Tras un mes de julio cargado de celebraciones, Valencia encara agosto con un calendario festivo que pone el foco en sus pedanías, protagonistas de algunas ... de las tradiciones más arraigadas del verano.
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La identidad festiva del pueblo valenciano va de la mano de su capacidad de trabajo. Lo recordaba Lisard Arlandis, escritor y fotógrafo colaborador de LAS PROVINCIAS en los años 60, en su libro Fiestas y costumbres de Valencia: «No somos una eterna fiesta, aunque las fiestas sean constantes. La diversión, el boato, la vanidad, el lucimiento e incluso una dosis de teatralidad nos llega como premio a un cotidiano esfuerzo colectivo del que todos se benefician».
El mes arranca el 2 de agosto con la festividad de la Virgen de los Ángeles en el populoso enclave ciudadano del Cabanyal. La programación contempla el Rosario de la Aurora, misas y una procesión solemne en la que destaca la figura de l'órfena, clavaria que recuerda una tradición centenaria nacida de la solidaridad vecinal y que tiene el privilegio de desfilar inmediatamente tras la imagen.
A lo largo del mes, se celebran también el Cristo de la Salud en El Palmar, con su singular y espectacular romería por el lago de la Albufera; el Cristo Verdadero en Benifaraig; la Virgen de los Desamparados en La Font d'en Corts, aún corazón de huerta; a San Miguel y la Virgen de los Desamparados, en El Saler; la Festa Grossa en Pinedo, en cuya programación destaca la más que centenaria Corregudes de Joies, carreras de caballos, en la playa de la Creu de la Conca; la Purísima y San Miguel en La Punta, con una procesión vespertina de notable belleza; San Bernardo en Poble Nou; y el 15 de agosto, la Asunción de la Virgen, festividad extendida por toda la ciudad y muchas localidades de la Comunitat. El espíritu festivo late con fuerza en cada rincón de las pedanías, manteniendo vivas tradiciones que son esencia del verano valenciano.
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