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Una destinataria del autotest vaginal revisa el material e instrucciones que Sanidad le ha mandado por correo. LP

El autotest vaginal contra el papiloma comienza a llegar por correo a mujeres valencianas

Sanidad envía una carta con un folio de instrucciones y un tubo con escobillón para que ciudadanas de entre 30 y 65 años se realicen la toma en sus casas y lleven luego la muestra a su centro de salud para analizar

Sábado, 2 de agosto 2025, 00:56

«¿Esto me lo tengo que hacer yo?». Esta fue la primera reacción de una vecina de Paterna tras comprobar esta semana que en su ... buzón, entre facturas y publicidad, tenía un autotest vaginal enviado por la Conselleria de Sanidad. Tras leer con detenimiento la carta de la Generalitat comprendió lo que pasaba: era una de las primeras seleccionadas en la región para la modalidad de autotoma del programa de prevención del cáncer de cérvix, una enfermedad que afecta al cuello del útero y que está relacionada con la infección por el virus del papiloma humano (VPH).

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Como describe la Conselleria de Sanidad, este plan preventivo a escala autonómica está dirigido, de manera general, a todas las mujeres de entre 25 y 65 años de la Comunitat. Tiene como objetivo prevenir y detectar este cáncer «de manera precoz, permitiendo tratamientos menos agresivos». Se estima que se invitará a la prueba a 1,7 millones de ciudadanas valencianas hasta 2029.

El programa se inició en noviembre en seis departamentos de salud pilotos: Valencia Dr. Peset, Arnau-Llíria, Sagunto, General de Castellón, Elda y General de Alicante. Durante 2025, anuncia la conselleria, «se implantará de forma progresiva en todos los departamentos de salud de la Comunitat hasta alcanzar la cobertura completa».

Pero la prueba no se realiza a todas las mujeres del mismo modo: «Depende de la edad, el estado de vacunación contra el VPH y la edad de vacunación», aclaran desde el departamento autonómico. A las mujeres más jóvenes, de entre 25 y 29 años se las invita a realizarse una citología cada tres años en su centro de Atención Primaria, salvo las vacunadas contra el virus antes de los 15 años. A ellas, agregan, «se les invitará a realizarse una prueba mediante autotoma a los 30 años».

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Lo mismo sucede con las mujeres en la franja de edad de entre 30 y 65 años. Ellas no son citadas en su centro de salud, sino que el test llega a su casa por correspondencia. Y así sucederá cada cinco años. «Recibirán en su domicilio un kit de autotoma con sus instrucciones de uso». El objetivo es que recojan la muestra en casa para entregarla en su centro de salud.¿Qué sucede después? Cuando no hay alteraciones, «el resultado de las pruebas se comunicará por carta». Y si fuera necesario realizar pruebas adicionales, «se contactará con la mujer por vía telefónica».

La invitación al programa a través del sistema postal para el autotest se está haciendo de manera progresiva. Durante el primer año (2024-2025) se está proponiendo la prueba a las mujeres nacidas en los años 1996, 1993, 1988, 1983, 1978, 1973, 1968, 1963 y 1958, según explica Sanidad. Y los envíos ya han comenzado a llegar. «Se inicia la invitación seleccionando cohortes concretas por año de nacimiento para un desarrollo escalonado del programa», aclaran desde Sanidad.

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En el folleto explicativo que Sanidad incorpora en su carta parafrasea a Neil Armstrong y su célebre frase cuando llegó a la luna: «Un pequeño paso para ti, un gran paso para tu salud». En el escrito de presentación insiste a las destinatarias intentando disipar cualquier asomo de temor: «Con el dispositivo de autotoma, participar es muy sencillo».

El sobre contiene el kit de introducción vaginal para la recogida de muestras, las instrucciones con 17 pasos para su utilización y unas etiquetas adhesivas. Y advierte Sanidad: «Es importante que identifique correctamente su muestra con una de las etiquetas antes de entregarla en una urna habilitada en su centro de Atención Primaria».

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Una destinataria de la prueba señala la parte de las instrucciones donde detalla cómo introducir el escobillón. LP

En esencia, el kit de autotoma consta de dos tubos, identificados como A y B. Es el primero el que las usuarias deben introducir en sus órganos sexuales para la recogida de la muestra. Para ello, Sanidad aconseja colocarse «en una posición cómoda». Ante la duda sobre la profundidad de introducción, las instrucciones mencionan que hay que fijarse en el límite de una marca roja, «no del tapón», evitando que la punta toque cualquier superficie.

Las destinatarias de la prueba deben usar sus dos manos para la correcta realización del proceso sanitario: «Con una separar los labios vaginales y con la otra introducir el escobillón en tu vagina hasta chocar con tus dedos, a la altura de la marca roja». El paso final es «girarlo en su interior durante unos 20 segundos y retirarlo lentamente evitando que la punta toque cualquier superficie».

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Ahí no acaba todo. Falta introducir el escobillón con la muestra en el tubo B, sujetarlo con una mano, romper el escobillón a la altura de la marca roja y cerrar el depósito final «dejando la parte final del escobillón que contiene la muestra en su interior». Después hay que preparar este tubo B con sus adhesivos correspondientes de identificación y depositarlo en el punto asignado para el programa en los centros de salud de las destinatarias.

El VPH es un virus muy frecuente que se contagia al mantener relaciones sexuales. Tras el contagio, y en la mayoría de los casos, el sistema inmune elimina el virus. Pero un 10% de las ocasiones, algunos tipos de virus de este tipo permanecen en el cérvix y, con el paso de los años, pueden dar lugar a la formación de un cáncer. De ahí la importancia de prevenir, detectar y actuar a tiempo.

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