Un operario coloca vallas alrededor del techado del colegio Lluís Vives de Massanassa. LP

Seis de los ocho colegios destruidos se levantarán de nuevo en la misma parcela

Los proyectos de construcción incluirán medidas para protegerlos de episodios similares, como vías de acceso a la azotea o vallados que eviten el efecto barrera

Joaquín Batista

Valencia

Jueves, 14 de agosto 2025, 00:11

Seis de los ocho centros educativos que quedaron destruidos por el paso de la dana del 29 de octubre, que provocó severos daños estructurales ... en las instalaciones, se levantarán de nuevo en las parcelas originales, aunque las futuras edificaciones incluirán medidas que permitan mitigar los efectos de posibles inundaciones futuras.

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Así lo han explicado fuentes de la Conselleria de Educación, que han recordado que tras decidirse la demolición de las escuelas se elevaron consultas a los ayuntamientos para conocer su punto de vista y la disponibilidad de suelos en las localidades respectivas, optándose finalmente por la solución citada. Exactamente, los proyectos tendrán en cuenta los criterios constructivos que recoge el Plan Territorial de Prevención del Riesgo de Inundación de la Comunitat Valenciana (Patricova).

Los seis centros que mantendrá su ubicación original son el instituto Berenguer Dalmau de Catarroja, el colegio Orba de Alfafar, el Lluís Vives y el Ausiàs March de Massanassa, el Carme Miquel de Algemesí y el Ceip Horta de Paiporta. Tampoco cambiará de sitio el IES Alameda de Utiel, pero a diferencia de los anteriores no se derribará para hacerlo de nueva planta, sino que se reconstruirá. Sí modificará su ubicación el Blasco Ibáñez de Alginet, el único del listado cuyos destrozos nada tuvieron que ver con las riadas del Magro o el Poyo, sino con el paso de un tornado.

En cuanto a las medidas para prevenir escenarios similares, habrá que esperar a la redacción de los proyectos de construcción para su concreción, aunque el Patricova da pistas de por dónde pueden ir los tiros, pues incluye un anexo sobre la adecuación de edificaciones, que varía en función del nivel de peligrosidad asignado a cada zona urbana.

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Los trabajos previos a las demoliciones de los centros educativos que quedaron destruidos por la dana ya han comenzado en Massanassa, con el vallado de zonas sensibles y el acopio de materiales. Serán siete las instalaciones que se derribarán, entre ellas los dos centros afectados de la citada localidad (Lluís Vives y Ausiàs March). Y en seis de los casos las nuevas instalaciones se levantarán en la misma parcela, aunque el proyecto constructivo incluirá medidas de protección ante posibles inundaciones futuras.

Por ejemplo, se citan vías de evacuación verticales, como escaleras para acceder a cubiertas o azoteas que sirvan de refugio, una orientación de las edificaciones que siga el sentido del flujo de agua, evitando el efecto barrera, cerramientos exteriores permeables con el mismo fin, forjados de la planta baja por encima del nivel de la calle circundante, puertas y ventanas estancas al menos hasta una altura de 1,5 metros o cimentaciones y estructuras resistentes a la presión que pudiera ejercer la avenida.

Las nuevas obras podrían tener en cuenta, además, las directrices del plan Endavant del Consell, que incluye medidas de protección ante posibles eventos futuros. Algunas son coincidentes con los criterios del Patricova (como las vías de escape verticales) y otras son más ambiciosas, como dejar diáfanas las plantas bajas en nuevas construcciones. Es, de hecho, la opción elegida para el IES Alameda de Utiel.

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El siguiente paso para los centros destruidos, salvo el anterior, será la demolición de las instalaciones originales, que comenzará a lo largo de este mes. De hecho, los trabajos previos ya se han iniciado en los colegios Lluís Vives y Ausiàs March de Massanassa, que conforman un único proyecto de derribo -al tratarse de escuelas adscritas- que se ha adjudicado a la empresa Cadersa.

A la espera de que llegue la maquinaria pesada, los operarios trabajan en el acopio de materiales y en despejar en lo posible la parcela, además de en el vallado de las zonas más peligrosas, como el techado que está parcialmente derruido tras el fatal accidente que costó la vida a un operario de Tragsa que trabajaba en las labores de limpieza.

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La Conselleria de Educación adjudicó la demolición de cinco de los centros por un importe de 3,3 millones y por la vía de urgencia para iniciar los derribos en agosto. El del Berenguer Dalmau de Catarroja tendrá un coste de 980.325 euros, el del Orba de Alfafar de 1.020.857, el del Lluís Vives y la Escuela Infantil Ausiàs March de 882.481 y el del Carme Miquel de 422.895. En cuanto al Horta de Paiporta, será el Ayuntamiento el que asuma la tramitación de los trabajos, igual que la futura obra de nueva planta al tener delegada la competencia a través de Edificant. Y respecto al Blasco Ibáñez de Alginet, el centro se desafectará y se pondrá a disposición del Consistorio, que si bien podría rehabilitarlo para darle un uso distinto, con mucha seguridad optará por derribarlo debido a los daños que presenta. Todos estos centros fueron vallados en el mes de julio para facilitar los trabajos de demolición y evitar incursiones.

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