El truco para enfriar la cerveza en sólo tres minutos (y sin congelador)

Seguro que a más de uno le ha pasado que en un día de calor sofocante va a la nevera para tomarse una cervecita fría y no hay. Alguien se tomó la última y se le olvidó reponer. ¿Qué hacer entonces? ¿La metemos en el congelador? ¿La ponemos en la nevera y esperamos?

Por suerte, existe un pequeño truco con el que conseguirás que esta bebida se enfríe completamente en sólo tres minutos. Y no, no es necesario meterla en la nevera ni en el congelador. Toma nota, pues esto es todo lo que necesitas:

- Un cubo (a su defecto un bol) en el que quepa el botellín(es) o la lata(s)

- Agua

- Cubitos de hielo

- Un poco de sal

Reunido todo esto, lo único que queda es proceder. En primer lugar, pondremos la cerveza dentro del cubo y después le añadiremos los cubitos de hielo. Incorporar el agua hasta que los botellines queden bien cubiertos. En este momento, deberás añadir un puñado de sal. Pasados unos tres minutos ya puedes disfrutar de tu cerveza bien fría.

La clave; la reacción endotérmica que permite enfriar la cerveza. Y es que, para disolverse la sal necesita calor y al echarla en agua con hielo la sal absorverá el calor de la botella o la lata. Eso hace que se enfríe mucho antes de lo que lo haría si no hubiera sal en el cubo. Eso sí, cuantas más botellas pongas, más lento será el proceso.

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