El mapa de riesgos infecciosos que deja la dana: desde diarreas y gastroenteritis hasta cólera, virus del Nilo o casos de necrosis

El trabajo ha permitido detectar una treintena de agentes infecciosos de todo tipo (virus, bacterias, protozoos, parásitos, amebas o insectos), con capacidad de transmisión variada (por contacto, el aire o por heridas), estacional o permanente. El estudio no se refiere a diagnósticos en pacientes, sino a microorganismos y otros vectores que pueden provocar diferentes enfermedades entre la población.

Destacan sobre todo patologías como gastroenteritis, diarreas, vómitos o intoxicaciones alimentarias, siendo los casos más extremos la fascitis necrosante (infección de la piel por heridas que puede ser grave al provocar necrosis), disentería (inflamación del intestino que provoca sangrados y que puede ser mortal), virus del Nilo occidental (inflamación del encéfalo), fiebre amarilla, dengue, virus del Zika (fiebre del mismo nombre) o cólera, que provoca una diarrea acuosa que en su manifestación más grave causa una fuerte deshidratación. Es sí, la cepa de la bacteria causante parece ser la menos patógena para los humanos, lo que no quita que pueda mutar y resultar más peligrosa. El agente detectado con mayor asiduidad es la Escherichia coli, que provoca episodios de diarrea que pueden resultar graves, sobre todo entre personas mayores.

El trabajo ha sido liderado por la Unidad de Parasitología Sanitaria de la Facultad de Farmacia de la Universitat. En la presentación participaron varios de los investigadores del estudio, como Santiago Mas-Coma, María Dolores Bargues y Consuelo Borrás, que destacaron que se trata de un trabajo multidisciplinar que tendrá más actualizaciones. Por ejemplo el primero señaló que actualmente se está analizando la calidad del aire, pues los agentes infecciosos pueden haber permanecido en el barro seco y extenderse como consecuencia de movimientos de tierras propios de las obras de reconstrucción o reparación. De hecho, advirtió, atendiendo a la experiencia previa sobre inundaciones catastróficas, de que la proliferación de enfermedades, incluso de epidemias, suele darse más a medio y largo plazo.

Uno de los objetivos del estudio es establecer un modelo que sirva de guía para los servicios sanitarios, en el sentido de que el mapeo de riesgos ayude a facilitar los diagnósticos en hospitales o las medidas a adoptar en materia de salud pública. Por ejemplo, si se da el caso de que un paciente de la zona cero presenta síntomas compatibles con alguna de las enfermedades descritas.