Un bronce mundial teñido de taronja

«No es un trabajo solo de este verano, sino que viene mucho más atrás. Forma parte del método FEB, del seguimiento de las jugadoras desde muy pequeñas y de los clubes», destacó el entrenador de Riba-roja nada más regresar a Valencia con la presea. Burgos, que ha conseguido cuatro medallas en formación en esos mismos años, aprovechó para destacar el trabajo en la sombra «de los entrenadores y entrenadoras que no tienen esta posibilidad de recibir entrevistas y fotos pero que han preparado a estas jugadoras desde minibasket con gen competitivo, con el talento que tienen y el conocimiento de baloncesto desde temprana edad para que luego los que las entrenamos y tenemos la suerte de disfrutarlas en profesionales nos beneficiemos de ese saber estar».

Para el valenciano, una de las claves del éxito de las selecciones de formación en los últimos años es que las jugadoras tienen muy cercanas «a sus referentes». A la par del nivel de exigencia competitivo en España: «Que estén expuestas en los medios y que la gente vea que es posible llegar a esos niveles ayuda mucho a su formación. También lo hace nuestro sistema competitivo, donde la formación, la técnica individual o la preparación física es clave. Beneficiarse del sistema competitivo hace que crezcan más. En España, las jugadoras desde edad alevín juegan campeonatos de clubes, de selecciones y mi experiencia es que tenemos un nivel competitivo y de conocimiento del baloncesto en edades tempranas mayor al resto de países de Europa e incluso del mundo».

Ahora, Rubén Burgos disfrutará de un merecido descanso antes de afrontar una temporada con máxima ambición para el Valencia Basket en el Roig Arena. Con una competencia tremenda porque todos quieren destronar al tres veces campeón de la Liga Endesa: «Así lo viene siendo las últimas temporadas. Solo hay que, con unas mínimas nociones de mercado de baloncesto y de nivel de la competición y de los equipos, mirar alrededor y ver que la igualdad es máxima. Así se ha demostrado en la Liga, no solo los equipos de arriba. Todos hemos perdido partidos contra equipos de media tabla. Eso habla muy bien de la inversión, del crecimiento del baloncesto y de la autoexigencia que tenemos que tener. Creo que es bueno y ojalá también ayude a llenar las gradas del Roig Arena en partidos de hombres, de mujeres y al lado de L'Alqueria, que creo que es lo que nos convierte en un club referente global».

«Aquí cada uno tiene sus motivaciones. Que no nos tiren del tablero es una de ellas pero la mayor tiene que ser hacer lo mejor posible que tú puedas cada día de trabajo. Eso, a veces, con los medios que tenemos nos llevará a ganar campeonatos. El mayor éxito y satisfacción es representar los valores de la Cultura del Esfuerzo y saber que hemos dado nuestro cien por cien», afirmó el de Riba-roja.

«Suena muy bien». Con tres palabras, y una amplia sonrisa, describió Marta Sorlí la sensación de conseguir el bronce en el Mundial Junior de toda la vida «porque la verdad es que si nos lo dicen al principio de la concentración, cualquiera lo hubiera afirmado». La valenciana es el mejor ejemplo de la formación de técnicos en L'Alqueria. «El trabajo que está haciendo el Valencia Basket con los entrenadores es impecable», sentencia, «ya que se nos ofrecen muchas oportunidades. Es un club en el que merece mucho la pena estar porque apuestan por tí, te ayudan a que mejores, a que tengas oportunidades con la selección española, y estoy muy agradecida por el trabajo que hacen, no solo conmigo sino con el resto de compañeros».

«El tener jugadoras que son jóvenes y que han tenido la oportunidad de estar ya en la absoluta, como Raquel Carrera y Awa Fam, hace que Raquel, hace que las que se están formando vean como algo posible seguir sus pasos», analizó la técnica ayudante en el Valencia Basket «porque antes no se visualizaba tanto y ahora el hecho de que se vea y las vean tan cercanas, lo ven como una opción más asequible, que pueden llegar, que es una opción para ellas. Ahora hay más niñas que dicen quiero ser como Awa, Raquel o Iyana Martín, como todas estas jóvenes que están dando un boom y que lo han demostrado en el Eurobasket.

Para Sorlí, el nivel de las selecciones de formación debe servir de incentivo para mitigar la fuga de talento a Estados Unidos: «Es muy positivo que jugadoras como Awa Fam o Raquel Carrera hayan terminado su formación en España sin pasar por una universidad americana. Han tenido ofertas y lo más importante es que han decidido seguir aquí, en clubes españoles. Ese ejemplo es algo muy positivo de cara a las jugadoras más jóvenes». Un poco de luz en un problema grave.