Xixona cierra con juicio la trilogía festera

Las fiestas de Moros y Cristianos de Xixona alcanzaron ayer su punto álgido con la representación del Juicio Sumarísimo al Moro Traidor, una especie de proceso de carácter carnavalesco que narra las vicisitudes de un moro 'groc', condenado por abandonar a Mahoma y bautizarse al cristianismo, si acaso por la más noble de las causas: el amor.

El momento representa el enjuiciamiento, condena y entierro de Beny Beny Chimeti, el personaje que, según la tradición, protagoniza esta historia.Esta peculiar representación, que se celebra siempre al tercer día de las fiestas en honor a San Bartolomé y San Sebastián, es el principio del fin a la trilogía festera jijonenca.

Tras el entierro, la agenda del día siguió con la celebración de la misa en honor a San Sebastián -uno de los patrones de Xixona junto a san Bartolomé- y el posterior desfile desde la iglesia parroquial hasta La Plaça. Era la antesala del 'kabileo', el espacio de mayor hermanamiento entre festeros y visitantes que aprovechan a mediodía para reponer fuerzas y continuar con el calendario de actividades por la tarde, done tuvo lugar el alardo, una nueva 'batalla' de arcabuces que enfrentó a las tropas moras y cristianas y, justo después, tras la Embajada cristiana, se produjo la preceptiva reconquista del castillo por parte del bando de la cruz.

El broche final a un día intenso lo pusieron por un lado, el alzamiento de capitanes y abanderados, un acto en el que los cargos festeros de este año, ostentados por los Moros Verds y los Pirates-Marinos, dieron el relevo a quienes lo serán en las fiestas de 2017. Y por otro, la procesión con la que festeros y autoridades locales homenajearon a los patrones san Bartolomé y san Sebastián en un recorrido silencioso que se inició, como es tradicional, en la Iglesia de la Asunción y discurrió por la avenida de la Constitución.