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Fundada en 2007, la compañía alicantina, Embention es una de las más importantes a nivel mundial en la industria de los sistemas no tripulados. Sus clientes son mayoritariamente fabricantes internacionales de drones y colabora con empresas de la talla de Airbus Francia o Israel Aerospace Industries (IAI). Con sede en el polígono industrial Las Atalayas y unos 70 trabajadores en su plantilla, la mayoría ingenieros, se centra en el desarrollo del «cerebro» de las naves, en el software que permitirá al autopiloto manejar el aparato.

«Innovación, futuro y sostenibilidad», así se definen desde la empresa, que participa en más de 500 proyectos de drones en todo el mundo. «Evolucionamos continuamente nuestros productos, centrándonos principalmente en la seguridad y en la precisión para mejorar su rendimiento y fiabilidad», explica el Responsable de Desarrollo de Negocio (CBDO) de Embention, Javier Espuch.

Una evolución que le ha valido reconocimientos como por ejemplo ser el primer Remotely Piloted Aircraft System (RPAS) emitido con Certificado de Tipo en Europa o, uno de los más recientes: ser la primera empresa española en lograr la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea Alemana para realizar operaciones en territorio teutón.

Es precisamente en colaboración con el país germano con el que se está desarrollando un proyecto diferente y rompedor, que pretende revolucionar los viajes espaciales: el proyecto FALCon.

«Estamos orgullosos de todos nuestros proyectos pero quizás a resaltar el proyecto FALCon», explica Espuch a Todoalicante.es. Una iniciativa que desarrollan en colaboración con el Centro Aeroespacial Alemán y que verá la luz en 2035 para revolucionar la industria aeroespacial. Pero, ¿qué hace especial a este proyecto? En primer lugar, en una industria tan contaminante como es la espacial, FALCon reducirá el impacto medioambiental con la reutilización de las etapas de lanzamiento, devolviendo los cohetes a la tierra de forma segura. Todo un reto teniendo en cuenta que la captura de estas naves ocurre a velocidades superiores a 150 kilómetros por hora.

El proyecto se basa en «un avanzado sistema de captura en vuelo y remolque a la estación de aterrizaje», resalta el dirigente de Embention. Con drones de última tecnología, esta idea de lanzador reutilizable «permitiría una primera etapa de lanzamiento rápida dando lugar a un descenso controlado, para así devolver las naves a la tierra de forma segura», aclara Espuch.

Un proyecto que permitirá no solo reducir el coste medioambiental y la contaminación espacial al reutilizar las piezas de los cohetes que antes caían desde la atmósfera, sino también el ahorro de millones de euros permitiendo la reutilización en las fases de lanzamiento.

Inspirado en el halcón, que cae en picado para capturar sus presas, este «receptor de cohetes» contará con un presupuesto de 2,6 millones de euros para el desarrollo de la primera fase.

Los entresijos del espacio pueden quedar lejanos y ajenos al ciudadano de a pie. Muchos tan solo han visto los UAVs, comúnmente conocidos como drones, en videojuegos o en las películas bélicas más modernas. Puede parecer que los objetivos de Embention se centren tan solo en la conquista del espacio, pero nada más lejos de la realidad. La compañía alicantina se centra también en sectores del día a día. «De cara al futuro nos estamos enfocando en evolucionar dentro de la Movilidad Área Urbana», explica el director de Desarrollo de Negocio de Embention, quien resalta el «papel crucial» de su tecnología para llevar a cabo «cambios beneficiosos».

Los drones ayudarán a reducir los niveles de tráfico y contaminación. Del mismo modo, estos aparatos autónomos ayudarán en el transporte y reparto de mercancías, haciendo que se actúe «de manera más rápida, silenciosa y eficiente», Javier Espuch. Y es que la empresa continúa por el buen sendero para conseguirlo. «El pasado mes de octubre se superaron las previsiones anuales», explican desde Embention. Un crecimiento que llega a pesar de la delicada situación de inflación que atraviesa el mundo entero.

«Hay un aumento de los costes y, además, estamos en una etapa donde hay escasez de ciertos componentes», comenta el dirigente, quien asegura que «a la vez nos ha permitido reorganizar prioridades y planificarnos más a largo plazo, ganando eficiencia». A la conquista del espacio o para mejorar el tráfico y permitir que puedas llegar más pronto a casa. Sectores tan dispares en los que participa una empresa alicantina referente en el panorama mundial. Los drones ya no son cosa de la ciencia ficción. Están muy presentes, y más que lo estarán. Y su cerebro se fabrica en Alicante.

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