La Comunitat rompe la barrera de los 200 muertos en agosto a causa del calor

Una vez que la página del calendario de agosto ha desaparecido de las neveras, las paredes, los paneles y las mesas de oficina, llega el momento de realizar el balance del mes con respecto a los fallecidos por las altas temperaturas y no se puede decir que haya sido positivo. Más bien al contrario.

Por primera vez en la última década y según los datos del instituto de Sanidad Carlos III, a través de su panel que se actualiza diariamente, entre el 1 y el 31 de agosto han fallecido un total de 204 personas en la Comunitat a causa de las altas temperaturas, la primera vez que se rompe la barrera de las 200 personas. La cifra más cercana desde 2015 se alcanzó en 2023, cuando el número de decesos se quedó en 199.

De estas 204 personas, la gran mayoría se han situado en la provincia de Alicante, con 142 fallecidos por causas relacionadas directa o indirectamente con las temperaturas, seguidas por las 47 de Castellón y las 16 de Valencia.

Esta cantidad, prácticamente el 10% del total nacional, que se ha fijado en 2.177 en el mes que acaba de finalizar, convierte a la valenciana en la cuarta autonomía con más fallecidos por este motivo, sólo por detrás de Madrid (415), Cataluña (361) y Castilla y León (264) y por encima de Galicia (198) y Andalucía (169).

Además, si se realiza un balance de los tres últimos meses, entre el 1 de junio y el 31 de agosto han muerto en la Comunitat un total de 391 personas. Una cifra mucho mayor que la del mismo periodo de 2024, cuando hubo 262 muertes, lo que supone un incremento de un tercio en apenas doce meses.

El caso de la provincia de Alicante es especialmente llamativo, ya que las muertes atribuibles a las altas temperaturas no han dejado de crecer este verano, y lo han hecho a un ritmo alarmante. A falta de casi un mes para que terminara la temporada estival, ya se habían registrado más fallecimientos que en los últimos diez veranos. Hasta el 26 de agosto ya se contabilizaban 247 defunciones asociadas al calor, superando las 239 del verano de 2023, que hasta ahora era el registro más alto del último lustro. El balance final, con los datos actualizados hasta el 31 de agosto, han fijado el número de decesos en 269.

De este modo, y por lo que respecta al conjunto del año 2025, en la Comunitat Valenciana han fallecido, desde el 1 de enero y hasta el 31 de agosto, un total de 641 personas a causa de las temperaturas (ya sea el frío o el calor), cantidad muy superior a las 427 del mismo periodo de 2024. Los expertos ya han venido advirtiendo de que esta tendencia no es esporádica, sino que podría ir agravándose año tras año.

El meteorólogo Jovi Esteve ha remarcado que, a falta de los datos oficiales por parte de Aemet, el de 2025 ha sido el verano más caluroso desde 1950, con una anomalía térmica de 1,6 grados por encima de la media de estos últimos 30 años. Así, el mes de junio fue el más caluroso de la serie, desde el año 1956 no se había sufrido uno como el de este año.

El mes de julio fue también atípico. Hubo tres vaguadas generales, es decir, tres lenguas de aire frío que produjeron tormentas generales en toda la comunidad. Cabe destacar la Dana del día 12 y aquella piedra de gran tamaño que afectó al litoral norte de la provincia de Valencia y algunas poblaciones del litoral sur también de Castellón, fue el segundo más lluvioso desde el año 1932.

También destacó el espacio entre el 24 de julio y el 2 de agosto, «ahí tuvimos un respiro térmico con el 25 de julio como día más fresco del verano y luego este mes de agosto, a falta insistimos de confirmación por parte de Aemet, ha sido el tercero más cálido desde que hay registros, empezó fresco, pero acabó algo cálido y esta media tan calurosa es precisamente por esa intensa, extensa y persistente ola de calor que tuvimos entre el 3 y el 18 de agosto. Ola de calor, por supuesto, que ha sido histórica».

Con respecto al mar Mediterráneo, llegó casi a los 29 grados, el récord está en 29,9 a finales de agosto del año 2024. Prácticamente en esta última década el Mediterráneo ha ido ganando un grado y medio y por lo tanto esto lo que está favoreciendo este Mediterráneo tan caliente son las noches tropicales en la Comunitat, sobre todo en las zonas del litoral y prelitoral y también es una fuente de energía extra para las lluvias otoñales.

Esteve resaltó también la invasión de especies como el dragón azul y también daños en las praderas de Posidonia, que están afectando al ecosistema clave del Mediterráneo y que están viéndose afectados precisamente por este aumento de las temperaturas.

Esteve resumió que ha sido un verano persistente y extremo, que ha afectado a la salud, el turismo, la pesca, la fauna, también a la agricultura, por supuesto y este mar cálido incrementa la energía disponible para fenómenos extremos como por ejemplo, danas, lluvias torrenciales, «lo que requerirá mejorar los protocolos de alerta tanto en verano como en otoño. Seguimos en una fase climática con veranos cada vez más largos y calurosos, un reflejo claro del calentamiento global».

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