Un río más profundo para poder ayudar, también, a l'Horta Sud
CHJ y Ayuntamiento chocan pese a que el organismo de cuenca asume que hay que ampliar la capacidad del nuevo cauce
La terrible noche del 29 de octubre, los bomberos del Ayuntamiento de Valencia tenían un ojo puesto en las chapoteantes calles de La Torre, ... Castellar-Oliveral y Horno de Alcedo y otro, en el nuevo cauce del Turia. En la primera gran prueba del plan sur tras la riada de 1957, la obra hidráulica más importante de la historia de la ciudad estuvo a punto de fallar el examen. En la comisión de investigación de la dana que se celebró en el seno del Consistorio, el jefe de Bomberos, Enrique Chisbert, confesó que temieron que el río se saliera y que el puesto de mando, situado en un puente a la entrada de La Torre, quedara incomunicado con el resto de la ciudad. La confesión, más allá de plantear dudas sobre si en plena riada un puente es el mejor lugar para colocar un puesto de mando, evidencia el miedo que había en el Consistorio de que el cauce no aguantara. Ese miedo no se depejó con el paso del tiempo:la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha repetido por activa y por pasiva que al plan sur había que darle una vuelta. La Confederación Hidrográfica del Júcar, con la que el Ayuntamiento ha chocado en varias ocasiones desde entonces, le dio la razón en el plan de resilencia, pero los enfrentamientos no han cesado.
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Primero fue Catalá la que habló de ampliar el cauce. Lo hizo durante una visita a las playas del sur, que limpió el Consistorio ante la inacción de Costas. «Si hay que hacer alguna canalización del barranco del Poyo hacia el nuevo río hay que analizar la capacidad del cauce e invertir posiblemente en más infraestructuras que permitan oxigenar la capacidad del cauce», dijo la alcaldesa, que también deslizó la idea en una entrevista con este diario.
Parecía que la idea de la CHJ iba por otro lado, porque en diciembre se planteó la renaturalización de parte del Turia, entre Xirivella y el mar, para disponer de un caudal ecológico que permitiera recuperar parte de la función original del Turia. No era el proyecto de parques inundables que propuso Ribó y que criticó un PPque ahora ha rescatado la idea para el conocido como escudo verde, pero se le acercaba. El Consistorio puso entonces el grito en el cielo:no tenía sentido, menos de tres meses después de la dana, plantear la idea de recuperar ese caudal ecológico en lugar de estudiar si había, o no, que ampliar el cauce.
Pero entonces llegó el plan de resiliencia, presentado el pasado mes de mayo. En él, la CHJasumía la tesis del Ayuntamiento, evidente para todos los que en la mañana del día 30 vieron que el cauce estaba mucho más lleno de lo que hasta los más viejos del lugar lo habían visto. Sobre todo con el plan de desviar al cauce los barrancos de la Saleta y del Poyo, solución la primera que enfrentó a los consistorios de Valencia y Aldaia. La CHJasume estos extremos en su plan de resiliencia, para satisfacción del Ayuntamiento.
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«Las soluciones proyectadas para el barranco de la Saleta y la rambla de Poyo incluyen un desvío de caudales hacia el nuevo cauce del río Turia, lo que podría suponer un problema si por dicho cauce también circulase una avenida de proporciones extraordinarias y coincidiesen las puntas de caudal», indica la CHJen el documento, que asume lo obvio:si el nuevo cauce estuvo a punto de salirse la noche de la dana, y ahora quieren meterle lo que trae la Saleta e incluso lo que pueda venir del Poyo, unos 800 metros cúbicos por segundo, efectivamente hay que darle una vuelta al cauce. «Por ello, los desvíos de caudal al nuevo cauce del Turia deben diseñarse de forma que no se incremente el riesgo de inundación por desbordamiento del nuevo cauce», insiste la CHJ en el plan de resilencia, cuya exposición pública terminó a finales del pasado mes.
La CHJ cree que en los tramos II y III, un caudal de 5.000 m3/s «agota la capacidad del cauce, produciéndose desbordamientos localizados en determinados puntos en los que la lámina de agua sobrepasa las cotas de coronación de cajeros en unos escasos 40 centímetros». El estudio, según la CHJ, estima que se podría evacuar un caudal de 4.300 m3/s sin producirse desbordamiento alguno, «aunque bastaría con un ligero recrecimiento de los cajeros en algún tramo a base de barrera tipo New Jersey para evitar desbordamientos con la avenida de 5.000 m3/s. Solo con estas actuaciones se incrementaría la capacidad del nuevo cauce del Turia en 700 m3/s».
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Avenidas extraordinarias
Para avenidas extraordinarias, el organismo de cuenca plantea «la excavación de un cauce interior en los tramos II y III». «En el tramo II el cauce interior tiene un ancho en coronación de 120 m, y en el tramo III tiene un ancho en coronación variable, siendo la distancia desde la coronación del cauce interior hasta el pie de los taludes del cauce principal igual a 10 metros. La profundidad del cauce interior es en ambos tramos de 2 metros», revela. Con esta solución se llegaría a los 5.800 metros cúbicos por segundo. Para ampliar aún más la capacidad y llegar a los 7.000, se propone ampliar «la cota de coronación de márgenes de 80 centímetros, materializado mediante la colocación de unos pretiles de la misma altura a base de barrera tipo New Jersey». Ello permitiría «alcanzar los 6.200 m3/s en cabecera de encauzamiento y los 7.000 m3/s tras las incorporaciones de la Saleta y Poyo», insiste la CHJ.
El Ayuntamiento, sin embargo, no las tiene todas consigo. Desde la Concejalía del Ciclo Integral del Agua se hizo especial hincapié, la semana pasada, en la denominada vía verde del barranco del Poyo y desvío a nuevo cauce del Turia, «dado que como ya se indicó en las alegaciones formuladas para el desvío del barranco de la Saleta previo a la solución definitiva, se requiere de un análisis conjunto de las cuencas de los barrancos Poyo y Pozalet – Saleta y sus posibles desvíos al nuevo cauce del Turia, donde se valoren todas las alternativas cuyo condicionante principal sea que no se incremente el riesgo de desbordamiento del nuevo cauce del Turia en ambos márgenes» tal como indicó el concejal delegado, Carlos Mundina.
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El edil subrayó que esta medida relativa a la adecuación del nuevo cauce del rio Turia «debe ir de la mano del estudio conjunto de las cuencas de los barrancos Poyo-Saleta para determinar las actuaciones a realizar para reducir los riegos de desbordamientos». Mundina también explicó que en el cronograma propuesto para las medidas de prevención y protección, donde se recogen las actuaciones de los barrancos de la Saleta y del Poyo con las conexiones al nuevo cauce para el año 2026, no está planificada la adecuación del nuevo cauce del Turia, que deberá consensuarse de manera previa a la ejecución de ambas conexiones y llevarse a cabo a la vez y antes de la conexión del barranco del Poyo, en opinión del Ayuntamiento de Valencia.
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