Dimitido Carlos Mazón como president de la Generalitat, por una dana terrorífica y también por algunos errores más de los que desgranó en su comparecencia ... pública de esta semana para anunciar su marcha, los socialistas valencianos ven llegado el momento de llamar a las urnas. Un año después de la riada, todo aquel discurso de que la prioridad era la reconstrucción y blablablá deja paso al «volem votar» que la dirección del PSPV repite con fruición tan pronto como detectan la presencia del micrófono de un periodista. Hasta el momento, no obstante, las encuestas que se han publicado no parecen aconsejar a Diana Morant someter su liderazgo al veredicto de unos comicios. Los sondeos pueden haber cambiado, es verdad, pero hasta la fecha, el mensaje del socialismo valenciano ha girado mucho más alrededor de la dimisión de Mazón -prueba superada- que al mensaje movilizador de una convocatoria electoral. Es posible que el PSPV quiera unas elecciones, pero en realidad parece mucho más probable que sea la calle Ferraz, sede del PSOE en Madrid, la que apueste por las elecciones en la Comunitat Valenciana, más que la dirección del PSPV. Porque está por ver el rendimiento de la ministra de Ciencia en una campaña electoral de verdad. Y lo que sí se conoce es la bis mitinera del secretario general del PSOE. Sea por ese tono guasón que es capaz de utilizar incluso en una comparecencia en la comisión del Senado del caso Koldo, o sea porque el presidente del Gobierno es perfectamente capaz de encadenar frases sin reparar en si suponen cambios de opinión (como le dijo en cierta ocasión a Alsina), Sánchez puede tener mucho más empeño en una convocatoria electoral en la Comunitat que la propia dirección del PSPV. Porque quien más y quien menos en el socialismo valenciano reconoce al menos las dudas que viene ofreciendo Morant, sorprendentemente invisible la semana en la que el presidente de la Generalitat que dice aspirar a presidir ha comunicado su renuncia. Hay quien dice que la oposición a Sánchez se la hacen mucho más algunos jueces y la UCO que el PP de Feijóo. En la Comunitat, la presión sobre el Consell parece ejercerse más desde los juzgados de Catarroja que desde la calle del Hospital, donde se encuentra la sede de los socialistas valencianos.
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El 'volem votar' puede ser el equivalente a esos compromisos que Sánchez ha adquirido a lo largo de su carrera política y que han durado tanto como lo que le ha costado hacer todo lo contrario. En alguna ocasión se ha elaborado un ránking de cambios de criterio o frases de Sánchez de las que luego ha renegado. El líder del PSOE dijo infinidad de ocasiones que no pactaría con Bildu, que no gobernaría con Podemos o que no aprobaría la amnistía. También que la moción de censura a Mariano Rajoy era únicamente para convocar elecciones generales. Esas son las clásicas. Luego está el compromiso de que habría Presupuestos Generales del Estado (espóiler, no), lo de que alguna vez ha podido cobrar dinero en efectivo, que no conocía a Víctor de Aldama, y la no menos popular «si necesitan ayuda, que la pidan».
Sánchez puede pasar por el responsable político que en más ocasiones ha dicho una cosa y la contraria. Morant y su 'volem votar' gozan de una credibilidad similar a la del líder de su partido. Es posible que la dirección del PSOE tenga una estrategia clara para lograr recuperar el Gobierno valenciano. Pero igual convendría que se la trasladara a la dirección del PSPV. Porque el escenario que dibujan los sondeos hasta el momento no es precisamente el más halagüeño para ese partido.
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