El incierto futuro del Olímpic post Rus

El Olímpic rastrea el mercado, pero no el de fichajes. Antes de confeccionar su plantilla para la próxima temporada, necesita un mecenas que aporte en torno a 100.000 euros para garantizar su continuidad en Segunda B. Alfonso Rus sacó en dos etapas al equipo de las catacumbas del fútbol, pero su más que probable marcha abre un periodo de incertidumbre. El aún alcalde setabense y presidente de la Diputación lleva nueve años al frente de la entidad, a la que ha devuelto a Segunda B -por primera vez ha estado un lustro seguido en la categoría de bronce- y tocó techo en la eliminatoria de Copa del Rey en que el Real Madrid no fue capaz de imponerse en la Murta. Ahora, el futuro del fútbol en la cabecera de la Costera vuelve a estar en el aire.

Rus ya amagó con marcharse a final de la pasada temporada, aunque finalmente aceptó seguir un curso más por la falta de un relevo. Entonces no le había estallado en las manos el escándalo de Emarsa ni las urnas habían puesto el epílogo a su carrera política, pero ya dejó claro que su etapa al frente de la entidad concluiría en la primavera de 2015. Alfonso Rus ya ha dejado de facto la Diputación y el Ayuntamiento de Xàtiva, donde no permanecerá en la oposición. Tampoco tiene la mínima intención de fumarse más puros en el sillón presidencial del Olímpic. En el club lo saben, y ya han empezado a moverse para evitar que el proyecto se desmorone.

Buscan un presidente pero, sobre todo, un nuevo mecenas que aporte el dinero que haga viable el proyecto de la próxima temporada en Segunda B. El Olímpic de Xàtiva no es una sociedad anónima deportiva (SAD). En este momento no puede llegar, por tanto, un inversor que se haga con el 51% de acciones. Como entidad deportiva sin ánimo de lucro, pertenece a la asamblea de socios, esto es, en torno a medio millar de personas que pagan una cuota de unos 150 euros por el pase de temporada.

Si llegase un empresario que quisiera comprar el club, la asamblea debería aprobar antes su transformación en SAD. Sin embargo, esta opción no se contempla. «Ojalá, mañana mismo, pero no hay nada de eso», señalaron ayer varias fuentes vinculadas al Olímpic.

El rumbo elegido es el de encontrar un patrocinador que entre de la mano del nuevo presidente que el próximo mes relevará a Alfonso Rus. José Alemany, secretario técnico del Olímpic que llegó hace siete años de la mano del aún alcalde setabense cuando el equipo estaba en Preferente, ha iniciado una ronda de contactos. «He hablado con gente de fútbol porque se ha hecho un trabajo enorme y me gustaría que perdurase», comentó.

A día de hoy no existe nada concreto, pero ya hay gente interesada en entrar como nueva directiva. Faltaría hallar al mecenas o patrocinador que respaldase económicamente el proyecto. Por el momento hay margen de tiempo para planificar, ya que la competición aún estará en marcha casi un mes con las promociones de ascenso.

El Olímpic ha cerrado los últimos ejercicios en superávit. De esta temporada adeuda en torno a un mes a los jugadores. Entre los socios y la aportación del Ayuntamiento genera unos 200.000 euros. Algunos concejales electos que formarán casi con toda seguridad gobierno mostraron ayer su intención de mantener la subvención, que es de unos 60.000 euros. Precisaron, no obstante, que antes harán una auditoría para evaluar qué gastos pueden permitirse las arcas municipales.

Fuentes consultadas indicaron que con un mínimo de 300.000 euros se puede confeccionar la plantilla para competir en Segunda B, de ahí la necesidad de que un patrocinador aporte al menos un tercio del presupuesto.

Una última vía abierta, aunque parece improbable que haya problemas, es la de los pagos pendientes a los jugadores. Si estos no cobrasen y decidiesen denunciar, la Federación vendería la plaza del Olímpic en Segunda B por la cantidad impagada a los futbolistas.