El lento paso de la reconstrucción del kilómetro 0 de la dana
El tiempo no avanza en Chiva, el paisaje muta poco a poco y el Ayuntamiento espera que después del verano el centro de la población tenga una nueva cara
Hoy se cumplen ocho meses de la dana del 29 de octubre, un relato de 243 días donde el paso de la reconstrucción sigue siendo más lento de lo esperado. Los problemas son diversos: desde la limitada capacidad de los Ayuntamientos para licitar el global de las ayudas –muchos millones de euros– hasta la falta de empresas que puedan hacer frente a la gran cantidad de obras que están todavía por ejecutar. Al levantar la persiana en Chiva, en el kilómetro cero de la dana, el paisaje empieza a mutar de color y el rugido de las máquinas augura un cambio evidente antes de que se cumpla el triste aniversario. Todo ha ido más lento de lo programado pero se espera que en el último cuarto del año las obras se aceleren.
En la calle Buñol de Chiva, esa que llenó las portadas y los informativos de televisión, el agua superó los siete metros de altura –cauce más calle– y ya empieza a tener vida. En los pueblos hay gente valiente, como el matrimonio que forman Juan Carlos y Mercedes, que lo perdieron todo y han resucitado el negocio de Modas Cunquero. En pleno kilómetro cero de la dana.
Con la vista puesta en el 18 de julio
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En la entrada del resucitado negocio, levantado con la ayuda de Juan Roig y todas aquellas ayudas públicas que le han correspondido, hay un vinilo con un «¡Gracias!» enorme dedicado a todas las personas que durante estos meses les han ayudado. «Hemos conseguido abrir y la gente ya va volviendo a la tienda. Poco a poco. Lo hemos tenido que cambiar todo pero vemos ya la luz porque antes se veía todo muy negro», cuenta Mercedes, que regenta el negocio de moda que hace más de medio siglo puso en marcha la familia de su marido en Chiva, un lugar en el que no era extraño comprar tejanos Lois, Caster y Cimarron.
Sin piedra, sin hornacina y sin San Isidro
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El pero está en el estado de la calle Buñol, muy mejorada desde el día después del 29 de octubre pero todavía con un camino por recorrer. «Hay gente que con el carrito del bebé, por ejemplo, no puede pasar y el tema de los olores es insoportable debido al calor», señala Mercedes. La red de colectores todavía es provisional y las toallitas que los vecinos echan por el váter se han convertido en un grandísimo problema, ya que la infraestructura revienta y las aguas fecales emergen a la superficie.
La primera obra que se inició, y que acarreó el derribo de varias viviendas, es la del paseo de San Isidro, adjudicada por la vía de emergencia a OHL con un presupuesto de cerca de un millón de euros. Una cantidad que se repercutirá sobre los 36 millones de euros de ayudas del Gobierno. «La idea era que esta obra estuviera finalizada a finales de este mes de julio pero las lluvias de marzo nos retrasaron los plazos, ya que las máquinas no podían entrar a trabajar porque se hundían en la tierra húmeda del cauce», señala el concejal del Ayuntamiento de Chiva Javier Tarín.
El edificio se ha saneado y apuntalado
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En este momento se está levantado el muro para poder rehacer la plataforma de la calle San Isidro en el mismo estado que estaba antes de la dana. La fuerza desmedida del agua rebajó también el nivel del cauce y debajo del puente nuevo se está ejecutando una gran losa de hormigón para recalzar la base con el fin de fortalecerlo en previsión de nuevas avenidas.
El proyecto también contempla la construcción de al menos dos cuencos de disipación –el tercero, a la altura de Bechinos, está en duda– con el fin de disminuir la velocidad del agua y que su arrastre no genere la destrucción del 29 de octubre. Los cuencos son una construcción que, mediante un resalto hidráulico, sirve para amortiguar el paso del agua.
Las tiendas comienzan a resurgir
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«Sabemos que lo ideal es desviar el cauce del barranco de Chiva por fuera de la población. Lo hemos mirado pero es un proyecto muy caro que obviamente este Ayuntamiento no puede asumir», explica Tarín, que asegura que las medidas que se van a aplicar son para mitigar los efectos de futuras avenidas. Por eso se ha liberado de obstáculos el cauce, con la rotura de la gran roca junto a la hornacina de San Isidro y los cuencos de disipación.
Un cauce más profundo y con una losa
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Las actuaciones también siguen en la otra pata del barranco, la de la calle Buñol que tiene salida hacia Bechinos para que el barranco busque la rambla de Poyo. Ahí la obra acumula cierta demora porque la conselleria de Infraestructuras, que se ha hecho cargo de la reconstrucción del puente viejo, acumula retraso tanto en la colocación de la pasarela –está prevista para el 18 de julio– como en las obras del paso, donde actualmente hay instalada una plataforma metálica provisional que ya ha cumplido con su función y que, ahora mismo, ya no tendría que estar instalada.
Desesperante espera de ocho meses
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«Confiamos que en julio se pueda ver un gran acelerón en las obras y que el centro del pueblo cambie un poco la cara. La idea es que en un plazo de tres semanas ya se asfalte la calle Buñol y que las obras de recuperación del puente nuevo se aceleren lo máximo posible para que pueda existir un paso seguro para todos los vecinos de la calle del Pilar hacia arriba y de Doctor Bernat», señala el edil de Chiva, que asegura que también se ha trabajado para que la red de colectores ya no vierta al barranco.
Los trabajos, en todos los puntos afectados por la riada de octubre, transitan a su ritmo. La semana pasada, por ejemplo, se colocó sobre el puente de la CV-50 una gran viga de 36 metros y 190 toneladas de peso, que se transportó hecha a medida desde Sevilla por carreteras secundarias y que ya está asentada en el puente. El objetivo es que en cuestión se semanas se pueda habilitar este paso al tráfico y Cheste vuelva a disponer de una de sus entradas naturales. En cambio, el acceso por la CV-378, la carretera que da acceso a la A-3 por el Complejo Educativo de Cheste, sigue cortada. Es un punto sólo de entrada al municipio y se cruza el cauce de la rambla de Poyo para llegar a la población.
El objetivo de recuperar el alcantarillado
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La dana cortó 18 carreteras de la red autonómica y ya han sido abiertas 15. Tan sólo quedan por estar operativas en su totalidad la CV-33, la CV-42 y la CV-50, que está previsto que se abran este mismo verano. El último hito ha sido la reapertura de la CV-403 a su paso por Torrent, una de las carreteras más afectadas por la inundación y que con su puesta en marcha da servicio a más de 20.000 vehículos diarios, siendo una de las vías más importantes de conexión en l'Horta Sud.
Derribos y muro de contención
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La inversión de la conselleria de Infraestructuras ronda los 600 millones de euros en el proceso de reconstrucción, y la mayor inversión, con una aportación de 180 millones de euros ha ido a parar a la gestión de residuos.
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