Granja alega y reclama un estudio del impacto sonoro de la futura vía

El Ayuntamiento de Granja de Rocamora ha enviado una alegación al Ministerio de Fomento ya que la ampliación de la Autovía A-7 generará un mayor impacto ambiental en varias urbanizaciones bastantes próximas a la carretera. El equipo de gobierno ha mandado a la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente una petición para que se realice un estudio acústico de «los ruidos pertinentes a sus paso por el término municipal», a pesar de que como organismo oficial no entró con anterioridad en el plazo habitual para exponer sus alegaciones.

Desde el Consistorio granjero se esgrime que la empresa que redactó el proyecto envió los planos en un primer momento a una escala demasiado pequeña. A pesar de alegar fuera de plazo se prevé que Fomento acepte sus peticiones puesto que algunas viviendas van a quedar a la distancia mínima que exige la Ley para este tipo de carreteras, lo que supone 50 metros desde la fachada de varios bungalós al arcén de la carretera por donde existe un elevado tráfico diario.

La idea del Consistorio es colocar una serie de paneles acústicos que aminoren el ruido que generan los miles de motores que pasan por el término municipal a diario. Esta situación ocurre en barrios como Heredades de Almoradí o la pedanía crevillentina de El Realengo por donde la variante AP-7 pasa también cerca del casco urbano.

El coste de las expropiaciones para poder ampliar la calzada de la carretera en cada sentido asciende a once millones de euros y se enajenarán 539.000 metros cuadrados. Asimismo el estudio previo calcula que harán falta 20.300 metros cuadrados para ocupaciones temporales y la imposición de terrenos de servidumbre, que se calculan en 28.000 metros cuadrados.