La Semana Santa resucita
Sentimiento. Las hermandades del Marítimo sobreviven tras la caída del censo por los tres años de parón y desempolvan o recompran trajes para disfrutar de unas fiestas donde por fin predominará el buen tiempo
Los Poblados Marítimos han recuperado la alegría. El sonido penitencial de las cornetas y tambores han despertado a los vecinos y visitantes del letargo que ha supuesto estar tres años sin que las hermandades y cofradías procesionen por las calles, en 2019 por el mal tiempo y los dos siguientes por las restricciones de la pandemia por Covid.
Si bien en 2021 se pudieron hacer unos festejos 'íntimos', recogidos, es decir, en el interior de las parroquias y con aforo limitado, ahora se combinarán las misas con las procesiones individuales de cada hermandad, las colectivas del Viernes Santo y Domingo de Resurrección y también volverá a tener protagonismo el encuentro entre los Cristos del Salvador y del Salvador y del Amparo, la visita a la playa y los distintos Vía Crucis.
El pasado Viernes de Dolor los Granaderos del Grao, Canyamelar y Cabanyal fueron los primeros en procesionar con las imágenes de las Dolorosas y hoy las distintas parroquiales celebrarán su Domingo de Ramos, con la tradicional bendición de las palmas.
La fiesta ha arrancado con optimismo, puesto que el buen tiempo acompañará a los cofrades en los actos más importantes.
Hoy habrá nubes y el martes pasará un frente que dejará precipitaciones, pero como explica el responsable de Climatología de la Agencia Estatal de Meteorología en la Comunitat Valenciana, José Ángel Núñez, «no serán precipitaciones importantes. Habrá lluvias por la madrugada y por la mañana, pero el miércoles se estabilizará el tiempo».
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Si bien reconoce que las previsiones suelen ser a un máximo de siete días vista, argumenta que «se espera que la Semana Santa sea sin sobresaltos meteorológicos. Al haber estabilidad, el viento será flojo con brisas, lo que hará que las tardes sean frescas».
Con la tranquilidad de que no se repetirá la situación de 2019, cuando se tuvieron que cancelar los festejos por el temporal, ahora se trata de que los cofrades que siguen en activo, se animen a salir para respaldar a la fiesta y también a la Junta Mayor y a las hermandades, que han trabajado con mucha energía, con actividades on-line y la programación de música religiosa, con el fin de que no decayera el ánimo.
El martes pasará un frente que dejará precipitaciones, pero a partir del miércoles volverá el buen tiempo
No hay que olvidar que en estos años se ha resentido el censo, igual que ha ocurrido en otra fiesta hermana como las Fallas, pero el calor del público, la fe y el sonido de los tambores servirán para recuperar las cifras.
Y es que en 2019 había 3.236 cofrades censados, en 2021 la cifra bajó a 2.910 (326 menos) y este año en el censo actualizado se contabilizan 2.785 asociados (125 menos que el año anterior).
Retomar el vuelo
Para devolver la ilusión y retomar el vuelo, las cofradías y hermandades han tomado medidas como no cobrar cuotas o hacer pagos simbólicos, para cubrir sólo gastos de local o la luz, como por ejemplo han hecho en la Corporación de Granaderos de la Soledad del Canyamelar. En otro colectivo como la Real Cofradía de Jesús en la Columna, «en 2020 no se cobraron cuotas, en 2021 ya sólo la mitad», como explica el presidente Alberto Martínez.
Christian Pizá, presidente de Coronación de Espinas, detalla que «eliminamos las cuotas y lotería porque lo importante es que la gente siguiera y hemos tenido ocho altas desde la pandemia».
Además, en muchas cofradías y hermandades han tenido que tirar de ingenio porque no hay que olvidar que los más jóvenes de las hermandades han pegado el 'estirón' en estos tres años y no les cabían los trajes de vestas. «Y hemos buscado a cofrades que ya no salían para adquirir el traje», explica Martínez. Lo mismo han hecho en la hermandad del Perdón o en los Afligidos. José Ángel Crespo, responsable de publicaciones y de relaciones con la Iglesia de este último colectivo comenta que «se bajaron las cuotas para mantener el censo y muchos han tenido que ir sacando las orillas de los trajes porque ya no les venían».
Crespo añade que afrontan estos festejos «con muchas ganas de volver y participaremos cien personas entre cofrades, personajes bíblicos y niños».
También Miguel Prima, hermano mayor del Cristo del Salvador, detalla que «hemos adquirido trajes de la gente que ya no salía y así lo llevarán los cofrades nuevos o los que ya no les venía porque hacer uno nuevo como mínimo cuesta 1.000 euros».
La hostelería prepara platos de vigilia para recibir a los visitantes
Los hosteleros y comerciantes del Marítimo ya están preparados, con los brazos abiertos, para recibir a los valencianos y turistas que se acerquen a ver las procesiones. De hecho, puntos de hostelería referentes del Canyamelar, como Casa Montaña (c/ José Benlliure 69), ya tiene reservas avanzadas. «La Semana Santa Marinera es el evento más importante del año para nosotros. El barrio se ha puesto de moda y las procesiones atraen a público», indica Alejandro García, cogerente de este local.
Para el Jueves y Viernes Santo prácticamente esta todo reservado y preparan platos muy marineros y de vigilia como los pepitos de titaina, la sardina en escabeche, las croquetas de bacalao, el potaje de vigila con garbanzos y bacalao y torrijas. En Ca-la-mar (c/ Justo Vilar 19), Mar Villalba explica que ellos en la carta «todo el año papostamos por los platos del Marítimo y pueden degustar titaina, albóndigas de bacalao y añadimos escabeche de caballa, potaje de garbanzos y torrijas de postre».Por su parte, la presidenta de la asociación de comerciantes del Marítimo (Acipmar), Silvia López, explica que tienen mucha ilusión depositada en estas fiestas. «Después de tres años sin poder salir, primero por la lluvia y luego por la pandemia, estamos seguro que las procesiones erán un éxito y que la gente vendrán a estos barrios».
Argumenta que «los comerciantes y hosteleros esperamos a los visitantes con muchas ganas de atenderles». Detalla que ahora que se retoma la fiesta «las calles se van a llenar de ambiente y los comerciantes y hosteleros lo vamos a notar mucho, porque los anteriores tres años no pudo haber alegría».También explica que son muchos los cofrades que se están animando a renovar la indumentaria y eso también genera riqueza económica en los barrios del Marítimo.
Cabe destacar que la Junta Mayor de la Semana Santa Marinera ha organizado un concurso para que los comerciantes del Marítimo engalanen sus escaparates. Se trata de una iniciativa más para dinamizar estos barrios. La idea es que engalanen sus comercios con un diseño compositivo simbolizando el concepto de 'marinera'. Además, también hay un concurso de microrrelatos y otro que es de fotografía digital.
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