraordinaria ambientación que atrapa la atmósfera del París burgués hasta hacerla casi palpable.
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Con cuatro episodios, la emisión de 'La joven George Sand' en France 2 ha sido un éxito de audiencia. No es extraño: frases como «Soy una mujer luchando contra su siglo» son carne de camiseta. Y sí, aún se podrían decir en nuestro siglo.
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