Escena de 'Enemigo del pueblo'. LP

Ruge la fiera

El Palau de les Arts logra con su primer estreno mundial un contundente éxito en el que puede ser considerado el mayor acontecimiento cultural del año en la ciudad I Francisco Coll crea una música que atrapa y desconcierta por igual

Viernes, 7 de noviembre 2025, 21:23

«Ruge la fiera: la verdadera, la única». Estas palabras, con las que Blasco Ibáñez cierra «Sangre y arena», resonaron en mi mente al terminar ... el estreno mundial de 'Enemigo del pueblo' de Francisco Coll con libreto de Àlex Rigola. El rumor del desquiciado pasodoble con el que Coll inicia, de manera desconcertante, la obra retumbaba todavía en mi recuerdo. El pasodoble de la plaza de toros que ruge indiferente ante la muerte del protagonista de la novela conecta esta frase con ese pueblo que ruge contra el Doctor que en «Enemigo del pueblo» advierte a sus convecinos del problema de salud que se cierne sobre ellos. Francisco Coll ha puesto música al drama de Ibsen, trasladado a España por Rigola, usando la arraigada danza popular que en la ópera adquiere una dimensión grotesca y sirve para representar la hipocresía y el populismo.

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Francisco Coll crea una música que desconcierta y atrapa por igual. El inesperado pasodoble inicial da paso a una construcción del drama en el que el ritmo narrativo de la música es conducido con magistral inteligencia artística. Se logran momentos asfixiantes, como la escena final del primer acto o la asamblea del segundo. Pero esos momentos contrastan, sin romper la coherencia, con los momentos más líricos para culminar en un final descorazonador, de una belleza lírica y trasparente que parece mostrar el vacío y la soledad en la que quedan los protagonistas.

ÓPERA

  • 'Enemigo del pueblo' J. A. López, M. Marín, B. Rae, I. Galán, M. Fontanals-Simmons, J. Goberna

Rigola ha tenido que sintetizar el drama de Ibsen de 1882. La trama ideada por el escritor noruego goza de plena actualidad y se pueden ver problemas contemporáneos como el negacionismo contra la ciencia y el populismo. Tampoco el Doctor es un personaje inocente. Su posición contra la democracia es también la muestra del incipiente poder que instituciones como la medicina tiene a partir del siglo XIX como bien mostró, entre otros, Michel Foucault. Rigola no evita esas aristas del personaje; para mantener la esencia de la obra, ha tenido que sintetizar y eliminar elementos como los personajes de la madre y el capitán. También limita el papel del suegro a una figura muda que de forma siniestra aparece en el horizonte. Rigola no solo es el autor del libreto, sino también el director de escena; en ese sentido, presenta la acción en el especio de una playa con el mar en el horizonte donde se desarrolla el drama entre los personajes.

Coll se ha encargado de dirigir el estreno de su obra; la partitura es de una tremenda dificultad técnica que el compositor supo conducir con impecable precisión. Excelentes a sus órdenes tanto la Orquesta de la Comunitat como el Cor de la Generalitat. La orquesta celebró con un «pateo» el trabajo de Coll algo que ha ocurrido pocas veces.

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El reparto estuvo encabezado por José Antonio López quien fue el gran triunfador como Doctor con una interpretación generosa y de gran solidez vocal. Moisés Marín no quedó atrás como Alcalde (y hermano) logrando sin problemas los endiablados agudos con seguridad y brillo. Brenda Rae como hija fue un derroche de humanidad mientras que Isaac Galán encarnó con talento el contradictorio rol de Mario (director del periódico). El final de la función se cerró con una contundente ovación con la que el Palau de les Arts firma su primer estreno mundial en el que puede ser considerado el gran acontecimiento cultural del año en la ciudad.

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