Vinalesa, la última arena de l'Horta Nord
La Escuela de Vinalesa reclama a la Diputación el césped para su campo de fútbol
LOURDES MARTÍ
Domingo, 5 de marzo 2017, 21:43
Los románticos del fútbol hablan con cierta nostalgia de sus inicios en campos de tierra. Rodillas peladas, equipajes que terminaban marrones y polvo en cada centímetro de piel forman parte de la historia de muchas generaciones. En el siglo XXI pocos niños se enfrentan a estos campos del pasado. Excepto en algunos pueblos. Uno de ellos es Vinalesa.
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La localidad de l'Horta Nord quiere modernizar su terreno de juego. Han enviado una carta al presidente de la Diputación, Jorge Rodríguez, invitándolo a que vea sus instalaciones: «Es la primera vez que nos dirigimos a él, sabemos que no es fácil, pero pensamos que podía ser una buena manera de lograr nuestro objetivo», comenta Paco Orts, secretario de la Escuela de Fútbol de Vinalesa. Raúl Marco, Guillermo Rodrigo, Xavi Bonet, Joan Orts y César Cases, los cinco capitanes de las categorías con las que cuenta el club, han firmado un escrito en el que muestran su «comprensión» ya que supone un desembolso de dinero importante y se comprometen «a cuidarlo y a compartirlo con otros clubes de la provincia».
Dentro de poco Vinalesa será el único municipio de la comarca con campo de tierra. La Diputación cuenta para este año con una partida de 1,5 millones en la mejora de instalaciones deportivas en l'Horta para este año. De este presupuesto destacan los 300.000 euros que se destinarán a la «adecuación, renovación de luminaria e instalación de césped artificial en el campo de fútbol de Bonrepós i Mirambell». Pese a que los tiempos no son buenos, esperan que los siguientes sean ellos.
Una de las consecuencias de este agravio respecto a otras localidades es la marcha de niños. Esta temporada la escuela no ha podido formar categoría cadete. Para el próximo año dudan si llegarán a ser suficientes para poder competir. A muchos de los padres y familiares de los equipos visitantes les parece curioso que todavía exista un campo de tierra. Se lo toman con humor y pocos son los que no dejan pasar la oportunidad para hacer foto al terreno de juego. También están los que piden expresamente que el encargado saque el carro con el que se pinta la línea de cal. Pero los que peor lo pasan son los niños. Más allá de las lesiones que puedan haber, a ellos les afecta sobre todo el factor psicológico: «Se burlan de ellos y les provocan o a lo mejor los rivales cuando pierden echan la culpa al terreno de juego», comenta Orts, quien también recuerda que el drenaje de estos campos no es el mismo que el de césped artificial: «En el último temporal no se suspendió casi ningún partido y aquí sí. Es una lástima porque al final son los niños los que sufren las consecuencias, tantos los nuestros como los rivales».
Todos los martes y jueves, más de 90 niños de este municipio que cuenta con unos 3.300 habitantes acuden a las instalaciones de una escuela que como describe Orts es «un proyecto educativo y deportivo modélico». Mar Lozano es la presidenta del club desde noviembre. No es la primera mujer que es la máxima representante, ella recogió el testigo de Ana Martínez, máxima mandataria durante los tres últimos años que dejó el cargo por motivos laborales: «Toda la vida he estado vinculada al fútbol. Yo jugaba y hace muchos años incluso nos planteamos crear un equipo femenino. Ahora mi hijo juega y aquí los padres estamos todos muy involucrados. Cuando salió la oportunidad pensamos que sería una buena manera de ayudar a la escuela, estamos creciendo y entre todos hacemos todo lo posible para que los niños disfruten y se formen aquí», afirma Mar.
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'Escoles Esportives'
En Vinalesa el fútbol no se puede entender fuera del contexto de les 'Escoles Esportives' de la localidad, donde todas las actividades están vinculadas unas con otras gracias a diferentes iniciativas. «Cuando un niño se matricula en un deporte, tiene un segundo gratuito, esto casi asegura que desde bien pequeños se prueben en varios y luego ya decidan», continúa Orts. También se tiene especial cuidado en las personas que están a cargo de los niños durante las diferentes actividades: «El Ayuntamiento tiene un convenido con cada club y se exige que los entrenadores y entrenadoras tengan alguna titulación oficial que les acredite que cuentan con formación docente. Es fundamental que además de enseñar a los niños a practicar un deporte también sepan formarlos como ser humanos y enseñarles valores», continúa.
En ningún deporte se empieza a competir hasta los ocho años. Desde los tres hasta los cinco practican varias actividades. Con seis y siete años empiezan a jugar algún deporte pero sin entrar en competiciones federadas. Un ejemplo son los benjamines de la Escuela de Fútbol, cuyo responsable es Nando López. El exfutbolista de Rocafort, que llegó a militar en Segunda con el Nàstic de Tarragona entre otros, dirige a una categoría que empieza a tener sus primeros contactos con la competición en citas como las Miniolimpiadas, que se celebraron ayer en el viejo cauce del Río en Valencia.
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