Devoción contra el frío en Catral

Ni el viento ni el frío pudieron incordiar a la romería en honor a Santa Águeda de Catral. La santa volvió a su ermita pasado el mediodía arropada por los suyos y con un gran ambiente en la feria que se prolonga a lo largo del barrio al que da nombre. La jornada ventosa no frenó a los catralenses a salir a la calle para festejar esta efeméride, ni tampoco a los vecinos de Crevillente, que eran numerosos como otros años. Como novedad se pudo observar ver entre los cientos de visitantes que el colectivo de residentes europeos sumaban más efectivos que otros años. La gran afluencia al camping internacional Marjal, ubicado en los aledaños del municipio, ha reactivado el consumo en la hostelería y en las fiestas que se celebran en invierno. Por ello, era habitual encontrarse con extranjeros que llegaban hasta el centro del municipio montados en bicicleta y que pasan el invierno en el sur de España, en parte por la buena climatología que dispone frente a otros destinos.

El turrón casero y las bolas de caramelo competían este año con las bufandas y gorros contra el frío. En definitiva, en esta fiesta que recibe el mes de febrero casi nunca hace buena temperatura como reconocen los comerciantes que este año han tenido que sortear las obras de la calle de Santa Águeda.

El único contratiempo lo sufrieron los niños que tuvieron que dejar de montar en las atracciones de feria porque permanecían cerradas a causa de las fuertes rachas de viento. No obstante, tanto los feriantes como los vendedores ambulantes esperan que las visitas se alarguen durante el próximo fin de semana, ya que las paradas permanecerán abiertas hasta el domingo por la tarde.

Uno de los comerciantes que asiste cada edición, Antonio Hoyos, relató que «los comercios que estamos en la calle siempre dependemos del clima, si hace mal tiempo no vendemos». Aún así, prevén remontar las ventas a partir de hoy «porque solo durante los fines de semana se remontan las ventas, que es cuando la gente tiene tiempo libre».

El reverendo misionero y profesor de la Sagrada Escritura Félix Álvarez, brindó con una extensa homilía a los presentes a la misa mayor. Así fue como se alargó el oficio algo más de hora y media para que Santa Águeda saliera entre vítores y tracas a la puerta de la parroquia de los Santos Juanes. La procesión de vuelta clausuró el programa de actos religiosos, pero se espera que la fiesta se pueda alargar unos días más.