La Vila Joiosa fue el lugar elegido para la presentación oficial de la Ley de Protección y Ordenación de la Costa Valenciana, comúnmente conocida, por ... aquello de abreviar en estos tiempos del todo 'fast', como Ley de Costas, y fue en esa Jornada precisamente, en la que escuché esta expresión: la fachada valenciana.
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Una fachada valenciana con, ¿por qué no decirlo? unas magníficas vistas al Mar Mediterráneo.
La promulgación de leyes autonómicas es el mayor ejercicio de autogobierno valenciano, es poner en marcha el engranaje de Les Corts Valencianes para desarrollar el cuerpo normativo necesario para regular desde la proximidad y el conocimiento de la idiosincrasia del territorio y de las personas que lo habitamos.
Poniendo por bandera la premisa del valor de la diversidad, no cabe en su regulación la homogeneidad
El autogobierno tiene sentido en tanto en cuanto da valor de ley a aquello que es demandado y cubre las necesidades del territorio autonómico, la protección del entorno, y también la de la propiedad, con una apuesta por el medio ambiente, y que todo ello converja con las actividades deportivas y recreativas, que nos acercan a la mar, de este modo puede ejecutarse desde la cercanía que ofrece la autoridad autonómica, dando cuerpo no solo articulado sino también recogido bajo el prisma de la identidad, en este caso, del pueblo valenciano.
Se suele decir que cada persona es un mundo, y es cierto, como también lo es que cada costa es diferente a su hermana vecina, por lo que, poniendo por bandera la premisa del valor de la diversidad, no cabe en su regulación la homogeneidad.
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El paraguas del núcleo regulador de la competencia estatal, sin entrar en el debate sobre la titularidad pública y el uso que se hace de la misma, la norma común para toda la costa del territorio español no da respuesta a las diferentes necesidades del litoral tan variado como extenso.
La lejanía estatal, muchas veces no es solo física otras veces incluso lleva a la falta en el sentir el pulso social que debe ser el eje principal del legislador, además de la agilidad de respuesta que se encuentra en la cercanía y se ralentiza conforme se va cogiendo distancia.
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En este orden costero en el que Consell ha apostado por esta pionera norma autonómica, da un paso más y ha anunciado que, el próximo martes, acordará la petición del traspaso de competencias en materia de costas, y, con ello, ganar un nuevo hito histórico para engrandecer el autogobierno valenciano.
La misiva con despido cordial probablemente contenga el pie del: «quedamos pendientes de respuesta», faltará por despejar la incógnita del tiempo que se nos mantendrá en espera, de nuevo, a la Comunitat Valenciana.
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