Los cuatro ángeles de la guarda de Matea
Dos guardias civiles y dos policías locales salvan a una mujer del incendio de su casa en Silla ·
La anciana pedía auxilio desde una ventana con rejas y los efectivos tuvieron que reventar la puerta para poder rescatarlaada dasí
Silla
Jueves, 30 de septiembre 2021
Su deber es proteger a la ciudadanía pero cuando ocurren casos como el de Silla, los agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad ponen a prueba su valentía y son capaces de arriesgar su vida por salvar una ajena sin pensárselo dos veces. Solo los define una palabra: héroes.
Eso es lo que hicieron dos agentes de la Guardia Civil y dos de la Policía Local de Silla cuando acudieron a la llamada que alertaba de un incendio en una planta baja en la madrugada de ayer. Serían las 4:30 horas cuando los agentes locales se personaron en el número 9 de la calle Consell, tras recibir una llamada de alerta, y vieron a una anciana, Matea, de 88 años, pidiendo auxilio desde una ventana con rejas, rodeada por una cortina de humo negro.
"No había tiempo que perder y empezamos a golpear la puerta que estaba cerrada por dentro", narran. Para ello utilizaron un cepo y una pala que llevaban en el coche. Mientras, dio tiempo para que los dos guardias civiles que acababan de llegar unieran sus fuerzas. Finalmente uno de ellos consiguió reventarla a patadas, rompiendo parte de la pared y el marco, y una bola de humo salió de su interior.
Esos minutos fueron determinantes para que la anciana sobreviviera asomada a la ventana pero también los más angustiosos para los agentes que veían como iba corriendo el reloj con la puerta como obstáculo para salvarla.
El incendio se produjo por un cortocircuito en la lavadora y afectó a la cocina de la planta baja de una finca de cuatro pisos
Una vez abierta, el policía local, Oscar D., comenta que "sabía que era peligroso entrar, pero tenía claro que había que rescatar a la mujer". Ninguno de ellos lo dudó. "Había tanto humo que no se veía nada así que me eché al suelo y me desplacé casi reptando, tomando como referencia los marcos de las puertas. Más o menos tenía una idea de cómo llegar a la habitación donde estaba la mujer", recuerda.
El guardia civil con más experiencia, M. L. le siguió. Fue casi cerca de un minuto lo que estuvieron dentro. "Me quemaba la cara y los pulmones", recuerda el agente de la Benemérita. El policía logró alcanzarla, "la cogí por la espalda y poco a poco la fuimos arrastrando como pudimos hasta afuera", relata.
Una vez en la calle, Matea estaba desorientada, con la ropa ennegrecida, y con temblores, pero a salvo gracias a sus ángeles de la guarda que supieron cuándo y cómo actuar. Ahora se recupera de la intoxicación por inhalación de humo en casa de su hija.
Los cinco fueron atendidos en el hospital por inhalación de humo y recibieron el alta unas horas después
El incendio se originó, según las primeras investigaciones, por un cortocircuito en la lavadora que estaba en marcha, posiblemente para ahorrar en la factura de la luz, y afectó a la cocina de la planta baja de una finca de cuatro pisos que tuvo que ser desalojada. Los bomberos de los parques de Silla, Torrent y Catarroja participaron en la extinción.
Para los cuatro agentes ha sido "muy gratificante" haber colaborado en el rescate y para todos es la primera vez en la que intervienen en un incendio. El otro de los policías, Alejandro R., apunta que "el mejor servicio a nivel profesional es salvarle la vida a una persona", mientras que el guardia civil en prácticas desde hace dos meses, E.M. señala que "es un orgullo haber colaborado".
Los cuatro resultaron heridos por inhalación de humo y fueron atendidos por el SAMU para, después, trasladarlos al hospital La Fe. Horas después recibían el alta para incorporarse de nuevo a sus funciones como si nada hubiese ocurrido.
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