Luis Casimiro: «Tienes que aceptar la crítica aunque muchas veces es despiadada»
El manchego admite que la plaga de lesiones para Peñarroya es dramática pero tiene claro que el Valencia Basket luchará por los títulos este curso
JUAN CARLOS VILLENA
VALENCIA.
Lunes, 18 de octubre 2021, 00:10
El Valencia Basket iniciará mañana la Eurocup, en la Fonteta, contra el Promitheas Patras griego. El primer equipo que entrena fuera de España un técnico, Luis Casimiro, que hace dos décadas se sentó en el banquillo local de la Fonteta.
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-Han pasado 20 años de su Pamesa, parece que fue ayer.
-Lo bueno es que cuando miras atrás, ves que han pasado veinte años y que ha sido corto. Es sinónimo de que todo te ha ido bien, que estás viviendo intensamente y que si pasa rápido es porque lo que haces te gusta. Las cosas que vivimos en aquel Pamesa las tengo muy frescas y como muy recientes. Fue una muy buena experiencia y el público, conforme fue pasando el tiempo, ha reconocido que el trabajo yo diría que fue notable. Con el tiempo se ha ido reconociendo mucho más.
LAS REFLEXIONES LA FONTETA «A la gente no la puedes estar engañando mucho tiempo y reconoce las trayectorias» SU SALIDA DEL PAMESA «Hasta que no perdimos la final de la Saporta no tuve problemas. A raíz de ahí se abrió la veda» TRABAJAR EN EL CLUB TARONJA «Valencia tiene su idiosincrasia, tienes que aceptarla porque te da mucho más de lo que te resta»
-¿Qué recuerdo tiene de aquellas dos temporadas?
-Cuando llegué, la entidad se hizo más profesional con muchas más personas en la estructura y con jugadores con nóminas que no tenían nada que ver con las que posteriormente hubo en el club. Fueron dos años muy intensos, jugamos una final de la Saporta y en la ACB sólo por detrás de los grandes trasatlánticos del momento. Me quedo con el reconocimiento y el respeto de las personas del club, que siempre lo tuve, sobretodo en la persona de Juan Roig. La Fonteta, conforme ha pasado el tiempo, reconoció que aquello estuvo bien y no me falta el aplauso cada vez que voy. Te dice que, al final, el trabajo tuvo su recompensa. A la gente no la puedes estar engañando mucho tiempo y reconoce las trayectorias. Cada vez que voy me emociono y le agradezco al público y a Valencia que me traten así porque yo también les tengo mucho cariño, a la ciudad, al club y a las personas que tengo como amistades.
-¿En el directo el entorno, prensa incluida, fue injusto en ese momento de transición?
-Cada uno tenía su perspectiva. Fue una época con mucha prensa y el boom de las teles locales. No había redes sociales pero funcionaban los foros. Me entregué en cuerpo y alma al proyecto y tomé las decisiones que creía que tenía que tomar, en correlación con la cúpula del club en ese momento. Trabajamos codo con codo y todas las decisiones fueron tomadas por el bien del equipo y en la línea del rendimiento que habíamos programado. Tienes que aceptar la crítica y cuanto más alta es la ambición las críticas son más duras. Mi visión es que en Valencia, hasta que no perdimos la final de la Saporta en Lyon contra el Siena no tuve ningún problema. A raíz de perder esa final fue como que se abrió la veda y eso hizo que no siguiera la siguiente temporada.
-¿La etapa de Ponsarnau tiene algún paralelismo y se valorará también más con el tiempo?
-Respetando a todo el mundo que haya podido opinar creo que Jaume Ponsarnau hizo un trabajo excepcional en el Valencia Basket. Los resultados ahí están pero lo que pienso va más allá de los resultados. Es la forma, el respeto y cómo trabaja sus equipos, que tienen criterio y saben a lo que juegan. Es un entrenador que transmite tranquilidad y saber estar a todos los niveles, dentro y fuera de la cancha. Ha sido campeón de Eurocup, ha competido en Euroliga y en la ACB siempre entre los cuatro primeros.
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-¿Tan complicada es la plaza de Valencia para los entrenadores?
-En alguna rueda de prensa con el Pamesa hablé del peso de la púrpura. A todos nos gusta entrenar al Valencia Basket porque es un club muy atractivo donde tienes unas posibilidades tremendas. Los que hemos tenido la suerte de poderlo hacer, tenemos que aceptar que Valencia tiene su idiosincrasia, que tienes que aceptarla y trabajar con ella porque te da mucho más de lo que te pueden restar estas cosas. Tienes que aceptar la responsabilidad y la crítica, aunque muchas veces es despiadada y te puede costar el puesto de trabajo.
-¿Se pone en la piel de Peñarroya con la plaga de lesiones?
-Para un entrenador que empieza un proyecto nuevo es dramático estar con ese hándicap de las lesiones. Cuando empiezas a perder partidos y a no conseguir objetivos lo peor para el entrenador es que nadie luego se va a acordar que tenías todas esas lesiones. Nadie se va a acordar. Eso es lo más dramático para el entrenador. Cuando llegan esos momentos de dificultades todo el mundo debería remar en la misma dirección y tener en cuenta cómo estás trabajando. Hay que tener paciencia, tranquilidad y reconocer la realidad de que a Joan le están faltando muchas piezas importantes para que el Valencia Basket esté al nivel que todo el mundo quiere. Es un equipo de mucho talento que tiene de todo y un gran entrenador que compite muy bien. Cuando llegan los momentos clave ha demostrado que sabe ganar. Seguro que a final de temporada, cuando los grandes se juegan las cosas, el Valencia Basket va a estar.
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