El Consell cierra bares, cines y gimnasios y recurre a estudiantes y médicos jubilados

En la guerra contra el coronavirus, las Administraciones ya han optado por emplear el armamento pesado. Tras suspender la celebración de las Fallas, la Generalitat optó este viernes por clausurar también los establecimientos públicos que pueden concentrar a un número relevante de personas, así como a establecer medidas sanitarias excepcionales ante una presumible avalancha de pacientes contagiados. El creciente temor que se extiende entre los valencianos, especialmente por la llegada de visitantes de la comunidad de Madrid -el principal foco de contagio de España- a zonas de playa como la Marina o la Safor -donde abundan las segundas residencias-; y el repunte de nuevos casos -este viernes una veintena más, hasta superar ya los 150 contabilizados- y el aumento de personas fallecidas (ya son tres en la Comunitat) suponen la principal justificación para adoptar estas restrictivas medidas.

En concreto, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció este viernes la suspensión de todos los espectáculos públicos, de las actividades recreativas y socioculturales y el cierre de bares, restaurantes y locales de ocio desde la medianoche de este viernes a hoy y por un plazo de 15 días «sin perjuicio de su renovación». Por su parte, la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, detalló que esta suspensión afecta a «todos los espectáculos y actividades en vía pública y espacios abiertos», así como a «todas las pruebas deportivas cuyo permiso competa a ayuntamientos y Administración autonómica, discotecas, salas de fiesta, salas de baile y pubs, cines, teatros, establecimientos con butacas o con asientos fijos, espectáculos taurinos en plaza de toros, festejos de bous al carrer y espectáculos con animales; actividades feriales y parques de atracciones; establecimientos donde se realice actividad de juego y de azar, como casinos o bingos ; actividades organizadas para personas menores de edad o para personas mayores de 65 años; gimnasios, piscinas y establecimientos donde se desarrollen actividades deportivas». Y no queda ahí. Su compañero, el conseller de Educación, Vicent Marzà, concretó también el cierre de los espacios teatrales, musicales, museos, archivos y bibliotecas.

Asimismo, la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas, Mónica Oltra, detalló la suspensión de las actividades de los centros de atención de día para personas dependientes, ocupacionales, de atención temprana, puntos de encuentro familiar; así como los centros ambulatorios, la Red Centros Mujer y Orienta, aunque los técnicos del departamento «irán atendiendo en su casa a las personas que no puedan suspender determinados tratamientos». En este caso, la medida arranca el lunes, afecta tanto a centros públicos como privados y tendrá una duración de un mes, aunque podrá prorrogarse en caso de necesidad.

A estas acciones preventivas se suma el plan de choque que ultima la Conselleria de Sanidad. En concreto, el pleno del Consell aprobó este viernes un decreto de medidas extraordinarias de gestión sanitaria en salvaguarda de la salud pública a causa de la pandemia por COVID-19 que incluye, entre otras, la puesta a disposición del Sistema Valenciano de Salud de medios y recursos sanitarios de diputaciones, ayuntamientos, mutuas de accidentes y trabajo y de centros y establecimientos sanitarios privados «durante el tiempo que sea necesario». También faculta al servicio de salud a habilitar espacios para uso sanitario en locales públicos o privados que reúnan las condiciones necesarias para prestar asistencia sanitaria -ambulatoria, de consulta u hospitalización-. Por tanto, la puesta en marcha de hospitales provisionales cobra ya fuerza en la Comunitat. Al respecto, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, aclaró que ambas medidas «se adoptarán previa autorización judicial».

Ademas, todo el personal dependiente de la conselleria podrá ser requerido para realizar funciones relacionadas con la asistencia mientras que se establece también que, entre jornada y jornada laboral, el personal sanitario tendrá que descansar, al menos, diez horas. También se podrán suspender temporalmente las exenciones de guardias por razones de edad, se darán «autorizaciones excepcionales» para nombrar a personal con titulación de medicina pero sin la especialidad correspondiente mientras que los médicos y enfermeros jubilados menores de 70 años podrán voluntariamente solicitar la reincorporación al servicio, a jornada completa o parcial. Por último, el decreto faculta a Sanidad a hacer contratos laborales de duración determinada por obra y servicios a estudiantes de medicina y enfermería en su último año de formación, sanitarios que estarán siempre supervisados por un profesional. De cara a la ciudadanía, Sanidad también impone medidas restrictivas. Según las necesidades de los centros hospitalarios, se podrán suspender o aplazar los ingresos e intervenciones quirúrgicas programadas y las pruebas diagnósticas y consultas externas no preferentes; mientras que «siempre que sea posible» se habilitarán camas de reserva y nuevas camas de unidades específicas de COVID-19 en hospitales. También quedan prohibidos los velatorios de personas fallecidas por coronavirus, tanto en instalaciones públicas como privadas y no se descarta ampliar esta restricción al resto de velatorios.

Y la situación no invita al optimismo. Barceló confirmaba el fallecimiento de otros dos pacientes contagiados con coronavirus, que se suman al deceso registrado el 13 de febrero. Uno de ellos se trata de una mujer de más de 80 años usuaria de la residencia de ancianos de Torrent donde se detectó un importante foco que ha terminado contagiando a medio centenar de residentes. El otro es un hombre, de más de 70 años, fallecido en la provincia Alicante. Ambos presentaban patologías previas. Además, Barceló detalló también la existencia de un brote declarado en el Hospital General de Alicante que ha afectado a nueve facultativos. Uno de ellos ha tenido que ser ingresado con neumonía. En total, el número de contagios asciende a 152 (medio centenar más que este viernes) y los casos activos se elevan a 148 (cinco en Castellón, 104 en Valencia y 39 en Alicante). De ellos, 31 se encuentran ingresados en hospitales (dos en estado grave), 69 están en aislamiento domiciliario y 48 afectados de la residencia de Torrent permanecen en las instalaciones del centro. En esta línea, un empleado de la Conselleria de Economía ha dado también positivo en coronavirus, lo que derivó en la desinfección de una de las torres del Complejo 9 d'Octubre.

El Síndic de Greuges de la Comunitat también suspendió este viernes la atención presencial al público en las oficinas de la institución.

Iberdrola, por su parte, ha lanzado un plan de ayuda para facilitar el pago de las facturas de luz, gas y otros servicios energéticos, con el objetivo de aliviar el posible impacto del coronavirus entre sus clientes. La iniciativa, dirigida tanto a hogares, como a pymes y autónomos, permitirá la flexibilización de los pagos, mediante el fraccionamiento de las facturas hasta en 12 meses y sin coste, a todos los clientes con dificultades de pago que lo soliciten.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Valencia se reunió este viernes con representantes de las principales asociaciones económicas de la ciudad, con el fin de informarles de una serie de ayudas a empresas y comercios. En total, tres millones de euros para abordar la crisis sanitaria. Entre las medidas, destaca el Plan Estímulo Reactiva Valencia, con ayudas directas para la creación de empresas por valor de 1,4 millones.

La junta de gobierno aprobó una comisión permanente de coordinación, según anunció la vicealcaldesa Sandra Gómez. Esta entidad será la encargada de unificar las decisiones que afectan a los servicios públicos. este viernes mismo se podía ver colas de vecinos en la puerta de las oficinas del padrón y el servicio de Tributos, con el fin de reducir las concentraciones de público en las salas.

El Consistorio aprobó la tramitación de emergencia de los gastos necesarios para la salud de la ciudad. El concejal de Hacienda, Ramón Vilar, explicó que de este modo no tendrán algunos servicios no tendrán que esperar a disponer de presupuesto, sino encargar el gasto lo antes posible. «Por ejemplo, la limpieza de un polideportivo con fumigación», dijo. El vicealcalde Sergi Campillo ha ordenado una previsión de servicios mínimos de recogida de basura, limpieza en las calles, mantenimiento de los jardines y poda. Las contratas se han comprometido a unos servicios mínimos en el caso de que el coronavirus afecte a su personal.

Por último, los mercadillos ambulantes se suspenden hasta nuevo aviso, al considerar que son focos de propagación de la enfermedad. El mercado de Colón también cierra sus puertas, aunque los de abastecimientos seguirán en funcionamiento lógicamente.

La primera reunión del centro de coordinación se celebró por la tarde. El alcalde Joan Ribó dijo que se trabaja en una resolución que detallará los servicios municipales básicos que se mantendrán en activo en los próximos días como policía; bomberos; protección civil; movilidad; ciclo integral del agua para garantizar el abastecimiento y el saneamiento; mercados municipales de alimentos y productos de primera necesidad; servicios sociales como el «Menjar a Casa» o recursos para las personas sin hogar; limpieza y gestión de residuos; cementerios o tesorería; entre otros.