El Consell deja en la estacada a cientos de comercios al no pagarles las reformas

Las ayudas se dirigían a mejorar las instalaciones, a comprar nueva maquinaria para modernizarse, a poner en marcha medidas de ahorro energético, a promover la venta online o incluso, en el caso de 'Avalem Artesania', a sustituir la maquinaria de los obradores.

Estas subvenciones llevaron a que muchos comerciantes se decidieran a solicitar las ayudas y acometieran las mejoras de sus locales con inversiones que ascendían a varias decenas de miles de euros.

No en vano estas ayudas suscitaron un gran interés por las ventajas que aportaban. La Conselleria de Economía se comprometió a pagar también la obra civil, algo que en las ayudas de años anteriores no se hacía. La convocatoria señalaba que se pagaba el 75% de la inversión hasta un máximo de 40.000 euros cuando en ediciones anteriores la ayuda únicamente cubría el 50%.

En el caso de aquellos que se metieran a cambiar la maquinaria de los obradores la ayuda llegaba también a cubrir el 75% de la inversión hasta un máximo de 30.000 euros.

Todas estas ventajas hicieron que muchos comerciantes se decieran a realizar una reforma integral de su establecimiento. Fuentes del Gremio de Panaderos señalaron que numerosos empresarios realizaron las obras en el mes de agosto para aprovechar el cierre por las vacaciones.

Una vez entregadas las solicitudes el tiempo empezó a correr sin que la Conselleria publicara la resolución en la que se incluían los beneficiarios de las ayudas. Los comerciantes estaban preocupados hasta que finalmente Economía publicó en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGV) del pasado 7 de diciembre la resolución por la que centenares de comercios se quedaron fuera de las subvenciones por falta de presupuesto.

«La situación es dramática», señalan las fuentes consultadas ya que a la inversión elevadísima que han tenido que hacer estos comerciantes se encuentran en medio de un contexto de incremento desorbitado de los costes. Fuentes del Gremio de Panaderos señalaron que algunos establecimientos han pasado de pagar 1.500 euros de luz al mes a ocho mil. Además, las materias primas han subido hasta un 300%.

De esta forma, hacer una inversión tan fuerte en mejoras del negocio y quedarse fuera de las subvenciones ha supuesto la puntilla y se encuentran en una situación desesperada. Desde el Gremio de Panaderos señalan que los miembros que no han recibido la subvención han hecho una inversión de casi un millón de euros (en total son una treintena).

Aún así aún queda una esperanza. Y esta es que se apruebe antes del viernes una modificación presupuestaria que conceda crédito a la Conselleria de Economía. La operación tiene que ser avalada por la Conselleria de Hacienda. La primera está encabezada por un conseller de Compromís y la segunda por uno del PSPV. Fuentes de Economía señalaron ayer que cuentan con fondos. «Dinero hay», señalaron y explicaron que están a la espera de que Hacienda dé luz verde a la modificación presupuestaria aunque ya llevan tiempo pidiéndola. En este sentido, recalcaron que puede ser esta misma semana. En el caso de que no fuera así, señalaron que se buscarían otras fórmulas para que los comerciantes reciban la subvención. Pero a día de hoy no han cobrado.

Quique Canet es uno de los afectados por esta situación. Tiene un establecimiento de fabricación y venta de pan y pastelería en pleno centro de Valencia, en la avenida del Oeste junto al Mercado Central. «Estoy con el agua al cuello. Confiaba en estas subvenciones», resaltó Canet. Este verano realizó una obra de remodelación de toda la tienda en la que invirtió 51.000 euros con la esperanza de recibir la ayuda.

«Mucha gente se lanzó a la piscina con la esperanza generada por esta convocatoria», explicó. «Algunos viendo las condiciones ofrecidas se aventuró a hacer más arreglos de los que inicialmente pensaba y ahora se ha quedado en la estacada», afirmó Canet.

En su tienda ha cambiado toda la parte de atención al cliente. Ha renovado la decoración, los mostradores, el suelo... «La situación es complicada. No tanto como para cerrar el negocio pero me he metido en préstamos y en unas inversiones fuertes», reseñó el panadero. Quique Canet reseñó que se trata de una situación sobrevenida porque se une a un contexto de crecimiento de los precios desorbitados. En su caso ha pasado de pagar 2.700 o 3.000 euros mensuales de electricidad a 6.300 «Son 260 o 270 euros al día de luz. Es muy fuerte. Estoy decepcionado y desilusionado». explicó.

Aún así mantiene la esperanza y confía que haya una solución de última hora que le permita remontar la situación. Hoy el gremio se reúne con el secretario autonómico de Hacienda, Francisco Gamero, para intentar desbloquear la situación.