Urgente Euromillones deja este viernes un premio millonario en una localidad de la Comunitat Valenciana
Campo a través

66,79 gramos por día de desperdicio alimentario

Vicente Lladró

Valencia

Domingo, 31 de agosto 2025, 23:52

En los últimos años nos insisten machaconamente en lo del desperdicio alimentario. Está muy bien lo de concienciar a la población para intentar corregir malos ... hábitos, pero a veces es tal la persistencia y la duda sobre la forma en que se recogerán y 'cocinarán' las cifras con las que nos fustigan, que no sabe uno si en el fondo de todo no habrá ciertas ganas de crear mala conciencia generalizada para luego poder esgrimir pequeños logros.

Publicidad

Miren los últimos datos. El año pasado se redujo un 4,4% el dato oficial del desperdicio alimentario en España, que el Ministerio de Agricultura fijó en «1.125 millones de kilos o litros», lo que supone que «se logró evitar que 51,54 millones fueran a la basura».

El desperdicio per cápita quedó fijado en 24,38 «kilos o litros» por persona y año, lo que puede parecer mucho, pero si lo dividimos entre 365 días son sólo 66,79 gramos por jornada, una cantidad que es realmente pequeña y casi en niveles inevitables por término medio.

A ver, es imposible que una persona vaya tan ajustadísima, hasta el punto de que no le sobre nada, que compre exactamente lo que necesita, que lo consuma todo en perfecta sintonía, que no se le estropee ni una pizca, que no haya ni un residuo de nada que sea preciso tirar... Eso es irrealizable. Y más si se compra para abastecer a varias personas en una casa, o en un local comercial o de hostelería. No hay manera de ajustar hasta lo indecible. Y, además, todo lo que se compra no se puede comer, siempre hay partes que no se aprovechan. Por ejemplo, unos comen los tomates de ensalada sin pelar, a otros les gusta pelarlos, puede que en algunos de los adquiridos haya que recortar alguna parte afectada por insectos o el pedrisco. ¿Esas partes, o la misma piel, son desperdicio si no se comen?

Publicidad

Ahora está de moda decir que es bueno comerse la piel de los melocotones, pero a muchos nos gusta pelarlos, quitando con gran tiento lo que no es más que la fina piel, sin más. ¿Es desperdicio? ¿Y la corteza del melón? ¿Y los huesos y la piel del pollo, o esa porción de grasa o nervios de cualquier filete de carne? ¿Y el tocino del jamón? Si se cuenta todo esto, y más porciones inútiles de lo que trajinamos (incluido algún mendrugo de pan), igual salen más de 66 gramos al día, que ya no son casi nada.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad