Urgente La jueza de la dana cita a declarar al jefe de la emergencia 15 meses después de la tragedia
Amparo Folgado, junto al puente de Alaquàs reconstruido recientemente. Iván Arlandis

Amparo Folgado, edil de Torrent: «Los alcaldes nos llamábamos para pedir botas, palas o capazos»

Parte del término municipal fue arrasado por el agua pero la zona alta sirvió como centro logístico para ayudar al resto de poblaciones

A. Talavera

Torrent

Jueves, 28 de agosto 2025, 23:23

La dana sorprendió a Torrent como al resto de localidades de l'Horta Sud. Pese a la alerta roja establecida desde la mañana del inolvidable ... 29 de octubre, en esta ciudad no llovía. Así lo recuerda la alcaldesa, Amparo Folgado, que desde primera hora de la mañana se activó el comité de crisis y se suspendieron las clases debido a la alerta. También se estableció vigilancia en algunos puntos que habitualmente generan problemas. «A las tres fuimos a ver el barranco de l'Horteta y tenía una afluencia normal de agua pero a las cinco y media, avisé a mis compañeros porque tenía una sensación extraña y volvimos a verlo, estaba desbocado», relata Folgado diez meses después de la peor tragedia vivida en toda la provincia.

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La pasarela que cruzaba el cauce ya había sido arrasada por el agua, una imagen que a la alcaldesa se le ha quedado para siempre en la retina. Pero ésta es tan sólo una de muchas ya que las siguientes horas fueron una sucesión de situaciones trágicas que han marcado la historia de Torrent y de toda la provincia de Valencia.

La alcaldesa de Torrent se centró en atender las múltiples necesidades que iban surgiendo tras las primeras horas en su ciudad. No fue hasta un día y medio después cuando pudo enterarse de lo que estaba pasando en los pueblos vecinos y de la dimensión de la catástrofe que se estaba viviendo.

«Cuando empecé a ver imágenes, se me heló la sangre y lo primero que hice fue ponerme en contacto con otros alcaldes, y todos nos olvidamos del color político, porque todos necesitábamos lo mismo. Llamaban para pedir botas, palas o capazos para poder quitar el barro», comenta Folgado compungida por la dureza de los momentos vividos aquel mes de octubre.

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Sin embargo, aquella tarde del 29 de octubre nadie se imaginaba las catastróficas consecuencias de aquella riada que empezaba a causar los primeros daños. Tanto es así que mucha gente estaba haciendo fotos junto al barranco de l'Horteta, «tuvimos que decirles que se fueran, que no se hicieran selfies que era muy peligroso», recuerda la alcaldesa. Un peligro muy real ya que este cauce provocó las once muertes que se registraron en Torrent.

En aquellas primeras horas, Folgado ya empezó a ser consciente de que esta inundación no sería una más para la ciudad. «Empezamos a ver vehículos flotando con las luces encendidas y tenía la sensación de que la naturaleza estaba desbordada», relata mientras apunta que en ese momento ya se decidió abrir el pabellón del Vedat para albergar a las personas que tenían que ser desalojadas.

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Otra sorpresa fue encontrarse en este albergue improvisado más de 2.000 personas ya que además de los vecinos desalojados o que no podía volver a casa comenzaron a llegar cientos de personas de otros puntos. Una muestra más de la magnitud de la tragedia que se estaba viviendo en Valencia. «Venía gente llena de barro andando desde la autovía», comenta la alcaldesa de Torrent, además también remitieron dos autobuses con turistas italianos que no podían llegar al aeropuerto. Miles de personas atrapadas por la dana que buscaban en Torrent auxilio.

Y Torrent se lo prestó, tanto a ellos como al resto de localidades afectadas ya que se convirtió, los días siguientes, en un punto de llegada de productos de primera necesidad que eran repartidos por toda la zona cero.

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«Habilitamos espacios para recoger todo el material que luego se repartía. Hasta se creó un servicio de farmacia en el pabellón para atender a las personas que estaban allí pero también para preparar cajas con medicinas y entregarlas a otros pueblos ya que sus farmacias habían sido arrasadas», explica la primera edil que diez meses después sigue agradeciendo la colaboración que entidades y administraciones de toda España brindaron a Torrent, como el servicio de lanzaderas que el Ayuntamiento de Madrid cedió para restablecer la conexión con Valencia.

Una de las prioridades en Torrent tras la tragedia fue buscar soluciones a los problemas de vivienda. Decenas de vecinos se habían quedado sin casa, algunos segundas residencias pero otros su casa habitual, por lo que se puso en marcha una oficina de atención. «En estos meses nos hemos centrado en dar una atención lo más personalizada posible a cada víctima», destaca Folgado que apunta que se ha ido visitando a los afectados para saber cada caso.

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También se ha dado prioridad en Torrent a la prevención de cara a próximas situaciones de emergencia. «La generación que hemos vivido la dana tenemos una responsabilidad, debemos ser responsables de nuestras actuaciones ante una alerta, saber que hay que quedarse en casa, que hay que hacer caso a las advertencias. Y responsabilidad para las Administraciones en la puesta en marcha de medidas para canalizar mejor las aguas, lanzar alertas a la población...», remarca Folgado.

En este sentido, el Ayuntamiento ha lanzado un tríptico en el que se dan recomendaciones de cómo actuar ante alertas meteorológicas y los números de contactos de emergencias. «La naturaleza manda y debemos estar preparados», concluye esta alcaldesa, que como el resto de ediles, han quedado marcados por la dana.

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