Trabajos de reconstrucción en Chiva. Jesús Signes
Las obras que pueden salvarnos de otra dana 5: Correcciones hidrológicas en Chiva, Cheste o Buñol

La CHJ proyecta en la cuenca alta del Poyo obras ya diseñadas en 2006

El organismo recupera tras la dana un proyecto de hace 20 años para frenar la fuerza del agua a la altura de Chiva

Lunes, 18 de agosto 2025, 01:01

La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), como organismo encargado de la gestión hidrológica de la cuenca que domina la provincia de Valencia, siempre ha ... sabido lo que necesita la provincia para estar mejor preparada ante episodios adversos por fuertes lluvias y sus consecuentes barrancadas. Así se ha demostrado al tener en el cajón grandes y ambiciosos proyectos como los desvíos de las ramblas de la Saleta y el Poyo al nuevo cauce para proteger a los núcleos urbanos de la comarca de l'Horta Sud. Luego ya saben cómo funciona esto.

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Desde los gobiernos a nivel nacional consideran o no realizar las grandes inversiones que estos proyectos acarrean (por desgracia Valencia demostró la necesidad de las mismas al sufrir la mayor tragedia de su historia reciente). En este sentido, para que el agua no circulase con violencia en la cuenca alta del Poyo y proteger términos municipales de Chiva, Buñol o Cheste, entre otros, la CHJ también tenía estudiadas una serie de medidas para tratar de evitar una situación que por desgracia se vivió el pasado 29 de octubre de 2024. Lo mismo para la cuenca del río Magro a su paso por el término municipal de Buñol, por donde pasa un río que recibe el mismo nombre que la población.

Es importante recordar que el 29-O fue un episodio absolutamente extraordinario y que habría sido imposible de prever. Del mismo modo, algunos trabajos y obras menores no habrían podido hacer nada contra la violencia del agua aquella tarde. Sin embargo, volvemos a lo de siempre. ¿La suma de todas ellas habría sido suficiente? ahí está el 'kit' de la cuestión. Pues bien, hasta ahora el protagonismo se lo han llevado (como es normal por su envergadura y capacidad de protección) los proyectos de desvío de los barrancos en la cuenca baja del Poyo. Sin embargo, es imprescindible llevar a cabo correcciones hidrológicas aguas arriba, donde nace la posibilidad de que el agua coja fuerza y comience a poner en peligro todos los municipios que encuentra a su paso.

En este sentido, la propuesta de 'Plan de resiliencia contra inundaciones en la provincia de Valencia' presentado por el Gobierno de España hace memoria de los trabajos ya proyectados en el pasado para informar de los trabajos que se buscan actualizar y desarrollar en la actualidad: «En el año 1994 se redactó el Proyecto Básico de 'Restitución y Adaptación de los Cauces Naturales de los Barrancos Poyo, Torrente, Chiva y Pozalet'. Este proyecto básico fue desagregado en cuatro proyectos constructivos independientes, denominados como Fases I, II, III, IV».

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Del mismo modo, el documento indica que en julio de 2004 «se redactó un 'Estudio de posibles soluciones para la Defensa Integral contra avenidas de la Rambla del Poyo', que sirvió de base para formular la correspondiente Memoria Resumen de Impacto Ambiental con que se daba inicio a su proceso de tramitación de impacto ambiental, puesto que las Fases II, III y IV del proyecto de 1994 no habían conseguido declaración de impacto ambiental positiva».

Para llevar a cabo la aprobación de dicho estudio, la CHJ desarrolló en 2006 una memoria resumen de impacto ambiental del proyecto de adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo vertiente a la Albufera. Este y otros documentos permitió la redacción en 2009 del 'Proyecto informativo de Adecuación ambiental y drenaje de la cuenca del Poyo vertiente a la Albufera', que incluía las medidas estudiadas para la cuenca alta del Poyo. Estas eran reforestación, correcciones hidrológicas y áreas de retención.

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En noviembre de 2010 terminó la redacción final de dicho proyecto y en diciembre de 2011 la Secretaría de Estado de Cambio Climático formuló declaración de impacto ambiental (DIA) favorable. Sin embargo, dichos proyectos nunca se llevaron a cabo y el DIA caducó a los 6 años como marca la Ley. El primer Plan de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) de la demarcación hidrográfica del Júcar, aprobado por Real Decreto 18/2016, de 15 de enero volvió a contar con dichas actuaciones y recibieron informes favorables entre 2018 y 2020. Con todo ello, el vigente PGRI contempla la 'Adecuación ambiental y drenaje de la Cuenca del Poyo vertiente a la Albufera', aunque sólo su fase II, que corresponde al desvío del barranco, dado que el PGRI establece que se debe empezar desde aguas abajo hacia aguas arriba.

El Plan de resiliencia del Gobierno recupera entonces unas obras que se consideraban necesarias desde principios de siglo. El documento indica que «Las actuaciones de corrección hidrológica-forestal consisten en la construcción de hidrotecnias en algunos de los cauces menores afluentes al cauce de la rambla del Poyo en su cuenca alta. Con estas actuaciones puede conseguirse una reducción de las puntas de las avenidas, disminuyendo el riesgo de inundación aguas abajo, así como una reducción de los sólidos transportados durante estos episodios (por retención de estos en los vasos de embalse)».

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Para ello, la CHJ recoge el informe de 2006 e indica que dichas actuaciones «deberán inventariarse las actuaciones ya existentes, estudiar su comportamiento en distintas crecidas y proponer nuevas actuaciones complementarias». Estas 'hidrotecnias' serían dos azudes (similar a una pequeña presa), que se instala en un río o curso de agua para elevar el nivel del agua y permitir su derivación hacia canales o acequias. También están proyectadas tareas de reforestación para estabilizar el terreno y que actúe «sobre los coeficientes de escorrentía para reducir tanto los caudales punta como la erosión y la producción de sedimentos que son transportados hacia aguas abajo».

Tras los destrozos en el municipio de Chiva, la CHJ también plantea una serie de trabajos específicos en el barranco a su paso por la localidad para evitar la envergadura de los daños sufridos el 29-O. La primera de ellas indica que se deben crear mecanismos para disipar la energía del agua. Para ello se propone construir cuencos de disipación en puntos concretos del barrancos: «Las elevadas velocidades y energía de la corriente han provocado graves daños en las edificaciones existentes en ambas márgenes del cauce, por lo que es conveniente diseñar mecanismos para homogeneizar y orientar los flujos en el cauce de las crecidas extremas y disipar energía».

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Del mismo modo, se propone la creación de «zonas de almacenamiento controladas tanto aguas arriba como aguas abajo del cruce con la autovía A-3». Por último, proponen soluciones para mejorar el funcionamiento de los barrancos que confluyen aguas arriba de Chiva: «Las imágenes del día 29 de octubre muestran que el barranco de Cañadillas pierde su continuidad, desborda y circula por la carretera de Chiva-Buñol y las calles de Chiva, produciendo daños incluso antes de la llegada de los caudales de la rambla del Poyo. Estas soluciones deben diseñarse de forma que contribuyan a laminar los caudales que llegan al núcleo urbano, adecuando los tramos de cauce que se consideren necesarios.

Respecto a los trabajos en el río Buñol, las soluciones que se plantea la CHJ «consistirán fundamentalmente en intervenciones de adecuación del cauce a su paso por la población, teniendo como objetivo la reducción de los daños en el caso de que se produzcan avenidas extraordinarias».

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