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Los cantores se retiran entre los aplausos del público.

En constante progreso

El inicio de los ensayos generales del Misteri evidencia el buen momento de la Capella, que mantiene su línea ascendente

GÓMEZ ORTS

Sábado, 13 de agosto 2016, 01:49

Con excelente pie comenzaron las representaciones del Misteri, denominadas ensayos generales en sus tres primeras sesiones completas (aunque con algunos cantos menos) y de pago. Anoche se desarrolló la segunda y esta tarde, a las 17.30, la última antes de las escenificaciones tradicionales de los días 14 y 15, la Vespra y la Festa, con entrada libre al templo.

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En la jornada inicial nocturna del jueves la Basílica registró un lleno, algo ya habitual en estas representaciones, y tuvo un desarrollo realmente destacable ante la satisfacción de propios y extraños. Los primeros satisfechos por el excelente estado de las voces -con nuevas incorporaciones en niños y adultos-y consiguiente desarrollo de la representación, y los segundos, con frases de auténtica satisfacción y asombro ante el extraordinario y emocionante acto.

Estupenda intervención inicial del arcipreste de Santa María, Francisco Conesa, que resaltó la Festa y la importancia de la palma blanca, catalogándola como un signo de paz.

La primera novedad, totalmente anómala, la presencia de tres mujeres en los asientos junto al Cadafal, frente al arcipreste: Rame Sanz, Conchi Alvarez y Mayte Vilaseca, como portaestandarte y electas, primer caso de tripleta femenina en estos cargos en toda la historia de la Festa.

Ya como comienzo, la aparición en todo lo alto de una Magrana realmente esplendorosa, tanto cerrada como abierta, con un Ángel (Eduardo Gómez), que se mantuvo firme y seguro tanto en la bajada como en la subida.

Previamente, los cantos de María (Pau González), muy precisa, y su acompañamiento, y ya en los papeles principales, Juan J. Hernández bordando el San Juan; el reverendo Fernando Brotóns, que se mantiene firme encarnando a Sant Pere; un desbordante Mestre, José Antonio Román, como Santo Tomás, sin dejar atrás el Ternari, con un magnífico José Manuel Guinot, muy bien secundado por Luis Antón Díez y Vicente Cremades.

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La Judiada, un auténtico río desbordado, capitaneada José Pedro López, y una destacada actuación en general, así como en el Apostolado, incluyendo, naturalmente a los niños, como tácita confirmación del excelente momento que atraviesa la Capella.

Como anécdotas, los problemas al ir a bajar de la Magrana el Ángel, al no poder liberarse del cinturón de seguridad, teniendo que acudir en su ayuda un consueta, y al realizar la metamorfosis de la Virgen, no cedió a la primera el artilugio.

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Entre invitados presentes, el cardenal Carlos Amigo, quien en el descanso se mostraba realmente «encantado». Recordó que únicamente había escuchado las voces del Misteri en la exposición de Sevilla, en 1992, cuando la Capella dio un concierto, pero que presenciarlo en directo era «muchísimo más fascinante». Igualmente estuvieron presentes la directora general de Transparencia, Aitana Mas, y los alcaldes de Elda, Jávea y Santa Pola, entre otros.

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