El calor reactiva el turismo extranjero
Navidad primaveral. «Venimos para huir del frío», bromea Reagan, canadiense a la que acompañan dos familiares de Finlandia. Valencia retoma la actividad
B. HERNÁNDEZ / B. CRUAÑES
Jueves, 30 de diciembre 2021, 00:11
Atraídos por el sol y la gastronomía, turistas de numerosas partes del mundo encuentran en la Comunitat Valenciana el destino ideal para pasar sus vacaciones de Navidad. Tras nueve horas de vuelo, la canadiense Marian Reagan, de 63 años, se prepara para seguir su viaje hasta Benicàssim, su lugar de destino. Acompañada de dos personas más indica que se quedará un mes. «Hemos venido a visitar a mi hija y a su pareja. Él es español». Aunque su hija y su yerno residen en Finlandia, están de vacaciones en la localidad valenciana «para huir del frío», bromea Reagan.
A pesar de llevar tantas horas de trayecto, es visible la ilusión en su rostro. Sin planes ni una guía de sitios para visitar, pretenden dejarse llevar por la costa valenciana. Desde Dublín, el amor trae a Conor Dempsey a Valencia por cuarta vez. El joven viaja para acompañar a su novia Silvia Planells, originaria de la ciudad. Aunque ambos residen en Irlanda, suelen venir en Navidad y verano. «Disfrutas mucho cuando trabajas en Dublín y viajas a España, los precios aquí son mucho más baratos», confiesa Planells. Al respecto de las diferencias entre ambos países, Dempsey añade: «Aquí se come muy bien. En Dublín no hay una cultura de platos típicos del lugar».
Sin expectativas y conociendo la ciudad únicamente por unas escasas fotografías de Internet, los veinteañeros Délphine Cormane y Terry Jansen se aventuran a pasar por primera vez la Nochevieja lejos de su ciudad natal, Liège. «Escogimos el destino porque queríamos viajar y fue el vuelo más barato que encontramos», confiesa el primero. En un principio, su intención era venir en el mes de julio pero como consecuencia de las restricciones para prevenir los contagios por coronavirus, les aplazaron el vuelo. Todavía no prevén cómo celebrarán la llegada de 2022, pero si algo tienen claro es que lo harán juntos arropados por el clima de la Comunitat.
«Disfrutas mucho cuando trabajas en Dublín y vienes a España de vacaciones», admite alegre una viajera
Un giro inesperado de las temperaturas durante esta semana de diciembre ha provocado que el tramo marítimo de la Malvarrosa haya vuelto a dibujar un panorama repleto de turistas. Son muchas las personas en bañador que pasean y disfrutan del sol sentados en las terrazas. Una imagen de una ciudad que recuerda más a la temporada de verano.
En su gran mayoría, el paisaje lo conforman turistas europeos que no han dudado en escapar de sus países para disfrutar del clima anómalo desatado esta semana en la Comunitat.
A la altura del espigón del paseo de la Marina, LAS PROVINCIAS habla con Stephan, un viajero natural de Francia y buen conocedor de los rincones de la ciudad. El cine de verano del viejo cauce del río Turia o el barrio del Carmen parecen ser sus lugares preferidos. Ha venido con un grupo de amigos procedentes de la isla La Reunión a pasar unos días de vacaciones casi por razones intrínsecas.
El placer de pasear en bici, el mar, la Albufera, la atmósfera de la ciudad con un ritmo más sosegado de la sociedad. Ventaja de la que no disponía cuando trabajaba en la ajetreada París, ciudad en la que todavía su familia vive. «Nos encanta Valencia. Es una ciudad muy agradable», expresa Stephan. Todavía no saben como celebrarán el Año Nuevo pero no parece importarles mucho. Más bien disfrutan de las vistas desde el espigón.
A orillas del mar hay gente tomando el sol y algún atrevido se mete en el agua para bañarse como si se tratara de un día corriente de verano.
Entre las toallas se encuentra Ricardo, un joven checo que llegó a Valencia el año pasado. Ha venido a pasar la mañana en la playa con sus compañeros de piso aprovechando el buen tiempo. Satisfecho de su estancia considera que la Comunitat es un lugar idóneo para practicar deporte al aire libre. «Hago mucho senderismo y ciclismo», comenta el joven. Junto a sus compañeros de piso ha decidido organizar su celebración de la Nochevieja en la plaza del Ayuntamiento.
No obstante, desconoce que todos los actos previstos para mañana, entre ellos las campanadas a medianoche, han sido cancelados. La plaza estará vallada.
Sin embargo, otros improvisarán un plan sobre la marcha. Como en el caso de Andy, un joven alemán que se trasladó desde Berlín hace apenas un mes atraído por «la tranquilidad y el buen clima de la ciudad».
Esta semana, el berlinés ha recibido a dos de sus amigos para celebrar la noche de Fin de Año, probablemente con la esperanza de encontrar una oferta de salida nocturna más flexible en cuanto a restricciones se refiere.
Los tres amigos reconocen que la esfera social en Berlín se ha transformado. No hay grandes concentraciones de gente sino que la población ahora socializa a través de «reuniones con menos de diez personas», afirma uno de ellos. Para combatir con la irrupción de la variante ómicron algunos países han establecido medidas de seguridad contundentes para rebajar la tasa de contagios. Un panorama del que muchos quieren escapar.
Así lo reconocen Debora y Martin, una pareja holandesa que ha venido huyendo del confinamiento voluntario decretado por el Gobierno neerlandés debido a la explosión de contagios. «Todo está cerrado y hemos decidido viajar al extranjero. Además, hace demasiado frío en Holanda», comenta ella. Sin duda, la pareja ha preferido elegir pasar sus vacaciones en la costa. Ambos disfrutan de la mañana tomando café sentados en una terraza del paseo marítimo. Los jóvenes aseguran que harán una cena especial para tratar de solventar una fiesta de Fin de Año que se ha complicado a última hora.
No sólo gente de fuera, Daniela y Stephanie vienen de Madrid y van a pasar la Nochevieja con unos amigos. Este año han querido hacer algo especial y recibir 2022 a orillas del Mediterráneo si la situación se lo permite.
Turistas mezclados con gente autóctona. Un escenario en el que todos están de acuerdo en una cosa. Disfrutar el buen clima que otorga la ciudad estos dias. El aumento repentino de visitantes en la última semana acompañará a despedir un año menos abrigados de lo habitual.