Urgente El Cuponazo de la ONCE deja 6.000.000 euros a un único afortunado este viernes

Ver fotos

El autobús que sustituye al metro durante las obras. I. ARLANDIS

Caos por la falta de autobuses para cubrir el servicio de las líneas del metro en obras

El deficiente transporte público desata el enfado de los pasajeros y sus protestas por ir amontonados en los vehículos

LOLA SORIANO

Lunes, 25 de julio 2022, 11:26

El enfado de los usuarios de las líneas de metro 1, 2 y 3 afectadas por la supresión de los recorridos por obras de mejora de las infraestructuras era ayer mayúsculo. La falta de autobuses para hacer trasbordos generó caos, sobre todo en la línea 3, en el trazado en obras entre Rafelbunyol y Alboraya.

Publicidad

Las importantes colas que se formaron entre las ocho poblaciones que separan Rafelbunyol de Alboraya, concretamente entre Massamagrell, Museros, Albalat dels Sorells, Foios, Melina y Almàssera y los dos municipios ya citados se tradujo en que mucha gente llegó tarde al trabajo al tener que esperar una hora para llegar a su destino.

Además, se dio la situación de que muchos tuvieron que soportar que los autobuses les dejaran tirados, ya que no pararon en la zona habilitada porque ya iban llenos y la gente esperó a pleno sol y con altas temperaturas.

Usuarias como Vanessa, detallaron que «en la parada del bus de Amàssera con dirección a Rafelbunyol, a las 6.30 horas, la gente no ha podido subir. No había ni rastro del personal de Metrovalencia». El problema de fondo es que FGV no había calculado el número de pasajeros que iban a recibir, ya que pensaban que por ser finales de julio bajaría la demanda, algo que no fue así.

El servicio constó en las primeras horas de sólo tres autobuses cada 20 minutos. En el trayecto entre l'Eliana y Lliria había dos autobuses por sentido cada 40 minutos y en la línea de la Ribera, desde Font Almaguer hasta Castelló, FGV sí puso un autobús por parada, por eso hubo menos problemas.

Publicidad

ntre los viajeros de la línea 3 que estaban indignados se encontraba Francisca Badillo, de Museros. «Es cuestión de Matemáticas. Si hay cuatro vagones de metro, no pueden meter a toda la gente en un autobús», indicó.

Reclamaciones

Era tal su decepción, que ya anunció que iba a poner una reclamación. «Estaba en Museros y he tenido que coger el autobús que iba en otro sentido, hacia Rafelbunyol, y no he bajado para ir de regreso hacia Alboraya. Entre la espera y el trayecto, me ha costado dos horas llegar a Valencia. Este martes como tengo que ir a las 11 horas al Clínico, me tocará salir a las 8 de casa».

Publicidad

María José Salguero también se mostró muy enfadada. «He cogido el autobús a las 7,50 horas en Rafelbunyol y he llegado a Valencia a las 9 horas. En el penúltimo pueblo la gente ya no podía subir. Parecíamos sardinas y la gente decía que iba a reclamar».

Ángel Peris, vecino de Meliana, afirmó que «se ha planificado fatal porque para coger el autobús he tenido que desplazarme 750 desde la estación a una rotonda, en plena antigua carretera de Barcelona y a pleno sol, sin marquesinas. No sé cómo no nos ha dado un golpe de calor».

Publicidad

Según Peris, «un trayecto de 19 minutos en metro me ha costado 1,30 horas. Mañana me sale más a cuesta coger un taxi».

En Metrovalencia reaccionaron tarde y no fue casi hasta el mediodía cuando duplicaron el número de autobuses, al pasar de tres a seis y con frecuencia de diez minutos. Además, anunciaron que este martes se cuadruplicarán, «ya que entre Alboraya y Rafelbunyol pondremos doce autocares, siete urbanos y cinco escolares».

Desde colectivos como la Unión de Consumidores, el responsable Vicente Inglada, afirmó que «no se pueden permitir estos problemas que afectan a la calidad de un servicio público fundamental como es el metro». Añadió que «las obras son necesarias, pero la planificación para que no afecten a los usuarios es importante. Nos preocupa el hecho de que haya pocos autobuses por la seguridad sanitaria y porque se puede generar la idea de que mejor que mientras duren las obras opten por coger los coches, ya que generaría un hábito de no coger el transporte público».

Publicidad

Los alcaldes de Foios, Meliana y Albalat exigieron que se resolvieran los problemas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad