El Cristo de la Fe de San Isidro se queda sin procesión

El Cristo de la Fe de San Isidro es tres veces centenario, ya que data de 1675 e incluso la tradición dice, según explica el artista fallero, restaurador y licenciado en Bellas Artes José Luis Ceballos, que «era la imagen a la que le rezaba San Vicente Ferrer, ya que la imagen estaba en el Convento de Santo Domingo (en el recinto de la actual Capitanía)», pero este año se ha quedado sin tener procesión.

Este domingo 1 de mayo era su día grande y sí se ha celebrado una misa y en la jornada anterior el propio Ceballos impartió una charla para difundir su historia, pero no se ha podido celebrar la procesión por el barrio de San Isidro, tal como era costumbre.

La razón, como detalla Ceballos, es que «siguen habiendo clavarios, pero se han ido haciendo mayores, porque eran gente que vivía antiguamente en la huerta, hasta que se hizo el Plan Sur y muchas familias ya se fueron a Paiporta, Torrente o Patraix, y falta relevo generacional para mover los permisos y retomar los festejos».

Es el primer año el Cristo no sale en su fiesta a la calle, se ha hecho la celebración religiosa, «pero ya no salió los dos años de restricción por la pandemia, pero este año que se podía, ya no se ha hecho».

En la parroquia han potenciado una charla, para que no se pierda la historia y, además, lanzan un 'SOS' para que cale en el barrio y se retomen las fiestas en próximas ediciones.

Ceballos recuerda que en la víspera del día 1 de mayo, «era tradicional hacer una cabalgata, pero se prohibió. Recuerdo que los agricultores hacían la 'enramà', segaban el romero y hacían un tapiz aromático y se pasaba por casales, colegios y alquerías». Añade que «también se hacía la 'guitarrà' y se cantaban albaes y se hacía una cordà, y con el tiempo pasó a ser mascletà, en el entorno de la cruz que delimita el barrio y por la noche paellas».

Ya el día 1 de mayo, según Ceballos, «era típico hacer el rosario de la aurora a las 7 horas, una comida de hermandad, la misa solemne, la procesión vespertina y un castillo».

El licenciado en Bellas Artes apunta que la talla en su origen «era de cartón piedra y estaba en el convento de Santo Domingo, pero en la huerta de San Isidro, en la alquería de Burguet, se creó una ermita y como tenían de confesores a los dominicos, les regalaron la imagen».

Ceballos añade que «en julio de 1936, durante la guerra civil, tiraron la ermita y destrozaron la imagen de cartón piedra, pero en 1940 ya crearon la nueva talla, inspirados en el rostro y facciones de la anterior, y todavía se conserva la cruz, los clavos, la corona de espinas y las potencias (rayos) de 1675 sobre los que está puesta la talla».

También apunta que en 2025 «se cumplirá el 350 aniversario del Cristo, que se llamó Cristo de la Fe, y la parroquia quiere difundir el patrimonio y ver si se ayuda a los clavarios a retomar los festejos y darle esplendor».

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