El juez aprecia indicios delictivos en el organizador del Medusa por la muerte de un joven y 20 heridos en un temporal de viento
El juzgado también procesa a los responsables de cuatro empresas por los fallos en el montaje de las estructuras
El Tribunal de Instancia de Sueca, que investiga la responsabilidad penal en el accidente mortal del festival del Medusa de 2022, aprecia indicios de criminalidad en el organizador del evento, Andreu Piqueras. Así consta en la última resolución judicial que pone punto final a la instrucción y abre la puerta a que las acusaciones presenten sus respectivos escritos de calificación por delitos de homicidio y lesiones por imprudencia grave.
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Las empresas responsables del montaje de las estructuras también aparecen señaladas en el auto, así como la mercantil que redactó el proyecto de actividad de la instalación y el organismo de certificación administrativa (OCA), una sociedad que da el visto bueno a las instalaciones y al trabajo del resto de profesionales. Algunas son de las firmas más poderosas del sector, vinculadas a los grandes festivales de la escena nacional, como el FIB de Benicàssim y el Mad Cool de Madrid, referentes de estos certámenes por volumen de asistentes y calidad de los grupos.
Por contra, el procedimiento se archiva contra los responsables municipales del Ayuntamiento de Cullera, municipio que acoge el multitudinario evento musical. De esta forma se cierra el capítulo de responsabilidades políticas. Tampoco el Ayuntamiento deberá hacerse cargo de indemnizaciones, que correrán a cargo de las empresas y las aseguradoras. Este tipo de asuntos normalmente suelen terminar en una conformidad, acuerdo en el que los acusados reconocen su culpabilidad y se benefician de una reducción de la pena. A cambio, los familiares de las víctimas reciben su indemnización de forma inmediata.
La instrucción concluye después de tres años de pesquisas donde, de manera indiciaria, se ha podido constatar que el proyecto de actividad no recogía todas las estructuras que fallaron, especialmente las consideradas «auxiliares» como las estructuras «tipo Truss y las decoraciones». De igual modo, también hubo una falta de supervisión en el montaje de las estructuras auxiliares, según las conclusiones preliminares de esta investigación.
Los hechos se produjeron en agosto de 2022. Un joven falleció y otros 40 resultaron heridos de diferente consideración al volcar varios pórticos, repartidos por todo el recinto, debido a unas fuertes rachas de viento en plena madrugada. La organización siempre ha sostenido que aquel fenómeno meteorológico fue impredecible y por eso no se desalojó el recinto. El certamen reúne cada año a decenas de miles de jóvenes aficionados a la música techno.
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Al margen de la falta o no de previsión con los informes de la Aemet, la investigación ha permitido concluir que las estructuras volcaron «por la evidente insuficiencia de los anclajes al terreno y contrapesos». En algunas estructuras «no había ninguna sujeción al terreno en las patas traseras», recoge el auto. En otras, por ejemplo en los baños, «solo había una piqueta en una de las tres patas traseras, estando las otras dos sin ninguna sujeción». En definitiva, la resistencia al arranque de los anclajes «era muy inferior a la fuerza de tracción necesaria para resistir los envites del viento».
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