Las USME han realizado más de 500 intervenciones comunitarias en la zona cero
La conselleria critica la baja incidencia asistencias de las Unidades de Salud Mental de Emergencias desde su incio
Nacho Roca
Catarroja
Lunes, 20 de octubre 2025, 15:39
La ministra de Sanidad, Mónica García, ha visitado Catarroja para conocer in situ el trabajo de las Unidades de Salud Mental en Emergencias (USME) desplegadas tras la dana y participar en una actividad comunitaria con personas afectadas y asociaciones de víctimas. Desde su despliegue, hace algo más de dos meses, los equipos han realizado más de 500 intervenciones comunitarias en las zonas afectadas, en coordinación con más de 30 entidades locales y organizaciones sociales, educativas y sanitarias.
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Catarroja acoge uno de los trece equipos USME, desplegados en doce municipios de la provincia de València y uno en la localidad albaceteña de Letur. Estas unidades están gestionadas por la Fundación Manantial y contratadas por la FCSAI en el marco de un convenio entre el Ministerio de Sanidad, la Generalitat Valenciana y la Comunidad de Castilla-La Mancha, con financiación del Ministerio de Sanidad. Uno de estos equipos tiene, además, el mandato específico de acompañar a las asociaciones de víctimas de la dana, dada su especial vulnerabilidad emocional.
Durante la visita, la ministra se reunió con las representantes de las asociaciones de víctimas, Rosa Álvarez y Mariló Gradolí, acompañadas por Empar Puchades y Carmina Gil. También asistieron la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé; la comisionada para la Reconstrucción, Zulima Pérez; la alcaldesa de Catarroja, Lorena Silvent; así como profesionales de las USME y personas usuarias del servicio.
Las USME actúan con un enfoque comunitario y no asistencial, con el objetivo de fortalecer los vínculos sociales, ofrecer apoyo emocional colectivo y facilitar el acceso a los recursos locales. Los casos que requieren atención especializada se derivan a los servicios autonómicos de salud. Cada equipo está integrado por profesionales de psicología, enfermería, trabajo social, terapia ocupacional y educación social, con experiencia en intervenciones post-catástrofe.
Previo al despliegue de los equipos, se realizaron dos estudios de campo iniciados a principios de año: uno, elaborado por Médicos del Mundo, sobre el impacto emocional de la catástrofe, y otro, desarrollado por APL I CA, que mapeó los recursos comunitarios disponibles. Estos informes sirvieron de base para priorizar las intervenciones e integrar a las USME en el tejido local.
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Entre las actuaciones desarrolladas destacan los talleres de primeros auxilios psicológicos, las actividades de expresión emocional, el acompañamiento a personas mayores, el apoyo a profesionales, los grupos de ayuda mutua para personas cuidadoras y los talleres intergeneracionales. Estas intervenciones se desarrollan en centros de salud, asociaciones locales, residencias, domicilios y otros espacios comunitarios.
En varios municipios, las USME se han integrado en los Comités Locales de Emergencia y Reconstrucción (CLER), consolidando su papel dentro de los planes de recuperación post-catástrofe. Además, se ha creado un grupo de trabajo intermunicipal para incorporar el enfoque psicosocial en los planes locales de emergencia. La colaboración con entidades como Cruz Roja, Cáritas, Psicólogas Sin Fronteras, Mensajeros de la Paz, CEPAIM y otras organizaciones locales ha permitido tejer una red de apoyo sólida, adaptable y continua.
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Asimismo, se han puesto en marcha iniciativas innovadoras, como los espacios de escucha para hombres en Algemesí, los grupos de ventilación emocional para profesionales en Sedaví y los talleres intergeneracionales en Aldaia y Utiel.
La ministra Mónica García ha destacado la importancia de abordar tanto las heridas individuales como las colectivas indicando que «tenemos que sanar no solamente las heridas individuales, sino también las heridas colectivas y comunitarias. Estas intervenciones tienen que ver con la vida cotidiana de la gente y con los trastornos emocionales derivados de una tragedia de estas características».
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La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ha agradecido la visita y la apuesta por una acción comunitaria sostenida. «Hoy hemos recibido a la ministra de Sanidad, a quien quiero agradecer su colaboración permanente. Venimos trabajando desde hace meses en una acción comunitaria desde el comisionado de salud mental, y hoy hemos venido a verla y ponerla en práctica», ha indicado.
La Conselleria de Sanidad ha presentado una queja formal al Ministerio de Sanidad por la baja actividad de las Unidades de Salud Mental de Emergencias (USME), creadas tras la dana y gestionadas por una entidad privada. Según el director general de Salud Mental y Adicciones, Bartolomé Pérez Gálvez, estos equipos, que comenzaron a funcionar ocho meses después de la catástrofe, han atendido solo a 262 personas en tres meses, frente a las 6.674 que atendieron los servicios públicos de la Generalitat. Pérez Gálvez denuncia que las USME generan confusión al presentarse como recursos asistenciales, pese a su escasa eficacia y episodios de inactividad incluso en días críticos. La Conselleria exige al Ministerio rigor, coordinación y transparencia, y reivindica la profesionalidad de su red, que ha reforzado con 111 nuevos puestos en los departamentos más afectados.
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