El equipo de Lyonsoft en sus oficinas. LP
Cooperativismo y economía social

Lyonsoft, cooperativa a prueba de tormentas

Del desastre a la reconexión en tiempo récord: una historia de unión, ingenio y resistencia colectiva

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Miércoles, 30 de julio 2025, 07:00

La resiliencia tiene nombre propio en Beniparrell. Se llama Lyonsoft y es una cooperativa formada por seis personas que, tras años de experiencia en el mundo de la programación, decidieron unir talento, conocimiento y cercanía para ofrecer soluciones informáticas a medida. Su especialidad: el software industrial, sobre todo orientado a la gestión de procesos productivos y mantenimiento.

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«Nos conocimos en la Universitat Politècnica de València y, con los años, apostamos por la cooperativa como forma de organizarnos. Sin jerarquías, todos al mismo nivel, aportando lo que sabemos hacer y compartiendo decisiones», explica Jorge González, administrador y socio fundador. El modelo les permite una flexibilidad y una agilidad que, sin duda, fue clave en uno de los momentos más críticos que han vivido: la dana que en octubre pasado arrasó parte de l'Horta Sud.

«Perdimos la oficina, los coches, casas familiares… pero dos semanas después ya estábamos trabajando otra vez. Montamos el servidor en el comedor de uno de los compañeros y seguimos desde casa, porque estamos muy acostumbrados al teletrabajo», recuerda. Aquella experiencia demostró que el cooperativismo no es solo una cuestión de valores, sino también de supervivencia. «Nos juntamos y nos organizamos. Aquí no hay que pedir permiso a un jefe ni esperar decisiones. Se actúa».

Con clientes repartidos por toda España y proyectos incluso en México, Lyonsoft ha sabido encontrar un nicho en la llamada programación a medida, alejándose del software estándar de gestión empresarial para centrarse en sistemas que controlan el corazón de las fábricas. «Nos piden soluciones que no existen en el mercado. Empezamos desde una hoja en blanco, escuchamos al cliente y desarrollamos justo lo que necesita», apunta González.

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Uno de los retos actuales que tienen entre manos está financiado por el IVACE y explora el uso de inteligencia artificial en mantenimiento industrial. «Trabajamos con empresas de inyección de plástico para automoción, un sector muy exigente. Aplicamos IA para hacer mantenimiento predictivo, que permita anticiparse a los fallos de las máquinas sin necesidad de que estén paradas o den problemas», explica el socio fundador.

Con humildad y los pies en el suelo, reconocen que se trata de una línea de trabajo aún incipiente, pero necesaria. «Nos gustaría destacarar esa capacidad de resistencia, de sobreponernos y seguir dando servicio en muy poco tiempo. Eso solo se puede hacer cuando todas las personas que forman parte del proyecto reman en la misma dirección. Esta es una de las virtudes del cooperativismo».

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