CaixaBank obtiene un beneficio de 2.951 millones en el primer semestre, un 10,3% más

En este sentido, el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, ha detallado en la rueda de prensa ofrecida este miércoles para presentar los resultados del semestre que esa reducción de los tipos de interés de mercado se ha visto parcialmente compensada por el crecimiento en volúmenes, especialmente en negocios y familias. Así, el margen de intereses se sitúa 5.282 millones entre enero y junio, un 5,2% menos que en el mismo periodo del ejercicio pasado.

Además, ha querido matizar que el crecimiento a doble dígito (10,3%) ha sido posible gracias a la forma en la que se registra el impuesto a la banca, ya que este ahora se contabiliza de manera lineal mes a mes mientras que el ejercicio pasado se hacía en su totalidad en el primer trimestre del año. De haber mantenido la misma fórmula, el beneficio de CaixaBank hubiera crecido sólo un 1%.

En este punto, Gortázar ha desvelado que el banco ha recurrido el impuesto a la banca de 2024 (abonaron 492 millones) al entender que «no está conforme con el ordenamiento jurídico» y que la manera en la que está redactado no es la adecuada, según ha detallado en la rueda de prensa en la que también ha estimado en unos 600 millones el impuesto de este 2025.

En conjunto, unos «resultados muy positivos» gracias a un crecimiento del volumen de negocio «muy relevante» que invitan al optimismo de cara al próximo semestre, aunque ha evitado hacer dar estimaciones. Sí que ha subrayado que «lo más importante» no es sólo cuáles son las perspectivas de estos últimos seis meses, sino las de 2026 y 2027, donde la caída de tipos de interés se estabilizará y el margen de intereses empezará a crecer a partir del próximo año.

Preguntado por un posible crecimiento inorgánico de la entidad, Gortázar ha descartado hacer adquisiciones o fusiones, por lo que CaixaBank se centrará en crecer en solitario, con el foco puesto en España y en Portugal («las dos economías europeas más atractivas») en un contexto marcado por la pérdida de Novo Banco en la puja con el grupo francés BPCE.

Respecto al resto de capítulos de las cuentas del primer semestre, los ingresos por servicios (gestión patrimonial, seguros de protección y comisiones bancarias) se elevan un 5,4%, hasta 2.581 millones. En concreto, los ingresos por gestión patrimonial crecen un 14,3% (hasta 973 millones) por el mayor volumen gestionado, las comisiones bancarias se incrementan un 1,5% (hasta 1.034 millones) apoyadas en la actividad mayorista, y los ingresos por seguros de protección se moderan ligeramente (-0,7%, con 575 millones).

Los ingresos por dividendos se reducen un 40,6% en tasa interanual, hasta 58 millones, al recogerse el año pasado el dividendo de Telefónica (cuya participación fue vendida en su totalidad en el segundo trimestre de 2024). Por otro lado, los resultados atribuidos de entidades valoradas por método de la participación son de 147 millones de euros (+21,4%).

En cuanto al margen bruto (ingresos totales), alcanza 8.040 millones, con un crecimiento del 4,4% en tasa interanual, y los gastos de administración y amortización suben un 5%, hasta 3.179 millones. Con ello, el margen de explotación se sitúa en 4.862 millones a cierre de junio, un 4% más en tasa interanual.

También sigue mejorando la rentabilidad, con el ROE (12 meses) en el 15,7% (15% si se asume el devengo lineal en 2024 del gravamen a la banca) frente al 14,4% en junio de 2024. Por su parte, la ratio de eficiencia (12 meses) cierra el periodo en el 38,6%.

CaixaBank refuerza en el periodo la solidez financiera del grupo, avanza en la reducción de la morosidad, que se encuentra en niveles históricamente muy bajos, mantiene una confortable posición de liquidez y una elevada capacidad de generación orgánica de capital.

El saldo de dudosos acumula una caída de 649 millones en el semestre, tras una gestión activa de la mora que incluye venta de carteras, y la ratio de morosidad baja hasta el 2,3% (tres décimas menos que en diciembre de 2024). Los fondos para insolvencias (6.744 millones) sitúan la ratio de cobertura en el 70%, que mejora respecto al pasado diciembre (69%). Además, el coste del riesgo (últimos 12 meses) continúa bajando hasta situarse en el 0,24%.

El actual Plan Estratégico 2025-2027 establece un objetivo interno de la ratio de solvencia de CET1 entre el 11,5% y el 12,5%, con un transitorio del 11,5%-12,25% para 2025. El límite superior del objetivo establece el umbral para las posibles distribuciones extraordinarias de capital, sujetas a la autorización del Banco Central Europeo y del Consejo de Administración. A 30 de junio, la ratio CET1 regulatoria se sitúa en el 12,25%, una vez descontado el exceso de capital por encima del límite superior del objetivo para 2025 (523 millones de euros).

En relación con la retribución al accionista, el consejo de administración aprobó en enero una distribución en efectivo de entre el 50% y el 60% del beneficio neto consolidado, a abonar en dos pagos: un dividendo a cuenta por importe de entre el 30% y el 40% del beneficio neto consolidado correspondiente al primer semestre de 2025 (a abonar durante el mes de noviembre), y un dividendo complementario, sujeto a aprobación final por parte de la junta general de accionistas (a desembolsar en abril de 2026).

De esta manera, el importe a repartir en concepto de dividendo a cuenta se situaría en el rango entre 885 y 1.181 millones, según ha detallado Gortázar. El acuerdo pertinente del consejo de administración y el importe final de dicho dividendo a cuenta se definirá en octubre. «Hay un beneficio directo para 533.000 accionistas y, sobre todo, para dos de ellos: fundación la Caixa y el Estado español a través del FROB», ha apuntado.

Además, en junio se inició el sexto programa de recompra de acciones (también por 500 millones de euros) anunciado en enero. Entre otros datos facilitados en la presentación de resultados, la entidad ha detallado que actualmente presta servicio a 20,5 millones de clientes a través de una red que supera las 4.100 oficinas en España y Portugal y cuenta con casi 660.000 millones de euros en activos.

La vocación de servicio al cliente, junto con una plataforma única de distribución omnicanal, permite a la entidad alcanzar elevadas cuotas de mercado en España, donde ha sumado un neto de 360.000 clientes en los últimos doce meses. Además, el 72% de los clientes particulares están vinculados.

Respecto a la plantilla, el consejero delegado ha apuntado un crecimiento de 1.300 empleos, gracias a la incorporación de perfiles jóvenes y tecnológicos.