Al ecologismo radical no le gusta nada el regadío. Le tiene ojeriza. Prefiere el secano y además que sea extensivo. Más o menos a lo ... que salga. Lo ve mucho más sostenible, porque depende de lo que le llueva. No llueve, mal año. Y que no se abone tampoco, o apenas; a lo sumo un poco de estiércol, pero que sea de granjas pequeñas y locales, de las que no van quedando. Luego tenemos que en el manual del ecologismo más fetén no queda bien parada la cría de animales en cautividad, una explotación de seres vivos. Y tienen muy mal visto lo de comer carne. Mejor hacernos todos vegetarianos, más aún veganos, o crudívoros, el paso definitivo. Pero si no hay demanda de carne no se crían animales, y sin animales a mano no hay estiércol. Y si estás a lo que llueva y va y no llueve, no crece nada, se eche o no se eche lo que sea. De manera que para eso se inventó lo de regar desde muy antiguo, para asegurar que germinen las semillas cuando se siembran, que broten los esquejes cuando corresponde, que crezcan bien plantas y árboles, que luego florezcan a punto, que cuajen los frutos, y que engorden lo necesario.
Publicidad
Aun así, el ecologismo prefiere que no se riegue. Para asegurar la viabilidad de cualquier cultivo es precisa el agua, y si no cae, que se aporte mediante el riego; eso básico, pero nanay. Demonizan el regadío porque resta caudales. Que los ríos vayan enteros al mar, a ser posible, y que los acuíferos subterráneos no se toquen; eso de que otros inviertan en pozos para poder regar cultivos donde no hay ríos ni acequias les da repelús.
Greenpeace le ha puesto la proa desde hace tiempo al regadío, en general, aunque luego tiene la consideración de diferenciar lo que aún ve que sería un modelo a defender, la agricultura familiar, que lamentablemente se va reduciendo, porque no puede competir, de lo que engloba en la agroindustria, que entiende como un compendio de «millonarios» que se aprovechan del agua para exportar. Ya ven, exportar, crear riqueza, qué gran pecado.
Es un planteamiento trasnochado. Critica Greenpeace que en regiones españolas con escasez de agua se lidere la producción y exportación de frutas y hortalizas, lo que interpreta como un lujo, una especie de exportación de agua encubierta; como algo caprichoso y desde luego no conveniente. También como si fuera reciente, sobrevenido; ya ven, desde Babilonia. ¿Nadie les ha explicado nunca que eso es así desde hace mucho tiempo, y que no se trata de exportar caprichosamernte agua en forma de naranjas, melocotones, tomates o alcachofas, sino de abastecer a quienes las necesitan para comer, pero por otras razones -que Greenpeace no cita, o desconoce- no las pueden tener más a mano?
Publicidad
¿Cómo se explican en Greenpeace que países con grandes ríos navegables y recursos hídricos a mansalva, como Francia, Alemania, Holanda, Bélgica... sean compradores históricos de frutas y hortalizas cultivadas en Valencia, Murcia o Almería? ¿Son bobos y no se enteran? Nada de eso, es por el clima. No enredemos a estas alturas. En muchos otros países no pueden producir naranjas, ni tener pimientos en invierno, salvo que gasten muchísima energía en invernaderos. O nos compran a nosotros o lo traen de más lejos. Son muchos que nos hacen la competencia por precio, pero mantenemos el tipo por calidad, servicio y saber hacer, pese a todo, incluida tanta oposición interna extrañamente ideologizada. No es fácil improvisar estructuras productivas eficaces que vienen de muy atrás, renovándose y mejorando sin parar.
Dice Greenpace que la alimentación debe de ser un derecho, no un negocio. Qué guay. Pues ejerzan su derecho desde ya. Prueben. No dependan de nadie. Pero mírense la chepa. La ecuación es de lo más sencilla. Los antepasados trabajaban de sol a sol para poder comer. ¿En qué y cómo trabajamos hoy, de qué vivimos? No de producir directamente lo que comemos; que lo hagan otros, que doblen el espinazo. Ah, pero que no rieguen, y que no hagan negocio, que no ganen con su trabajo. La comida que hacen otros es un derecho para mí. Así cualquiera. Modernas formas de abusar.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión